La asertividad suele definirse como un
comportamiento comunicacional en el que la
persona ni agrede ni se somete a la voluntad de
otras personas, sino que expresa sus convicciones
y defiende sus derechos.
Conducta pasiva
Es aquel estilo de comunicación
propio de personas que evitan
mostrar sus sentimientos o
pensamientos por temor a ser
rechazados o incomprendidos o a
ofender a otras personas.
Infravaloran sus propias opiniones y
necesidades y dan un valor superior
a las de los demás.
Conducta agresiva
Este estilo de comunicación se sitúa en un plano
opuesto a la pasividad, caracterizándose por la
sobrevaloración de las opiniones y sentimientos
personales, obviando o incluso despreciando los
de los demás.
Conducta asertiva
Es aquel estilo de comunicación abierto a
las opiniones ajenas, dándoles la misma
importancia que a las propias. Parte del
respeto hacia los demás y hacia uno
mismo, aceptando que la postura de los
demás no tiene por qué coincidir con la
propia y evitando los conflictos sin por ello
dejar de expresar lo que se quiere de
forma directa, abierta y honesta.