METODOLOGÍAS DE LAS
CIENCIAS SOCIALES EN EL
TRABAJO SOCIAL.
PECULIARIDADES METODOLÓGICAS DE
LAS CC.SS Y SU REFLEJO EN EL
TRABAJO SOCIAL
Las ciencias sociales como método , resultan diferentes según el
objeto, y las CC.SS se caracterizan por su pluralidad. Según Dilthey las
características de las CC.SS son:
LA INDIVIDUALIDAD. Implica
que cada individuo es diferente,
único y distinto.
HISTORICIDAD. implica
que el espacio
geográfico cultural
afecta a la sociedad.
CONCIENCIA. Quiere decir que las
personas somos conscientes
de nuestra realidad.
Es importante conocer las características de las CC.SS y límites
del manejo de técnicas en nuestro ámbito de actuación. Las
razones de la existencia de estas peculiaridades vienen de:
OBJETO: La intervención
social permite conseguir
el acercamiento al
objeto de intervención.
Sus características son:
1.Complejidad.
2.Dinamicidad.
3.Sencibilidad.
SUJETO: Debemos
acercarnos a las
personas, reconociendo
que tienen valores y
socializan entre ellas.
PROCESO: Es la manera de generar
conocimiento y transformar nuestro
objeto. En el proceso se resaltan
carencias con el uso de herramientas
básicas para el análisis de interacción.
TIPOS DE DEFICIT: -Déficit conceptual.
-Déficit teórico. -Déficit metodológico.
-Déficit tecnológico.
FINES: Nuestro propósito
como trabajadores sociales
es influir positivamente en
la sociedad, ayudando en
los problemas y
necesidades de las
personas.
DIMENCIÓNES METODOLÓGICAS
Y PROPUESTA DE INTEGRACIÓN.
Las dimensiones metodológicas son formas de
analizar una situación y para su mejor comprensión,
se plantean de manera dicotómica. Se dividen en:
SEGÚN SU EXTENCIÓN. Micro y macro: Éstas categorías no sólo van referidas a los tipos de
intervención, sino que también se utilizan hacer referencia a dos
perspectivas de análisis e interpretación. Los trabajadores sociales
utilizan estos conceptos, por ejemplo: marginación (micro), marginación
(macro). Debemos identificar las dos dimensiones en nuestro accionar
profesional.
SEGÚN SU NIVEL. Objetivo-Subjetivo.
Representan dos polos de una misma
dimensión: el nivel de análisis, y cuyos extremos
estarían representados por lo objetivo. Se debe
trabajar con las dos dimensiones y no limitarse
a solo uno de estos extremos.
SEGÚN EL CRITERIO REGULADOR DE LAS
RELACIONES SOCIALES. Orden-conflicto.
El orden es el equilibrio donde domina la
cooperación y donde los individuos y los
colectivos contribuyen al funcionamiento
de la sociedad en conjunto. Las normas y
valores sostienen los comportamientos
sociales, pero si no se cumplen, se
consideran a la persona incompetente
del deber social.
INTEGRACIÓN DE LAS DIMENSIONES.
Si atendemos a las dimensiones extensión y nivel, obtendríamos cuatro espacios: El contexto
material e institucional (espacio macro – objetivo), el cultural (marco – subjetivo), la conducta (micro‐
objetivo) y las motivaciones, gustos y deseos (micro – subjetivo).
Howe, por otra parte, da lugar a cuatro paradigmas definen fundamentalmente las diferentes
perspectivas en el análisis de los fenómenos sociales. La sociedad funciona en un contexto de
conflicto, que funciona para algunas personas, si nos centramos en las condiciones de vida, en lo
objetivo, en lo material, nuestra intervención será revolucionaria, en el sentido de procurar el cambio
para un más justo reparto de los recursos, pero si nos centramos en lo subjetivo, nuestra
intervención sería la de concienciación de los individuos, de que estos pueden cambiar las cosas.
PROCESO DE INTERVENCIÓN SOCIAL.
Para el Trabajo Social, la intervención social es la acción organizada y
desarrollada por los trabajadores sociales con las personas, grupos y
comunidades, orientada a superar los obstáculos que impiden avanzar en el
desarrollo humano y en la mejora de la calidad de vida de las personas.
La intervención debe ser: Amplia, comprensiva, participativa, y movilizadora.
El proceso de intervención tiene cinco etapas:
1. Observación‐ Estudio: El primer
paso en cualquier intervención es
la observación.
