Todo acto educativo parte de la pregunta que sustenta cuál es el tipo de hombre que se desea formar, con ello saber cuál es el tipo de hombre que requiere la sociedad es parte fundamental para reconocer la misión de la educación, toda vez que su propósito ha de orientarse a las condiciones y exigencias epistemológicas, axiológicas, antropológicas, pedagógicas y filosóficas que formalizan el sentido y razón de ser de la educación.