Flavell al proponer el concepto metacognición, enfatiza en las propiedades
del prefijo meta (sobre, o más allá, o más arriba), aludiendo a la capacidad de
pensar sobre el pensamiento o de una cognición sobre la cognición, la cual
consiste en el monitoreo, regulación y orquestación de los procesos
cognitivos al servicio de una meta u objetivo Ángel Valenzuela, M. (2019).
ELEMENTOS
John Flavell-1979
Conocimiento metacognitivo
Experiencias metacognitivas
Conocimiento de las metas o tareas
Conocimiento de las estrategias
Brown y otros autores (1982) sugieren la existencia
de dos tipos de conocimiento metacognitivo:
Conocimiento declarativo, referido
a la persona, a la tarea, y a la
estrategia.
La metacognición es un concepto de la psicología cognitiva que se centra en la participación del
individuo en su proceso de pensamiento. Por esto, el concepto se vuelve relevante, principalmente en
las situaciones de aprendizaje. Así, esta importancia en el campo de la educación, se debe al supuesto
de que enfatizar en el uso de estrategias metacognitivas, se antepone a la idea de aprendizaje
incidental, ya que un aprendiz experto o competente, es un participante intencional y activo, es decir,
estratégico y consciente.
Conocimiento procedimental,
ligado a la regulación de los
procesos cognitivos durante la
planificación, control y evaluación
Las funciones ejecutivas (inhibición, memoria de trabajo, flexibilidad, fluidez verbal, planificación,
autocontrol, monitoreo, clasificación, organización, etc.) son aquellos procesamiento activos llevados
a cabo cognitivamente para dar respuesta a situaciones para las cuales no tenemos una respuesta
automática o sobre aprendida. Representan constructos independientes pero moderadamente
relacionados. Suárez-Barros, A. (2016).
ELEMENTOS
Inhibición: La inhibición es la habilidad para resistir a los impulsos
y detener una conducta en el momento apropiado. Es el proceso
que nos permite suprimir, disminuir o bloquear toda aquella
información o acción que puede generar alguna interferencia
sobre los objetivos de la tarea que estemos realizando.
Suárez-Barros, A. (2016).
Memoria de trabajo: La memoria de trabajo (MT) es un
sistema que permite mantener la activación de la
información relevante en el foco atencional para la
ejecución de tareas complejas. Mediante un esfuerzo
cognitivo, el foco atencional se mantiene por sobre un
umbral de activación que permite el procesamiento
activo y complejo de información dentro del sistema.
Suárez-Barros, A. (2016).
Flexibilidad: También denominada cambio –shifting- o
conmutación atencional, es la habilidad para hacer transiciones,
tolerar cambios, resolver problemas y pasar el foco atencional
de un tema a otro cuando se requiera. Suárez-Barros, A. (2016).
Organización y categorización: La organización y la
categorización son componentes fundamentales para la
resolución de problemas. La organización implica la habilidad
para ordenar la información e identificar las ideas principales o
los conceptos clave en tareas de aprendizaje o cuando se trata
de comunicar información, ya sea por vía oral o escrita.
Suárez-Barros, A. (2016).
Planificación: La planificación se refiere a la capacidad para identificar
y organizar una secuencia de eventos con el fin de lograr una meta
específica. Involucra plantearse un objetivo y determinar la mejor vía
para alcanzarlo, con frecuencia a través de una serie de pasos
adecuadamente secuenciados. Suárez-Barros, A. (2016).
Autocontrol: El autocontrol refiere a la motivación y capacidad de
una persona para detenerse de ceder ante un deseo problemático o
ante una acción que le generará conflictos. El ejemplo más común
sería el de una persona que está a dieta, y evita su postre preferido,
o la persona que, luego de haber trabajado todo el día, evita la
comodidad de su sofá para obligarse a salir a correr o hacer ejercicio
físico. Suárez-Barros, A. (2016).
Monitoreo: El monitoreo comprende la capacidad para tener conciencia
sobre nuestras acciones y pensamientos y llevar un control o registro de
las mismas. Posee dos aspectos; el primero, se refiere al hábito de
controlar el propio comportamiento durante la realización de una tarea o
inmediatamente tras finalizarla, con el objeto de cerciorarse de que la
meta se haya alcanzado apropiadamente; el segundo aspecto, refleja la
conciencia acerca de los efectos que la propia conducta provoca en el
medio. Suárez-Barros, A. (2016).
Fluidez Verbal: La fluidez verbal es la capacidad que nos permite
desempeñarnos verbalmente con eficiencia. Se considera una función
ejecutiva que se evalúa mediante pruebas de generación que piden la
producción de palabras pertenecientes a un grupo o categoría específicos
dentro de un límite de tiempo. Se conocen dos tipos de pruebas de fluidez
verbal: fonológica (o alfabética) y semántica. Suárez-Barros, A. (2016).
Toma de decisiones: Se trata de un proceso mental que depende de la
edad, con capacidad ilimitada, que nos permite tomar decisiones frente a
situaciones o problemas. Implica la capacidad de evaluar todos los
componentes del problema, sopesar todas opciones disponibles o generar
respuestas nuevas, prever los tipos de error que pudieran cometerse y las
consecuencias o riesgos que desencadenaría la elección que se escoja.
Suárez-Barros, A. (2016).
Iniciativa: Es la habilidad para iniciar una tarea o actividad sin ser incitado a
ello. Incluye aspectos tales como la habilidad de generar ideas, respuestas o
estrategias de resolución de problemas de modo independiente.
Suárez-Barros, A. (2016).
Control Emocional: Refleja la influencia de las funciones ejecutivas
(inhibición, automonitoreo) en la expresión y regulación de las diferentes
emociones humanas. Suárez-Barros, A. (2016).