En química, los polímeros son un tipo de macromoléculas constituidas por cadenas de unidades más simples, llamadas monómeros, unidas entre sí mediante enlaces covalentes.
Ámbito cultural: Los polímeros han
estado presentes en la vida y la
naturaleza desde sus comienzos y un
ejemplo de ello son las proteínas. No
obstante, los polímeros artificiales
surgieron a mediados del siglo XIX y su
desarrollo continúa hasta nuestros días.
Impacto positivo: en la industria textil cada vez
ganan más protagonismo los materiales sintéticos
en forma de fibras artificiales como el nylon, el
poliéster, las fibras acrílicas (semejantes a la lana)
o el pelo sintético; no solo por motivos éticos sino
también por su menor coste.
Impacto negativo: La causa del problema en sí es el
consumo excesivo y descontrolado que le damos al plástico;
en otras palabras, aún no somos conscientes y tampoco
nos preocupamos por el daño que estamos haciendo al
ambiente y a nosotros mismos.
Ámbito ambiental: en el mundo circulan
alrededor de 8,300 millones de toneladas
de plástico, los científicos indican que
6,300 millones de toneladas son desechos;
de ellos, sólo 9% ha sido reciclado, 12%
incinerado (por combustión o pirólisis,
descomposición a altas temperaturas) y
79% se acumula en vertederos o en el
medio ambiente.
impacto positivo: su versatilidad ha permitido usos que
van desde lo más simple, como las bolsas de plástico,
pasando de manera transversal casi por todas las
industrias a usos más sofisticados como, por ejemplo, los
implementos médicos.
impacto negativo: los polímeros tardan generaciones
en descomponerse. Otros factores como el consumo
de energía y los residuos peligrosos que genera su
fabricación son perjudiciales para el efecto
invernadero.
Ámbito económico: Los plásticos empezaron a
industrializarse de manera masiva en los años 50.
Hoy están presentes en todos los ámbitos. El
avance de la industria de los polímeros se
intensificó a partir de 1926, cuando el químico
alemán Hermann Staudinger expuso su teoría de
los polímeros
Impacto positivo: la industria de los polímeros
ha seguido avanzando a pasos agigantados,
desarrollando nuevos elementos como el
polietileno o el polipropileno, dos de los
polímeros más usados en la actualidad.
Impacto negativo: provoca
millones de toneladas de residuos
que ya han convertido nuestros
mares en auténticos vertederos:
cada segundo se arrojan al mar
200kg de plástico, lo que se
traduce en más de 600 toneladas
anuales.
Ámbito político: Esta industria dio otro gran salto en la Segunda
Guerra Mundial cuando la mayoría de los países, debido a los
embates de la época, no recibían materias primas y se vieron
obligados a desarrollar nuevos polímeros para sustituir lo que
utilizaban normalmente para producir distintos productos o,
incluso, para desarrollar armas de combate.
Impacto positivo: su desarrollo ha sido uno de los mayores avances
tecnológicos llevados a cabo por el hombre en el último siglo, convirtiéndose
en el material base sin el cual no seríamos capaces de fabricar un gran
número de objetos.
impacto negativo: este tipo de plásticos requieren condiciones muy especiales para biodegradarse
correctamente. Si no se hace de la forma apropiada, pueden ser aún más nocivos para el medioambiente
que los plásticos convencionales, sobre todo porque cuando los plásticos biodegradables se entierran
producen -durante su descomposición- peligrosos gases de efecto invernadero.
Estos son moléculas orgánicas de enorme importancia
tanto en el mundo natural como en el industrial. Entre
estas moléculas se incluyen el ADN en nuestras células, el
almidón de las plantas, el nailon y la mayoría de los
plásticos.
A finales del siglo XIX e inicios del XX se descubrió cómo
manipularlos.
Se clasifican según su origen, los polímeros
pueden ser: Polímeros naturales: su origen es
biológico. Polímeros sintéticos: son creados
enteramente por el ser humano.
Algunos de los polímeros más conocidos y de mayor importancia
humana son: Policloruro de vinilo, Poliestireno,
Polimetilmetacrilato, Propileno y Poliuretano.