Características del Estado unitario
Los Estados unitarios, como otros tipos, tienen unas características en común:
El poder político recae sobre el Gobierno central: ejecutivo, legislativo y judicial pertenecen a la misma unidad política.
Presentan descentralización administrativa, con el fin de gestionar los recursos más eficientemente.
Algunos Estados también descentralizan cierto grado del poder político.
Suele darse cuenta en Estados pequeños.
Estos Estados suelen ser muy homogéneos a nivel cultural y lingüístico.
1. Estado unitario simple o centralizado: Se trata de la forma
más pura de Estado unitario, aunque esta pureza suele ser más
teórica que práctica. Supone la centralización total tanto del
poder político como del administrativo. En la práctica, debido a
cuestiones lógicas, caen en un cierto grado de
descentralización, pero este es mínimo. Como ejemplos
podemos destacar Hungría, Eslovenia y Francia.
2. Estado unitario descentralizado: Este es un Estado cuyo poder de
decisión se encuentra en el Gobierno central, pero que deja a las
unidades territoriales inferiores un gran margen de actuación. El
Gobierno central, además de tener unas competencias propias y
exclusivas, establece un marco general de actuación, dejando a las
regiones decisiones como la implantación, la ejecución o la
administración de los recursos. Como ejemplos encontramos países
como Colombia, España e Italia.