"del ordenador personal a la fabricación personal"; "La revolución digital necesita materializarse";
"Sólo así se puede evitar el desastre económico y ecológico del actual sistema de producción global".
En el mundo, existen 200 "fab labs", repartidos por 40 países y en todos los continentes
el "fab lab" de Barcelona marcando el norte y convirtiéndose en centro de referencia mundial
Tomás Díez, Urbanista Venezolano
"Los 'fab labs' son las bibliotecas del futuro"
lleva las riendas de lo que también se conoce como el "ateneo de fabricación"
"Antes la gente acudía a informarse a los lugares donde se almacenaba el conocimiento. Ahora nos
juntamos no sólo para aprender, también para innovar y para hacer".
"Avanzamos a una especie edad media tecnológica en la que las ciudades vuelven a recuperar el
tejido productivo"
"Primero sacamos la producción a los polos industriales. Luego perdimos nuestra capacidad para
fabricar y ahora todo se hace en China.
"Hemos llegado a un punto absurdo en que lo único que producimos en las ciudades es basura"
En el futuro viviremos, trabajaremos y produciremos sin necesidad de salir de nuestras ciudades"
"El camino hacia la ciudad inteligente es el empoderamiento del ciudadano, y no hay mejor manera
de conseguir esa meta que dándole a la gente las herramientas para innovar y transformar la
sociedad"
"Los 'fab labs' pueden usarse como centros de formación profesional, o para la puesta al día de los
profesionales, o para la creación de 'start ups', o para la capacitación de cualquier ciudadano"
"También se pueden servir como herramientas educativas, para iniciar a los niños en la producción
digital, que dentro de unos años será el pan de cada día"
admite que la fiebre de las impresoras 3D y la cultura "maker" son manifestaciones cada vez más
patentes del deseo de la gente de hacer cosas.
"Tenemos que aprender a hacerlo con otros, y que eso que hagamos tenga realmente un impacto, en
nuestro barrio, en nuestra ciudad o en la sociedad en su conjunto".
Los 'fab labs' aspiran a convertirse en centros de educación, investigación y micro-producción.
el Green Fab Lab de Valldaura
10 hectáreas destinadas a la investigación, experimentación y emprendimiento en campos como la
agricultura, la permacultura, la alimentación y la energía.
Los 'fab labs' necesitan, eso sí, una inversión mínima de 50.000 euros para la maquinaria básica
el objetivo es la autosuficiencia y la autofinanciación, con un enfoque multicolor y pragmático: rojo
(educación), azul (sostenibilidad) y verde (negocio).
un laboratorio donde hay máquinas y personas capaces de fabricar (casi) cualquier cosa.
Multipliquemos esa idea y tendremos la 'fab city'.