EL FUNDAMENTO DE LA MORAL Son los razonamientos (dados desde distintas escuelas de filosofía moral) que intentan establecer los fundamentos de lo considerado «bueno» o «malo». Estos fundamentos se encuentran representados por las siguientes escuelas: Subjetivismo ético.
Entendemos útilmente lo que
se puede utilizar o utilizar para lograr un
fin. Stuart Mill (1806-1875), principal
representante de esta tesis, afirmó que la
meta humana es la felicidad y que la
acción humana debe estar dirigida a
lograr la mayor felicidad general,
reduciendo el dolor y aumentando el
placer. Es importante en su pensamiento
que la búsqueda y el logro de la felicidad
no es solo una búsqueda personal, sino
social. La condición social del hombre es
su estado natural y se basa en la simpatía
entre las personas. La felicidad es el único
fin de la acción humana, todo lo demás es
un medio para alcanzar esta felicidad.
La naturaleza humana
La moral tiene sus raíces en la razón, y
la razón constituye la naturaleza, la
esencia del hombre. Esta disposición
incluye factores como la genética,
motivos, pensamientos, acciones y
acciones. Sócrates y Aristóteles creían
que los humanos debían actuar de
acuerdo con la naturaleza y alcanzar la
felicidad.
El deber
El mayor representante de esta tesis es Kant
(1724-1804). La ética formulada por Kant es
conocida como la ética del Deber. Y éste se
refiere a un mandato que debemos cumplir en
forma necesaria y universal para de esa forma
ser moral. Kant dice que existe un mandato
universal, que ordena, no lo que debemos hacer,
sino el cómo hacerlo. Además indica que una
misma acción puede ser la presencia o ausencia
de mala o buena voluntad, esta buena voluntad
es libre y autónoma.
La buena voluntad
Kant llamó al amor y respeto a
la ley a la buena voluntad de
obrar conforme al deber, y esto
es lo que constituye la grandeza
moral humana.
El amor
El amor es considerado
tradicionalmente uno de los
motivos que conducen a las
buenas obras. Los sentimientos
de afecto, solidaridad, amistad,
amor de pareja, amor maternal,
etc. llevan a menudo a la
persona a tomar decisiones
muchas veces contrarias al
propio bienestar o felicidad.
El contrato social
El contrato social como base de la moralidad.- El
hombre necesita vivir en sociedad para su
supervivencia y desarrollo. La realidad de vivir en
sociedad lo condiciona a renunciar a algunas de
las ventajas que puede vivir solo, considerando las
otras ventajas que obtiene al vivir en un grupo
humano. En un contrato social, la sociedad te
obliga a obedecer la ley, si no la cumples, te
sancionará. La sociedad puede obligar a los
particulares a cumplir con su parte del Contrato
mediante multas u otras sanciones, pero los
particulares también tienen derecho a demandar
si las autoridades no cumplen con sus
obligaciones.