El estudio del comportamiento humano comienza a principios del siglo XIX. El trasfondo de la primera
sociología fueron los cambios que produjo la revolución francesa e industrial en el siglo XVIII en
Europa, la forma en la que cambio la manera de entender el mundo social.
Esta especialización la asoció con la Estratificación Social (fundamental en el objeto de estudio de la
sociología clásica) en la que las clases sociales que se formaban eran producto de la desigual
distribución de la propiedad, lo que daba lugar a las distintas subculturas y tipos de personalidad.
Los himnos, los ritos, las marchas, etc., son símbolos místico-religiosos y políticos que ayudan a lograr
la identidad de las personas que buscan la cohesión entre sí.
La sociología de Saint-Simon que aportó nuevas concepciones sobre
las leyes de la vida social y estableció bases para las ciencias
positivas ejerció una fuerte influencia en el liberalismo francés e
inglés, en el nacionalismo italiano y en el socialismo de Marx y
Engels.
Otros aportes de la Sociología como ciencia
son el análisis sobre la religión y la cultura,
que son fenómenos generadores de sistemas
de símbolos, ya sea religiosos o políticos, que
permiten cohesionar a la población cuando
existe crisis en la sociedad y su estado es
anímico.
La influencia sociológica europea en latinoamérica tomó forma en el contexto de la
Guerra Fría en la pos segunda guerra mundial a mediados de siglo. Las múltiples
teorías esbozadas como paradigmas del funcionalismo estructural y el marxismo
clásicos y posclásicos o contemporáneos continúan explicando parcialmente
fenómenos sociales estructurales, pero ampliando o criticando parte de su riqueza
teórica-metodológica.
El capitalismo, y el socialismo, y sus contradicciones en
la sociedad mundial y local, han generado acelerados
cambios transformadores, dando apertura a los nuevos
tiempos que continúan desafiando al pensamiento
sociológico y de las Ciencias Sociales.
La globalización ha hecho frágiles las identidades, volubles, maleables y permeables, que ha dado paso
a la individualidad en términos de ciudadanía; el individuo, para poder integrarse a una sociedad cada
vez más global, tiene que pasar sin identidad fija, tiene que inventar, crear y moldear máscaras de
supervivencia.