Los faros de un coche son los proyectores de luz que sirven para iluminar el camino de un vehículo por la noche.
También sirven para que el vehículo sea más visible a los demás, cuando hay poca visibilidad. Este componente
ahora obligatorio en los vehículos automóviles, no siempre lo ha sido. Aunque hoy no se pueda imaginar otro
tecnología que no sea la eléctrica, en los inicios del automóvil era simplemente una linterna que utilizaba la luz de
la llama de una vela, o bien de una lámpara de petróleo o bien de acetileno.
Faro halógeno
Este tipo de faros es el más común, ya que lo
incluyen de serie casi todos los modelos de
gama media y baja y es el más sencillo y
económico. Este tipo de faros se utiliza desde
1962 y aunque la tecnología de las bombillas
ha ido mejorando con el tiempo, tienen
prestaciones limitadas ya que difícilmente
pasan aproximadamente de las 800 horas de
uso. El halógeno es muy parecido a las
bombillas tradicionales de filamento, con la
diferencia de que el interior se rellena con un
gas que aumenta la capacidad lumínica.
Faro de xenón
Esta iluminación proporciona hasta tres veces más de potencia lumínica que
las luces halógenas con mucha menos de potencia consumida. Este tipo de
faros utilizan lámparas de descarga de gas de alta intensidad. Su haz de luz
es superior al de las bombillas halógenas y su vida útil ronda entre las 2000
o 2500 horas de uso. Con un funcionamiento y construcción diferentes, este
tipo de iluminación se compone de electrodos que generan electricidad que
calienta el gas Xenón que se ubica en la ampolleta. Utiliza el mismo
mecanismo que un tubo fluorescente convencional. Se dice que este tipo de
lámparas no se funden, la realidad es que no tienen un filamento pero sí que
pueden sufrir averías, para saber si decae su vida útil, los síntomas que
aparecen es que su tonalidad se vuelve azulada o amarillenta o que
produzcan “parpadeos” en el haz de luz. Su precio es considerablemente
más caro, aunque hay que tener en cuenta que su vida útil se triplica con
respecto a las primeras.
Faros láser
Audi y BMW han ido un paso más allá de los led, y han
sido los primeros en incorporar de manera opcional en
sus vehículos los faros láser. En resumen, son un
sistema que gasta menos energía y que ilumina más. Los
nuevos faros láser pueden llegar a iluminar hasta 600
metros de distancia, el doble que los faros led. Son
ópticas de gran fiabilidad con una larga vida útil, incluso
ante un uso prolongado en condiciones extremas. El
precio de los faros de última generación es muy elevado
si los comparamos con los sistemas halógenos o de
xenón. Además, es posible que haya que cambiar la
óptica entera ante un fallo. Pero si tenemos en cuenta
sus posibilidades y rendimiento, son sistemas de
iluminación inalcanzables por las luces tradicionales.
En cuanto a la seguridad, las luces led y láser son
claramente superiores gracias a sus prestaciones. Si
hubiera que escoger entre un sistema u otro, la decisión
debería tomarse en función del uso del vehículo. Estas
permiten crear ópticas más pequeñas c
Faro de led
Este tipo de tecnología se introdujo en los
coches para iluminar las ópticas de los
frenos y los intermitentes. Cuentan con
diversos diodos led que funcionan con
energía eléctrica de corriente continua.
Emiten su máxima capacidad lumínica casi
al instante de encenderlas y permiten
funcionalidades como las luces adaptativas,
que reducen o aumentan la intensidad de
iluminación dependiendo de las condiciones
de la vía o los sistemas de
antideslumbramiento automáticos. Los
diodos led tienen en teoría una duración
infinita. La parte negativa es que un faro de
led es generalmente una unidad indivisible,
por lo que la rotura de este componente
suele implicar el reemplazo del faro al
completo y se trata de una avería que va
entre 600 y 1000€ en función del modelo.
Sus ventajas son evidentes: poco peso y
posibilidad de instalarlos de casi cualquier
forma con un consumo realmente reducido
y sobre todo, una vida útil que gira sobre las
10.000 horas.
Los sistemas de iluminación del coche son imprescindibles para la
seguridad del conductor, es por este motivo que los fabricantes de
coches han ido modificando la tecnología de los faros y las luces de
posición, pasando de las lámparas halógenas y el cristal a tecnologías
más avanzadas como el LED o el láser. Esta necesidad es simple y
llanamente primordial, no sólo para ver, sino también para ser visto
por el resto de usuarios de la vía. Lo primero que hay que saber es que
los mejores faros o los más caros no sirven de nada si no alumbran
correctamente. Los faros de led y de xenón incluyen tecnologías de
regulación automática de altura y solo modifican su dirección de la luz
dentro de unos parámetros muy concretos. Se recomienda que el
reglaje de los faros se realice periódicamente, ya que es algo barato,
sencillo y muy eficaz, así evitaremos deslumbrar a los conductores que
circulan en sentido contrario.