1. Estar focalizados en un resultado que debe alcanzarse, y no en una actividad. 2. Ser
coherentes, es decir, deben estar bien ligados a otros objetivos y demás metas de la
organización. 3. Ser específicos, es decir, estar circunscritos y bien definidos. 4. Ser medibles,
es decir, cuantitativos y tangibles. 5. Relacionarse con determinado periodo de tiempo (día,
semana, mes, año o quinquenio). 6. Ser alcanzables, es decir, deben ser perfectamente
posibles. Existen tres tipos de objetivos: rutinarios, innovadores y de perfeccionamiento. 1.
Objetivos rutinarios: sirven como modelos de desempeño diario. 2. Objetivos innovadores:
incorporan o agregan algo nuevo a la organización. 3. Objetivos de perfeccionamiento: sirven
para apalancar los actuales resultados de la organización, con el fin de mejorar e
incrementar lo que ya existe.
En 1934 el padre de la biología matemática, G. F. Gause, de la Universidad de
Moscu, publico sus experiencias con colonias de animales muy pequeños
(protozoarios) del mismo género, puestas en frascos. Observó que cuando las
especies eran diferentes. Conseguían sobrevivir y continuar vivos en conjunto,
pero cuando eran de la misma especie no conseguían sobrevivir. Basado en
esto, Gause definió el principio de exclusión competitiva, según el cual dos
especies que consiguen su sustento de manera idéntica no pueden coexistir en
determinado ambiente. La moraleja de la historia se reduce a comprobar que la
competencia existió mucho antes que la estrategia, pues comenzó con el
surgimiento de la vida misma.
1. Planeación conservadora: orientada hacia la estabilidad y mantenimiento de la situación
existente. Las decisiones se toman para obtener buenos resultados, pero no necesariamente los
mejores posibles, pues difícilmente la planeación tratará de impulsar cambios radicales en la
organización, ya que su énfasis es conservar las prácticas vigentes. La planificación conservadora o
defensiva esta mas enfocada a identificar y subsanar las deficiencias y los problemas internos que a
explorar nuevas oportunidades ambientales. Su base es retrospectiva, para aprovechar la
experiencia pasada y proyectarla hacia el futuro.
2. Planeación optimizadora: orientada hacia la adaptabilidad e innovación de la organización.
Las decisiones se toman para obtener los mejores resultados posibles para la organización, ya
sea minimizando recursos para alcanzar determinado desempeño u objetivo o maximizando el
desempeño para utilizar mejor los recursos disponibles. Se basa en la preocupación por mejorar
las prácticas vigentes en la organización. Su base es incremental, para mejorar continuamente
las operaciones perfeccionándolas cada día.
3. Planeación prospectiva: orientada hacia las contingencias y el futuro de la
organización. Las decisiones se toman para hacer compatibles los diferentes intereses
involucrados a través de una composición capaz de obtener resultados para el
desarrollo natural de la empresa y adaptarla a las contingencias que surgen en medio
del camino. La planeación prospectiva u ofensiva es opuesta a la planeación
retrospectiva, que busca la eliminación de las deficiencias localizadas en el pasado de
la organización.
Rotación de personal: la rotación de personal es el resultado de la salida de algunos
empleados y la entrada de otros para sustituirlos en el trabajo. El flujo de salidas
(desvinculaciones, despidos y jubilaciones) debe compensarse con un flujo equivalente de
entradas (admisiones) de personas.
1. desvinculación por iniciativa del empleado: ocurre cuando un empleado decide por motivos personales
o profesionales terminar la relación de trabajo con el empleador. Depende de dos percepciones: la
primera es el nivel de insatisfacción del empleado con el trabajo; la segunda, el número de alternativas
atractivas que ve fuera de la organización, es decir, en el mercado laboral.
2. Desvinculación por iniciativa de la organización (despidos): ocurre cuando la organización decide
despedir empleados, sea para sustituirlos por otros mas adecuados a sus necesidades, para corregir
problemas de selección inadecuada o para reducir la fuerza laboral.