El Estado necesita forzosamente de un
territorio para ejercer sus funciones de servicio,
coordinación y control
Se requiere su asentamiento
permanente en un territorio
Poco importa que el territorio
sea grande o pequeño, rico o
pobre, continental o insular
El territorio es un
elemento que da fuerza y
riqueza al Estado
La geografía determina
muchas veces la política
de los Estados
El territorio del Estado abarca no
solamente la superficie, con sus campos,
montañas, ríos y lagos, sino también el
subsuelo, con sus minerales, el espacio
atmosférico, y las costas y litorales, con
su extensión de mar territorial.
Las características de cada uno de estos elementos,
así como las fronteras o limites del Estado, están
fijados por la Constitución Política del propio Estado
y los tratados internacionales celebrados con sus
vecinos, así como por las convenciones
internacionales multilaterales.
En las relaciones con los Estados vecinos,
proporciona al Estado las líneas de
defensa para evitar invasiones
extranjeras que pueden llegar a privar al
Estado de su existencia misma como
unidad soberana e independiente
Sin él, no puede cumplir sus funciones.
De aquí se sigue que si el Estado no
puede actuar ni mantener siquiera su
existencia sin contar con su territorio,
debe tener un verdadero derecho sobre
el mismo
El Estado tiene derechos sobre su dominio
privado al igual que los particulares, pero en
lo que respecta al dominio público su derecho
sólo se manifiesta en casos excepcionales,
tales como la expropiación por causa de
utilidad pública o la devastación para los fines
de la defensa nacional
El territorio, evidentemente, no es
más que un medio o instrumento al
servicio del fin del Estado
Es una condición de
existencia sin la cual ni el
hombre ni el Estado
podrían subsistir
Cumple 2 funciones
Una función negativa,
consistente en señalar al Estado
sus límites, sus fronteras, el
ámbito espacial de validez de
sus leyes y órdenes.
Esto es indispensable para que haya seguridad
jurídica y paz en las relaciones entre los
Estados. Y esas fronteras son fijadas o por el
propio Derecho interno de cada Estado —su
Constitución Politica— o por convenios
internacionales denominados tratados de
límites
La otra función del territorio es
positiva, y consiste en dotar al
Estado del instrumento físico
necesario para el cumplimiento
de su misión de servir al bien
público temporal.
El territorio, permite al Estado realizar sus
funciones de control y vigilancia sobre la
población, por medio de las oficinas
aduanales y de migración; de regulación de
las importaciones y exportaciones, a fin de
mantener equilibrada la balanza de pagos.