La presión acústica se mide en
decibelios (dB) y los especialmente
molestos son los que corresponden a
los tonos altos (dB-A).
El sonido se vuelve dañino a los 75 dB
y doloroso alrededor de los 120 dB. El
oído necesita algo más de 16 horas de
reposo para compensar 2 horas de
exposición a 100 dB.
Si llega a los 180 dB incluso puede llegar
a causar la muerte. Estos son algunos
decibelios que soportamos en nuestro
día a día :