Cuando se presenta el mesianismo en la dictadura, el
dictador se compara con Dios. El gobernante cree
tener poderes, influencia, características de un dios
que le ayuda a gobernar su tierra. De cierta manera, el
mesianismo se parece al derecho divino; cuando el
gobernante aclama ser elegido por Dios para
gobernar. Este líder supuestamente elegido por Dios,
es como su representante o una entidad que se sienta
a lado del trono de Dios. Para resumir, el dictador se
ve a símismo como una entidad quizá "divina" que
tiene que gobernar cierta tierra.
"¡Señor, Señor, llenos están los cielos y la
tierra de vuestra gloria! El Presidente se
dejaba ver, agradecido con el pueblo que así
correspondía a sus desvelos, aislado de
todos, muy lejos, en el grupo de sus íntimos.
¡Señor, Señor, llenos están los cielos y la
tierra de vuestra gloria! Las señoras sentían
el divino poder del Dios Amado. Sacerdotes
de mucha enjundia le incensaban. Los
juristas se veían en un torneo de Alfonso el
Sabio." (Pg. 59)
“¡Señor, señor, están los cielos
y la tierra de vuestra gloria!”
“Como Jesús, hijo del pueblo”
(pg. 59)
Patrioterismo Salvacionista
Patrioterismo
Cuando ablamos del patrioterismo, estamos hablando sobre el amor a la patria basicamente. El amor a la patria, se refiere a la tierra, la gente, sus
culturas, tradiciones, todo aquello que le da originalidad y define al país. Podemos decir que un dictador es otro nombre que se le da a un caudillo, ya
que comparten mayoría de las características. Hay una característica clave que se debe presentar en el dictador o caudillo; el carisma. El carisma es
clave para el patrioterismo, ya que el patrioterismo junto al carisma, se gana a la población de una manera muy eficiente. El Señor Presidente, un
dictaor/caudillo, a pesar de dar imopresiones muy obvias de su maldad, aparenta ser una persona empática, que le importa su gente. Esta técnica es
muy útil para los dictadores ya que ayudan a extender el período de su reinado.
"—Vaya usted mismo, general;
presente a la viuda mis condolencias
y hágale entrega de esos trescientos
pesos que le manda el Presidente de
la República para que se ayude en los
gastos del entierro." (Pg. 22)
"—¡Viva el Señor Presidente! —¡Viva el Señor
Presidente de la República! —¡Viva el Señor
Presidente Constitucional de la República! —¡Con
un viva que resuene por todos los ámbitos del
mundo y no acabe nunca, viva el Señor Presidente
Constitucional de la República, Benemérito de la
Patria, Jefe del Gran Partido Liberal, Liberal de
Corazón y Protector de la Juventud Estudiosa!..." (Pg. 60)
Salvacionista
Tal como se supone que Dios nos salvará a todos
cuando el día llegue, el dictador se propone a hacer
lo mismo, pero obviamente, eso es solo algo que el
dictador dice para ganarse al público. El dictador
reclama que él va a salvar al pueblo y liberarlos de
sus problemas.
"Vea, señor Auditor —le dijo el Presidente al concluir aquél de exponerle los
hechos—; déjeme aquí esa causa y óigame lo que le voy a decir; ni la señora de
Rodas ni Miguel son culpables; a esa señora mándela poner en libertad y
rompa esa orden de captura; Y en cuanto a los otros dos reos, Vásquez y
Rodas, siéntemeles la mano, que son un par de pícaros; sobre todo Vásquez,
que sabe más de lo que le han enseñado... Puede retirarse." (Pg. 83)
"¡Alguien que se precia de ser
amigo del Presidente de la
Republicano no abandona en la
calle a un infeliz herido víctima
de oculta mano!" (Pg. 22)
Tanatofilia
Este término es probablemente el que se relaciona mejor con el dictador.
Primero, una de las maneras en las cuales un dictador surge es por el
derrocamiento del gobierno anterior. El dictador generalmente mata al líder
anterior para poder él ser el nuevo gobernante; ahora, ya que el dictador es
el líder supremo, debe mostrar que solo él tiene todo el control. ¿Cómo lo
hace? La estrategia principal y más utilizada por el dictador es imponer el
miedo. ¿Cómo logra imponer el miedo? con matar y torturando gente, así de simple. Este
personaje, de esta manera, hace saber a la gente que "'YO' tengo el poder".
