la derivada de una función mide la
rapidez con la que cambia el valor
de dicha función matemática, según
cambie el valor de su variable
independiente.
se calcula como el límite de la rapidez de
cambio media de la función en un cierto
intervalo, cuando el intervalo considerado
para la variable independiente se torna
cada vez más pequeño.
Por ello se habla del valor de la
derivada de una cierta función en
un punto dado.
Un ejemplo habitual aparece al
estudiar el movimiento: si una
función representa la posición de
un objeto con respecto al tiempo,
su derivada es la velocidad de
dicho objeto.
Sin embargo, puede estar viajando a
velocidades mayores o menores en
distintos tramos de la ruta.
En particular, si entre las 15:00 y las
15:30 recorre 400 km, su velocidad
media en ese tramo es de 800 km/h.
Para conocer su velocidad instantánea
a las 15:20, por ejemplo, es necesario
calcular la velocidad media en
intervalos de tiempo cada vez menores
alrededor de esta hora: entre las 15:15
y las 15:25, entre las 15:19 y las 15:21.
Un avión que realice un vuelo transatlántico
de 4500 km entre las 12:00 y las 18:00, viaja a
una velocidad media de 750 km/h.
Entonces el valor de la derivada de una
función en un punto puede interpretarse
geométricamente, ya que se corresponde
con la pendiente de la recta tangente a la
gráfica de la función en dicho punto.