2. Interpretación‐ valoración: El
conocimiento del objeto incluye
saber cuáles son sus características
y la relación que guardan.
3. Planteamiento de la acción: se
basa en las hipótesis explícitas o
implícitas derivadas de la fase
anterior y en un adecuado
planteamiento de la acción que se
llevará a cabo.
4. Acción‐ actuación: Se tratará de
una acción orientada a ayudar a
individuos y grupos para que
alcancen sus objetivos.
5. Evaluación: Toda
intervención debe someterse a
una valoración para el
cumplimiento de objetivos.
Estructura básica del
procedimiento.
Respecto al proceso: El proceso es
continuo, avanza en espiral, es
retroactivo y simultáneo.
Respecto a la acción: Es un proceso
racional, conllevan una serie de
pautas sistemáticas y ordenada, debe
ser consistente y fundamentada y
sobre todo debe ser efectiva y crítica.
LA OBSERVACIÓN.
Ver es de forma física, mirar es de forma
intencional y observar es de forma
intelectual. La observación no tiene
interés en sí mismo, si no que se justifica
porque la observación nos permite
entender, comprender, explicar la
situación.
Nivel micro: Se considera a la r, a la persona
destinataria de la actuación, a su familia y al
entorno que le rodea. Se analiza la situación del
usuario y el entorno, posteriormente
pondremos a disposición recursos y apoyos.
Situación de crisis y expectativas del
usuario: La persona que acude a un
trabajador/a social principalmente es
por una dificultad a la que se asocia
un sufrimiento y que es interpretada
generando un determinado
sentimiento, y las personas esperan
nuestra ayuda profesional.
Demanda – necesidad ‐ satisfactor
La demanda es lo requerido
por el usuario, la necesidad
es el problema en el que este
se encuentra y el satisfactor
es lo que puede y permite
superar esta necesidad.
En la Intervención macro la observación debe ser: Amplia, comprensiva, participativa y movilizadora.
INTERPRETACIÓN‐ VALORACIÓN Y PLANTEAMIENTO.
2. Planteamiento.
Consiste en plantear, decidir con los distintos agentes y destinatarios de la acción cómo se pretende
conseguir el cambio deseado. Hay que tener en cuenta y hacer una gestión
inteligente y eficaz del entorno, con las oportunidades, posibilidades y recursos que este puede
ofrecernos; así como de la persona: con sus capacidades, intereses y actitudes.
La interpretación y valoración de la situación estará muy
condicionado por tres elementos: la teoría utilizada, el
contexto cultural, el agente‐interventor/a y el marco
institucional‐organizativo de la intervención. los
destinatarios de la acción deben saber en base a qué
ideas, principios, criterios. se hace la
interpretación‐valoración de su situación.
La teoría utilizada: Punto de vista teórico.
El contexto cultural: Interpretamos
en base a nuestros esquemas
culturales compartidos por nuestro
grupo cultural de pertenencia.
La persona: La objetividad es un valor
de referencia. Debemos ser lo más
objetivos posibles sabiendo que la
objetividad total no existe.
La Organización desde la que se trabaja: la
organización establece una importante
influencia en el modo de interpretar y
valorar las situaciones que atraviesan las
personas destinatarias de la intervención,
hasta el punto de conformar una especie
de modelo teórico‐ideológico de cuya
influencia el profesional no podrá escapar.
Se refiere a la intervención con las personas,
familias y comunidades en asuntos relativos al
bienestar y calidad de vida. En función del nivel de
intervención, se distinguirá entre la intervención
micro y macro siendo ambas objeto de interés.
En la intervención macro consiste en incrementar la
competencia de la comunidad. Esto se relaciona con los
procesos de fomento del capital social/ de empoderamiento.
Empoderamiento: Proceso por el cual las
personas fortalecen sus capacidades,
confianza, visión y protagonismo como grupo
social para impulsar cambios positivos.
Capital social: Es la colaboración social
entre los diferentes grupos para
aprovechar oportunidades surgidas a
partir de ellos, a partir de cuatro fuentes
principales: el afecto, la confianza mutua,
las normas efectivas y las redes sociales.
2. La evaluación.
Proceso de intervención social la cual es clave para la generación de
conocimiento y la mejora de los procesos. La evaluación es una reflexión
de la intervención social, hay que tener en cuenta el propósito de la
intervención que nos reporta conocimientos y nos ayuda a reinterpretar la
situación, replantear el servicio y cambiar lo que sea necesario en él.