Significados en torno al
concepto de Psicología
jurídica
Muñoz (1980) reconoce que la psicología jurídica coincide en su origen con la psicología
experimental cuyo primer campo de intervención fue el análisis del testimonio o psicología
del testimonio (Stern, Binet, y… ¡Lombroso!) Es decir, la psicología jurídica nace en los
estudios psicológicos del testimonio teniendo como fundador a Lombroso que era
psiquiatra y creía en la detención de por vida de los delincuentes tomando como base la
fisonomía del rostro y un presunto atavismo biológico nunca comprobado...
La psicología jurídica podemos definirla como una aplicación de la psicología social que estudia los comportamientos
psicosociales de las personas o grupos relacionados, establecidos y controlados por el derecho en sus diversas
vertientes, así como aquellos procesos psicosociales que guían o facilitan los actos y las regulaciones jurídicas (Soria,
1998)
El objeto de la psicología jurídica es por lo tanto un objeto ideológico ya que es empírico según
Miguel Martínez (1996) y es producto de una noción precientífica según Néstor Braunstein (1994)
La psicología jurídica, se nutre de dos disciplinas: la psicología y el derecho. El derecho trata de estudiar el
conjunto de leyes que permiten salvaguardar la convivencia de los miembros de una sociedad y reglar los
mecanismos que permitan su cumplimiento. La psicología, como disciplina se encarga del estudio de la
conducta humana, en el sentido más amplio de la palabra, incluyendo los procesos mentales. Teniendo en
cuenta ambas definiciones se podría reformular la definición de psicología jurídica como la rama de la
psicología que estudia la conducta humana y sus procesos mentales de cara a configurar las leyes por las que
se rige una sociedad, su aplicación y las consecuencias que se puedan derivar de todo ello.