En el primer capítulo la autora nos explica que nunca es tarde para
ahorrar, aunque seas ya una persona grande tienes la oportunidad de
empezar a ahorrar. En este capítulo nos brinda algunas ideas para
poder poner en práctica eso de ahorrar. 1.- No dejarlo hasta el último.
No pensar en que tenemos que hacer todos nuestros gastos y si sobra,
ya ahorramos, sino al contrario, apartar aunque sea un poco desde el
inicio y proponernos apretarnos un poco el cinturón. 2.- Hacernos el
hábito: Sin importar que sea una pequeña cantidad la que
ahorraremos, que cada mes o quincena no olvidemos apartar ese
dinero. 3.- Aplicar el “quítenmelo que me lo gasto” Esta alternativa es si
de plano no confias en ti, pides ayuda a alguien más como tu jefe, por
ejemplo, para que te lo descuente de la nómina. 4.- Contarle a alguien
que queremos ahorrar, para que así teniendo un “cómplice” éste no
recuerde que tenemos que ahorrar y que nos regañe si es necesario.
¿Ricos o gastalones? A veces las
manifestaciones exteriores del dinero tienen
poco que ver con quien realmente somos.
Podemos tener el coche del año y el teléfono
nuevo, pero estar llenos de deudas. Debemos
de tener libertad financiera y para esto
debemos de conocer cómo gastamos, en qué
cosas gastamos porque realmente las
necesitamos y en qué otras gastamos sin
necesitarlas. Es necesario que no demos
cuenta si cuando compramos lo hacemos
concienzudamente o compramos
impulsivamente cuando vemos algún
descuento de alguna cosa que ni si quiera
habíamos requerido antes.
Una manera de ahorrar es eliminando los pequeños
gastos que hacemos diariamente que tal vez
podríamos eliminar si nos organizáramos mejor, como
tratar de levantarte más temprano para evitar tener
que tomar un taxi, o preparar tu café en casa y tu
lunch, en lugar de comprarlos. Es importante hacer un
inventario de las cosas que tenemos en casa, pues
muchas veces por no saber dónde las dejamos,
compramos doble. Es indispensable saber comprar,
investigar un poco antes de cualquier compra, pues a
veces por no investigar terminamos gastando el doble.
En cuestión de alimentos, electrodomésticos, medicinas,
créditos, envíos de dinero o productos que se compran
en cierta época, puede entrar a www.profeco.gob.mx a
la sección “quién es quién de los precios”. Para ahorrar
podemos buscar: Bajar nuestros gastos o intentar
generar ingresos extra, invirtiendo el dinero en algún
negocio que creamos redituable o en algún
instrumento financiero. También puede ahorrar
deduciendo impuestos.
Capítulo 2: Metas
constantes y
sonantes
En este capítulo nos hablan establecer
específicamente qué queremos. Para esto
primero tenemos que pensar en nuestras
metas, para esto debemos de ser
específicos, saber bien qué es lo que
queremos. Incluir el monto exacto que
necesitaremos. Fijar una fecha de término
(corto, mediano o largo plazo). Explicar
cómo lo haremos
Capítulo 3: ¿En qué
se te va el dinero?
El objetivo de este capítulo es que hagamos un presupuestos que nos ayude a
saber cómo usamos nuestro dinero, saber por qué a veces no llegamos al final de
la quincena, conocer nuestra capacidad de ahorro y detectar nuestra áreas de
oportunidad. El presupuesto es necesario hacerlo anualmente, utilizando la
información de cada mes. Es importante recordar los gastos cíclicos que se repiten
con cierta periodicidad. Incluye las anualidades de las tarjetas, los créditos, etc. En
tu registro de ingresos incluye todos los que tengas, ya sea por salario, honorarios,
negocios, etc. El propósito del presupuesto es que te organices mejor y elimines
aquellos gastos que no tienen prioridad para ti, para esto tienes que registrarlos
todos como mejor te acomode y después de esto compararlos con tus ingresos y
así con base a tus resultados tomar decisiones acerca de tu situación financiera.
Capítulo 4. Que no te
agarren en curva: el
fondo de emergencia
El fondo de emergencia es justo para imprevistos,
normalmente aquellos que no cubre ningún seguro.
Es dinero exclusivo para emergencias. Para estos
fondos es necesario que reservemos lo necesario, ni
más ni menos. Debes de calcular cuánto es lo que
gastaste en tu última emergencia y también en
cuánto crees que podrías necesitar si tienes otra
emergencia. El fondo debes de tenerlo idealmente en
un lugar distinto de tus ahorros. Necesitas invertirlo
en un instrumento financiero donde puedas ganar
una pequeña tasa y que el dinero esté disponible en
cualquier momento.
Capítulo 5 Tu
deuda no es culpa
de tu banco.
