1. Todos los agentes
económicos deben
enfrentarse a disyuntivas
y decisiones
“El que algo quiere, algo le cuesta”, para conseguir una cosa, normalmente tenemos que
renunciar a otra que también nos gusta. En la mayoría de las guerras que ha habido, en sus
últimas etapas, una vez acabado el alimento que mantenía a los ejércitos en pie, se ha tenido
que elegir entre alimentarles o conseguir más armamento (cañones vérsus mantequilla).
2. Toda decisión
conlleva un coste de
oportunidad
Basándonos en las disyuntivas del primer principio, el individuo tiene que comparar los costes y
los beneficios de las diferentes opciones posibles para tomar decisiones. Muchas veces el coste de
una cosa es el renuncio de la otra cosa. Mientras que estudiabas en el instituto, perdías el dinero
que podrías haber conseguido trabajando en vez de formarte; y al revés podrías haber perdido la
formación y mejor empleo y sueldo por un trabajo que no exigía estudios.
3. Análisis marginal
y pensamiento
racional
Una persona emprende una acción solo si el beneficio marginal de éste es mayor que su coste
marginal. Una compañía aérea está siempre dispuesta a vender un billete a precio inferior si el avión
está a punto de despegar, ya que se beneficia más de llevar un pasajero a menor coste, que de hacer
el viaje con ese asiento vacío.
4. Los agentes
económicos se
movilizan en base a
incentivos
Un incentivo es algo que induce a una persona a actuar. El cambio
del precio de la fruta en el mercado, si el precio baja, las personas
comprarán más, porque tienen el incentivo de que por menos
dinero, se llevan mayor cantidad de fruta.v
5. El comercio como mejora
del bienestar
El comercio permite a cada país especializarse en lo que hace mejor y así obtener lo que mejor hacen
otros países, consiguiendo así que todos se beneficien. Tú eres más rápido cocinando que tu
hermano, y tu hermano es más eficiente haciendo la colada. Lo más razonable es que cada uno haga
lo que mejor sabe desempeñar y así todos se puedan beneficiar; tú de obtener tu ropa limpia y
planchada y él de tener su plato de comida en condiciones.
6. Los mercados organizan la
actividad económica de
forma eficiente
“La mano invisible del mercado”, es un mecanismo de autoregulación que permite que el mercado
se mantenga eficiente. Tú cuando no compras al frutero porque la fruta está en mal estado, estás
indirectamente beneficiando al mercado, ya que el frutero terminará dándose cuenta del estado de
sus productos y los cambiará, haciendo así como los engranajes de un reloj, que el frutero pida a
proveedores, los proveedores a minoristas, estos a mayoristas étc. Consiguiendo que en cadena haya
productividad y beneficio.
7. Los gobiernos pueden mejorar el bienestar
mediante el estado de derecho, la mejora de la
situación de equidad, así como promoviendo la
eficiencia
Las normativas que pueda poner el Estado evitan el fallo de mercado, que es una situación en la que
el mercado no asigna eficientemente los recursos por si solo. Si en un pueblo, el agua solo sale de un
pozo de la que es dueño un individuo que no quiere compartir, puede intervenir el Estado por el
beneficio de todos.
8. El nivel de vida de los ciudadanos de un
país depende de la capacidad de este para
producir bienes y servicios
Las normativas que pueda poner el Estado evitan el fallo de mercado, que es una situación en la que
el mercado no asigna eficientemente los recursos por si solo. Si en un pueblo, el agua solo sale de un
pozo de la que es dueño un individuo que no quiere compartir, puede intervenir el Estado por el
beneficio de todos.
9. Los precios se disparan con el
aumento de masa monetaria y el déficit
fiscal
Cuanto más dinero se imprima, el valor de este disminuye proporcionalmente. El ejemplo más
chocante que conocemos acerca de éste fenómeno, es de Alemania. En 1921 un periódico valía 0,30
marcos, en noviembre de 1922, ese mismo costaba 70.000.000 marcos. Esto se debe a la inflación
(aumento general de los precios), en la Alemania de esa época los precios se triplicaban y la solución
del Estado fue imprimir más dinero. Por lo cual cada vez tenía menor valor.
10. En el corto plazo, el pleno empleo
y la inflación moderada son
decisiones opuestas
La inflación conviene que esté baja para evitar lo ocurrido en Alemania en 1922, pero muchas veces
un aumento de la cantidad de dinero estimula el nivel total del gasto, por lo cual la demanda de
bienes y servicios. El incremento de la demanda desemboca en una futura subida de precios por
parte de las empresas, pero esto también las estimula a contratar trabajadores, disminuyendo así el
desempleo.