"Educar las emociones" constituye uno de los recursos didácticos del programa de educación emocional creado para ofrecerle a los estudiantes de hoy, profesionales de mañana, una doble experiencia pedagógica: adquirir conocimientos acerca de la inteligencia emocional y desarrollar sus propias habilidades emocionales.
La inteligencia emocional (IE) es el uso inteligente de las emociones: hacer que, intencionalmente, las
emociones trabajen para nosotros, utilizándolas de manera que nos ayuden a guiar la conducta y los
procesos de pensamiento, a fin de alcanzar el bienestar personal.
2. Las emociones y el proceso emocional
Las emociones son reacciones a las informaciones (conocimiento) que recibimos en nuestras
relaciones con el entorno.
El proceso emocional
Goleman (2001) sostiene que las conexiones existentes entre la amígdala y el neocórtex constituyen
el centro de gravedad de las luchas y de los tratados entre los pensamientos y los sentimientos.
3. Los diferentes tipos de emociones
Emociones primarias: parecen poseer una alta carga genética, en el sentido que presentan
respuestas emocionales preorganizadas que, aunque son modeladas por el aprendizaje y la
experiencia, están presentes en todas las personas y culturas.
Emociones secundarias: emanan de las primarias, se deben en gran grado al desarrollo individual y
sus respuestas difieren ampliamente de unas personas a otras.
Emociones negativas: implican sentimientos desagradables, valoración de la situación como dañina y
la movilización de muchos recursos para su afrontamiento. Ej.: el miedo, la ira, la tristeza y el asco.
Emociones positivas: son aquellas que implican sentimientos agradables, valoración de la situación
como beneficiosa, tienen una duración temporal muy corta y movilizan escasos recursos para su
afrontamiento. Ej.: felicidad.
Emociones neutras: son las que no producen intrínsicamente reacciones ni agradables ni
desagradables, es decir que no pueden considerarse ni como positivas ni como negativas, y tienen
como finalidad el facilitar la aparición de posteriores estados emocionales
4. La autoconciencia emocional
La autoconciencia es el eje básico de la inteligencia emocional, por cuanto la toma de conciencia de
nuestros estados emocionales es el punto de partida para otras habilidades de la inteligencia
emocional como el autocontrol, la empatía y las habilidades sociales.
5. El manejo de las emociones y estrategias para su control
• Autoconocerse a través de la propia reflexión para identificar las emociones positivas y negativas
que experimentamos.
• Controlar la expresión de las emociones negativas y promover la expresión de las emociones
positivas, esto favorece nuestro bienestar personal y las relaciones con los otros.
6. El arte como un medio para la expresión de las emociones
El lenguaje del arte se apoya en el principio de la comunicabilidad de la experiencia y, por tanto, de lo
ininteligible, al estar mediado por la subjetividad. El arte siempre ha sido uno de los medios para
acceder a la esfera emocional y en cualquiera de sus manifestaciones (drama, pintura, música,
poesía, cine, teatro, danza, etc.) nos permite habitar otros mundos, experimentar placer, deleite,
gozo y también, experimentar dolor y displacer, aún siendo conscientes de que lo que allí se
representa o escenifica es ficción. El arte, entonces, nos ofrece un recurso inagotable para la
expresión, evocación y exploración de las sensaciones, emociones y sentimientos.