«Fusilo, luego existo»
(http://institucional.us.es/revistas/philologia/7/art_8.pdf)
"—¡General, que le den doscientos palos a éste, ya
ya! —rugió el Presidente; y pasó en seguida a la Casa
Presidencial. La comida estaba puesta." (Pg. 20) "Sin
dejar el plato, la sirvienta corrió a alcanzar al
ayudante y le preguntó por qué no había aguantado
los doscientos palos. —¿Cómo por qué? ¡Porque se
murió!" (Pg. 21)
"—¡Hay que fajarle! —sugirió un policía con voz de mujer, y otro con un vergajo
le cruzó la cara. —¡Diga la verdad! —gritó el Auditor cuando restallaba el
latigazo en las mejillas del viejo—. ¡...La verdad o se está ahí colgado toda la
noche! —¿No ve que soy ciego?... —Niegue entonces que fue el Pelele... —¡No,
porque ésa es la verdad y tengo calzones! Un latigazo doble le desangró los
labios... —¡Es ciego, pero oye; diga la verdad, declare como sus compañeros...!
—De acuerdo —adujo el Mosco con la voz apagada; el Auditor creyó suya la
partida—, de acuerdo, macho lerdo, el Pelele fue... —¡Imbécil! El insulto del
Auditor perdióse en los oídos de una mitad de hombre que ya no oiría más. Al
soltar la cuerda, el cadáver del Mosco, es decir, el tórax, porque le faltaban las
dos piernas, cayó a plomo como péndulo roto." (Pg. 9)
Misantropía
Hay una razón por la cual los dictadores se paran en
plataformas elevadas para dar anuncios o discursos públicos.
Ellos se paran en lugares elevados para ver hacia abajo en la
población, es decir, que el dictador cree que cada individuo
es una existencia abajo de él en la pirámide. Los excluye
como seres humanos porque para el dictador, nada llega a su
nivel.
"—Yo le diré, don Luis, ¡y eso sí!, que no estoy dispuesto a que por
chismes de mediquetes se menoscabe el crédito de mi gobierno en
lo más mínimo. ¡Deberían saberlo mis enemigos para no
descuidarse, porque a la primera, les boto la cabeza! ¡Retírese!
¡Salga!..., y ¡llame a ese animal! De espaldas a la puerta, el sombrero
en la mano y una arruga trágica en la frente, pálido como el día en
que lo han de enterrar, salió el doctor Barreño. —¡Perdido, señor
secretario, estoy perdido!... Todo lo que oí fue: «¡Retírese, salga,
llame a ese animal!...» —¡Yo soy ese animal!" (Pg. 18)
"El general, que permanecía cuadrado,
con el quepis en la diestra, sin parpadear,
sin respirar casi, se inclinó, recogió el
dinero de la mesa, giró sobre los talones y,
minutos después, salió en automóvil con
el féretro que encerraba el cuerpo de ese
animal." (Pg.22)
Megalomanía
El dictador obviamente tiene todo el poder, eso viene sin tener que
explicar, pero por tener tanto poder, su glutonía por el poder se
vuelve cada vez más y más inmensa. Tienen tanto poder que le da
un miedo inmenso de perderlo y al mismo tiempo quieren extender
su dominio hasta lo inimaginable. Para resumir, la megalomanía es
el querer del poder.
"—¡Yo, el primero, Señor Presidente, entre los
muchos que profesamos la creencia de que un
hombre como usted debería gobernar un pueblo
como Francia, o la libre Suiza, o la industriosa
Bélgica o la maravillosa Dinamarca!... Pero
Francia..., Francia sobre todo... ¡Usted sería el
hombre ideal para guiar los destinos del gran
pueblo de Gambetta y Víctor Hugo!" (Pg. 22)
"—Y por eso, señores, venimos a festejar hoy día al
muy ilustre protector de las clases necesitadas, que
vela por nosotros con amor de padre y lleva a
nuestro país, como ya dije, a la vanguardia del
progreso que Fultón impulsó con el vapor de agua y
Juana Santa María defendió del filibustero intruso
poniendo fuego al polvorín fatal en tierras de
Lempira. ¡Viva la Patria! ¡Viva el Presidente
Constitucional de la República, Jefe del Partido
Liberal, Benemérito de la Patria, Protector de la
mujer desvalida, del niño y de la instrucción!»" (Pag.61)