Debemos de darnos cuenta que las tarjetas de
crédito no son un aumento de sueldo, sino un
beneficio que debemos de aprender a utilizar de
la mejor manera. Tenemos que buscar obtener
un financiamiento adecuado, hay uno para cada
cosa, y no está demás que investiguemos cuál
nos conviene. Para escoger un buen
financiamiento hay que tomar en cuenta la
tasa de interés. El CAT (costo anual de interés)
nos ayuda a comparar entre créditos del
mismo tipo y plazos iguales. Los programas de
recompensas, las comisiones, los servicios, los
seguros, son algunas de las cosas a tomar en
cuenta también.
Tener una tarjeta de crédito no es malo como muchos dicen.
Una tarjeta de crédito y un buen uso de esta te pueden
ayudar a 1.- Hacer historial (para obtener luego un buen
financiamiento) 2.- Planeación y jineteo 3.- Van aumentando
poco a poco en beneficios 4.- Acceso para algunos servicios 5.-
Control y remedio para quienes tienen mala memoria (edo
de cuenta) 5.- Seguridad (seguros contra robos o clonaciones)
Buró de crédito: Registro de qué tan bien o mal hemos hecho
los pagos. Score de crédito: Aparte de checar qué tan bien has
cumplido con los pagos te da un puntaje.
Salir de deudas… Mucha gente que tiene
problemas con deudas no quiere ir al banco, sin
embargo lo primero que deben hacer es acudir
a este para negociar su deuda para que lleguen
a un acuerdo y sus deudas no se hagan
gigantescas. Cuando tengas muchas deudas
debes de hacer un plan para que poco a poco
las vayas pagando. Puedes empezar pagando
las pequeñas para que veas un avance más
rápido, pero un poco más costoso, o pagar
primero las grandes, aunque tardes en ver
resultados un poco más.
Capítulo 6:
Inversiones
Invertir tu dinero en un instrumento financiero es una
opción muy buena, pues si ahorras y sólo lo dejas en tu
tarjeta o bajo tu colchón, no ganas nada de dinero, sino
que pierdes, pues el dinero irá perdiendo su valor. Para
escoger el instrumento con el cuál debes invertir tienes
que tener claras tu metas y saber si quieres una
ganancia rápida o no te importa esperar, saber si ese
dinero que inviertes lo quieres arriesgar o no. Tienes que
tener cuidado cuando te ofrezcan oportunidades de
inversión muy rápidas, pues puede que te estén
estafando, debes de investigar a fondo a quién le confías
tu dinero. Las instituciones autorizadas por la comisión
Nacional Bancaria y de valores son aquellas que sí
pueden ofrecer inversiones o captar ahorros.
La bolsa de valores es un
instrumento de inversión
variable, puedes perder o
ganar dinero, el chiste es que
perseveres y no saques tu
dinero cuando pierdas por
primera vez. Un fondo de
inversión junta dinero de
muchos inversionistas y con
esto compran instrumentos
que solos no se podrían
permitir. Hay muchos tipos
dependiendo de cada
operadora. También puedes
invertir en bienes raíces, en
un negocio propio, franquicias,
etc.
Capítulo 7: Afore
y retiro
Es importante que preveas tu futuro y comiences a ahorrar para cuando ya no
puedas trabajar y lo mejor es empezar cuanto antes. Ley del 73: Reglas para el
régimen de pensiones que existía antes de 1997, antes de que se cambiara a
afores. Por este régimen se pueden jubilar todas las personas que hayan
empezado a trabajar y cotizar al IMSS antes de julio de 1997. Afores:
Instituciones financieras que resguardan e invierten tu ahorro para el retiro en
cuentas individualizadas, para entregártelo al cumplir 65 años. Puede tocarte
una renta vitalicia (para toda tu vida) Un retiro programado (sólo por cierto
tiempo) Una pensión mínima garantizada (si no logras juntas un monto que
alcance para un salario mínimo mensual, el gobierno te dará esa cantidad en la
jubilación) Siefore: sociedades de inversión en que se invierte el dinero que te
descuentan para tu retiro.
Capítulo 8:
Seguros
Los seguros protegen financieramente a una
persona ante un riesgo. Hay cuatro tipo de
seguros de “personas”: de vida o invalidez,
gastos médicos, de automóvil y para la casa.
Hay seguros básicos estandarizados y
microseguros, estos son más accesibles en
precio pues su cobertura es más limitada.
Capítulo 9 Con quién
quejarte
Lo ideal es primero buscar a quién te
vendió el producto y llegar a una
solución, si no funciona, busca a la
Procuraduría Federal del Consumidor
(Profeco) cuando se trata del sector
comercial. En el Sector financiero busca
a la Comisión Nacional para la
Protección y Defensa de los Usuarios
de Servicios Financieros (Condusef), su
función es defender y proteger los
derechos de quienes usan los servicios
financieros.
En cuestión de afores
puedes irte a quejar a la
Comisión Nacional de
Sistema de Ahorro para el
Retiro (Consar), se ocupan
de supervisar las
operaciones de instituciones
y que cumplan con la
regulación.