Los reformadores (entre ellos Commenio) fundan
escuelas para propagar su credo.
Muchos reformadores renacentistas interesados en la
educación, influyen en su Didáctica Magna. Estos son:
Lutero, Erasmo de Rotterdam, Juan Luis Vives.
Hay dos líneas profanas que se cruzan en la Didáctica Magna: la
experimental, basada en la observación y experimentación de los
fenómenos naturales; y la platónica hermenéutica, basada en la
similitud y desciframiento de las cosas del universo.
La profanación
especular-hermenéutica
Según Francis Bacon, todos nacemos con el espíritu
inclinado a encontrar similitud en todas las cosas, aún
habiendo diferencias notables.
Tres son las vidas del hombre: vegetativa,
animal e intelectiva.
Enseñar es la disposición de tiempo, objeto y método. Este
último debe ser único, relacionando a los contrarios:
enseñar-aprender, leer-escribir, palabras-cosas.
El hombre es el compendio del universo,
macrocosmos; y la mitad del universo,
microcosmos.
La visión necesita tres elementos: el ojo, el objeto
y la luz. El ojo como entendimiento, el objeto las
cosas alrededor y la luz la atención.
Modelo explicativo-causal del
aprendizaje
La ciencia no nace con el hombre, se adquiere por
medio de los sentidos , por intuición y deducción.
Se debe enseñar y aprender de forma que el
conocimiento adquirido se pueda experimentar.
El método de enseñanza que planteó (explicativo-causal) se basó
en la imitación de fundamentos (14) de la naturaleza, donde abarcó
la regulación del saber y del contenido curricular, la definición del
sujeto aprendiz y aspectos dirigidos al método; estos elementos se
ven mezclados sin jerarquización alguna.
La obra Didáctica Magna se puede considerar más
pedagógica que didáctica, al igual que su método
considerado como modelo pedagógico global.
Su modelo pedagógico se centra en reglamentar y
determinar qué enseñar, cómo y cuándo.