Rasselasy era el cuarto hijo de un soberano emperador y que con sus compañeros viajan hacia Egipto
dejando atrás los dulces placeres de su perfecto valle en Abisinia, para estudiar el modo de la vida de
la gente.
El viaje de Rasselas en pos de la felicidad que no encuentra en su aburrido paraíso es, en realidad,
un recorrido por las pasiones humanas, un vistazo sobre los deseos y los sentimientos tan
contradictorios que atesoramos los seres humanos.
Rasselas, príncipe de Abisinia, y su hermana Nekayah pasan sus días juveniles en el Valle de la Dicha:
un lugar en donde se cultivan y desarrollan todo tipo de disciplinas artísticas y culturales,
permaneciendo ambos alejados y protegidos del mundo exterior.
El grupo inicia su viaje por diversos parajes del África Oriental, intentando encontrar un tipo de vida o
de actividad que les garantice la felicidad total y plena, una búsqueda de resultado siempre
infructuoso.
En lo personal, RASSELAS no es más que una reflexión sobre la existencia humana, sobre nuestras
contradicciones más íntimas.