al igual que el hilo en el ancaje de bolillos, la muerte va tejiendo
una historia de tres generaciones de mujeres cuyo trato con el
más allá se observa desde la óptica de lo cotidiano
la naturalidad con la que se habla de un mundo en los límites entre el sueño y
la realidad, unas fronteras que, al igual que las de la vida y la muerte, resultan
a veces difusas, permite que Almodóvar no tenga que recurrir a efectos
especiales para traer del más allá a una de sus musas: Carmen Maura
Por eso, "los fantasmas aparacen sin efectos pirotécnicos delante de la
persona que los piensa. Son fantasmas interiores" explica Almodóvar
Así, en la cinta lo real se mezcla con lo irreal, "lo fantástico con lo cotidiano, lo imaginado con lo
vivido, el sueño, con la vigilia", dice el director, al que le gustaría que durante la visión de la
película "el espectador se sintiera invadido por una sensación onírica permanente".
Almodóvar ha dicho: "Volver no es una comedia surrealista, aunque en
ocasiones lo parezca. Vivos y muertos conviven sin estridencias,
provocando situaciones hilarantes o de una emoción intensa y genuina"
"la costumbre de muchos vecinos de La Mancha de
querer morir en su cama, tal y como se refleja en Volver.
"Mi madre murió en la UCI de un hospital en Madrid y eso lo tengo clavado en el
corazón. Me da mucha rabia que muriera sola, no acompañada por ningún familiar.
Nunca volverá a ocurrir, cuando un ser querido se vaya a
ir haré todo lo necesario para que no muera solo"