Es la molestia o perturbación que
altera la normalidad en la vida de una
persona o en su estado de ánimo y
modifica sus hábitos o su forma de ser,
que surge como respuesta posterior o
inclusive tardía a un evento estresante
o una situación amenazante y su
tiempo de aparición puede ser breve o
duradero.
POSIBLES CAUSAS
El vivir o presenciar una situación
perturbadora puede causar TEPT.
Entre las causas principales se
encuentran:
Ser víctima de violencia o
presenciarla
La muerte o enfermedad grave de un
ser querido
Guerra, combate o actos
terroristas.
Accidentes automovilísticos y aéreos
Catástrofes Naturales
como: Huracanes,
tornados, e incendios
Entre Otros más.
SINTOMÁTOLOGÍA
El inicio de los síntomas del TEPT son variables según
cada persona y pueden comenzar inmediatamente
después de una experiencia aterradora, también se
pudieran desarrollar en algunas personas, no entodas,
síntomas nuevos o más graves después de meses o
años.
Entre los síntomas físicos se encuentran:
Temblores, sudoración, dolores de cabeza,
problemas para respirar, taquicardia, problemas
gástricos, dermatitis...
Los síntomas psicoemocionales son:
Sensación de que un acontecimiento aterrador sucede nuevamente,
insomnio, pensamientos aterradores que considera que no puede
controlar, aislamiento de personas o lugares que le recuerdan lo
sucedido, sensación de preocupación, culpa, o tristeza, sentimientos de
soledad, arrebatos de furia, ideación e intentos suicidas, etc.
TRATAMIENTOS
El TEPT puede tratarse para que la persona que lo vive pueda sentirse mejor. Los
tratamientos del TEPT son diversos y pueden incluir desde terapia psicológica,
apoyo psiquiátrico con la ingesta de medicamentos o ambos. El tratamiento
puede llevar entre 6 y 12 semanas. Para algunas personas, es posible que
requiera más tiempo puesto que, el tratamiento no es el mismo para todas las
personas.
Existen diferentes tratamientos psicológicos para poder abordar
de manera positiva y eficaz el TEPT, entre los encontrados está la
corriente cognitivo conductual y la técnica de reestructuración
cognitiva.
TÉCNICA COGNITIVO CONDUCTUAL: consiste en que el cliente, con la ayuda inicial del
terapeuta, identifique y cuestione sus pensamientos desadaptativos, de modo que queden
sustituidos por otros más apropiados y se reduzca o elimine así la perturbación emocional
y/o conductual causada por los primeros. En la RC los pensamientos son considerados
como hipótesis y terapeuta y paciente trabajan juntos para recoger datos que determinen
si dichas hipótesis son útiles.
El modelo cognitivo en que se basa la RC ha sido denominado modelo A-B-C
A: se refiere a una situación, suceso o experiencia activadora de la vida
real. Un ejemplo sería: a fracasar en una tarea que implica
B: se refiere a las cogniciones apropiadas o inapropiadas del cliente acerca de
A.
C se refiere a las consecuencias emocionales, conductuales y físicas de B.