Para algunas mujeres con esquizofrenia, la maternidad conlleva una mejoría de las redes sociales,
una reducción de los sentimientos de confusión acerca de su identidad y la adquisición de un rol
social significativo.
La enfermedad mental grave está a menudo marcada por la incapacidad para abastecerse
adecuadamente de comida, ropa y refugio, lo que se traduce en una incapacidad del sujeto para
proveer del medio adecuado para el desarrollo del niño.
"Los hijos de padres psicóticos tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades mentales y
muestran tasas más altas de alteraciones de conducta y de las emociones" (Burman et al., 1987;
Decina et al., 1991; Schiffman et al., 2002).
Los miembros de la familia temen ser agredidos físicamente por el miembro psicótico de la familia y
los ingresos económicos se hallan limitados por la enfermedad, dejando a los niños en una
vulnerabilidad económica, así como emocional y biológica (Dunn, 1993).
La psicosis implica alteraciones tanto del pensamiento como del ánimo que influyen ampliamente
en el afecto y la conducta del individuo, con implicaciones sobre su capacidad para desempeñar
adecuadamente el papel de padres.
IMPORTANCIA DE UN VINCULO PARENTAL SANO
Spitz enfatizó la importancia para el desarrollo del niño de la reciprocidad en las interacciones afectivas
materno-filiales (Spitz, 1969).
Mahler: consideró el vínculo parental como un elemento esencial para el niño, a la vez que destacó la
importancia del carácter interactivo de la relación madre-hijo (Mahler, 1975).
Bowlby teorizó que el vínculo, que comienza en la infancia con una relación continúa y cálida con la madre
u otra figura de apego, es la piedra angular de la salud mental del adulto (Bowlby, 1951; 1969).
LA IMPORTANCIA DEL MEDIO
Las características psicóticas de los padres, afectan al desarrollo del niño.
La vida de los niños se ve seriamente perturbada cuando la madre se encuentra en un estado caótico.
En la etapa en que necesitan que la madre se ocupe de ellos, pueden sentirse abandonados.
Si la actitud materna resulta contradictoria y confusa, no estará disponible ante las necesidades
de apoyo, afecto y protección del menor, y el desarrollo de éste se verá comprometido, de forma
que su verdadero self no llegará a formarse o quedará oculto tras un “falso self”.
Winnicott observa que hasta los niños muy pequeños pueden aprender a percibir el
estado de ánimo de los padres y prepararse para soportar sus cambios de ánimo por lo que
les resulta traumática la imposibilidad de predecir cuál será su reacción.
*Winnicott afirma que no debería permitirse que una familia se desintegre debido a la
psicosis de uno de los hijos o de uno de los progenitores, salvo que exista una actitud
cruel o de tremendo descuido. Es importante intervenir y apoyar a estas familias
(Winnicott, 1980).
IMPLICACIONES EN EL DESARROLLO INFANTIL
Anthony ha estudiado el impacto en la vida familiar y las consecuencias en los hijos de la enfermedad mental, o
física, grave en un progenitor. Estas son:
– El niño puede ver la enfermedad como una perturbación cuya consecuencia es una desorganización
importante en la vida familiar.
– Puede considerar la enfermedad como un comportamiento desviado y explicar así la actitud negligente
de su madre en sus obligaciones familiares y educativas.
– Puede pensar que la enfermedad impide a cada uno de sus padres desempeñar el rol familiar
tradicional.
– Puede entenderlo como una crisis de adaptación.
– El hijo puede pensar que la enfermedad no le permite contactar con sus padres.
– El niño puede considerar la enfermedad como un reto e intentar reconstituir y
salvar a su familia.
La enfermedad produce tres tipos de respuesta:
*Crecimiento y diferenciación, como si la enfermedad tuviera un
efecto estimulante.
* Derrumbamiento.
*Auténtico contagio, sobre todo cuando el niño está muy enmadrado.
INTERVENCIONES
– Intervenciones compensatorias, destinadas a desarrollar
los recursos yoicos, a reforzar la confianza en sí mismo a
través de asociaciones, excursiones, actividades, etc.
– Las intervenciones que suponen una psicoterapia
individual o de grupo.
– Las intervenciones catárticas, empleadas durante
las fases agudas o las recaídas de los padres. Se les
invita a hablar sobre su experiencia de la
enfermedad y la influencia que puede tener tanto en
el interior como en el exterior de la familia. Se trata
de trabajar los sentimientos de temor, vergüenza y
culpa.
– Las intervenciones correctoras, que favorecen la
diferenciación de sí mismo y la toma de conciencia de lo que
separa al niño de sus padres (Anthony, 1980).
FACTORES DE RIESGO
Los trastornos mentales tienen un impacto grave en el niño cuando éste
está incluido en la enfermedad del padre/madre
La presencia del progenitor muy enfermo puede tener un efecto madurativo en el
desarrollo.
También se puede ver afectado el niño si la enfermedad modifica el ambiente familiar, como
una separación del niño de su progenitor o si hay disputas maritales
LA HIPERMADURACIÓN EN LOS NIÑOS
1) los caracterizados por unos resultados escolares brillantes. Hay un
sobreinvestimiento de la inteligencia y del lenguaje y puede haber
derrumbamientos repentinos;
2) aquellos en el que destaca el sobreinvestimiento de los mecanismos de
control. Los niños son tranquilos, sus afectos limitados y su rendimiento
escolar más modesto
3) los casos donde la hipermaduración funciona con
flexibilidad. Estos niños suscitan cualidades apreciables y
trazas de originalidad. No tienen la presentación mejor, ni
la más conforme, pero suelen tener mejor evolución.
ESTUDIOS RETROSPECTIVOS
LA PERSPECTIVA DE LOS PADRES
– Conciencia de la familia sobre la naturaleza y la
expresión de la enfermedad del progenitor.
– Competencia personal y social de los niños y las habilidades
de afrontamiento.
– Patrones de comunicación dentro de las unidades familiares.
– Reducción del caos en el sistema familiar.
LA PERSPECTIVA DE LOS HIJOS
-Experiencias de abuso y negligencia, atención poco consistente, tanto por
parte de la madre como del padre.
- Experiencias de aislamiento respecto a sus iguales, sus
comunidades y propias familias.
-Sentimientos de culpa y la creencia de que ellos causaron o
contribuyeron a la enfermedad de sus madres.
-Los contactos con los servicios de salud mental son
vividos como negativos.
REFERENCIAS: Sánchez del Hoyo, P., &
Sanz Rodríguez, L. J. (2004). HIJOS DE
PADRES PSICÓTICOS. En Psicopatol. salud
ment. (págs. 99-107).
Bourdier distingue tres tipos de "niños maduros"
Rutter, (1994).
Stern: Si la interacción parental y las respuestas afectivas apropiadas son críticas para el desarrollo del niño, los
síntomas psicóticos de un padre cuya afectividad es inadecuada o que se encuentra gravemente limitada, o
que está fuera de contacto con la realidad, podría tener consecuencias muy importantes para el niño
(Stern, 1985).
-Adaly América Solís Celis || LP7 || TRASTORNOS DEL DESAROLLO Mtra: Alba Ruth Valencia Ceballos