Con A la costa (1904) y otras
novelas de fuerte contenido
social, Luis A. Martínez
(1869-1909) realizó el primer
análisis realista de la sociedad
ecuatoriana, pero sólo al final
de la década de 1920 la
narrativa ofreció una
verdadera riqueza.
También en la Sierra aparecieron novelistas,
entre los que destacó Jorge Icaza con su
alegato indigenista y su indagación en la
identidad nacional.
De 1927 data la primera novela
indigenista ecuatoriana, Plata y
bronce, de Fernando Chaves
(1902- ).