Temas Módulo 1 Público

Temas Módulo 1

Hasler Herrera
Curso por Hasler Herrera, atualizado more than 1 year ago Colaboradores

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En este módulo se ven una serie de 15 enseñanzas básicas las cuales son de mucha importancia para el crecimiento del nuevo creyente.

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Beneficios de la Salvación
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TEMA 1: LOS BENEFICIOS DE LA SALVACIÓN “Conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, en quién tenemos SEGURIDAD Y ACCESO con confianza por medio de la fe en El.”   Ef. 3:11-12.   INTRODUCCIÓN Es importante que el nuevo creyente tenga seguridad en su salvación, ya que la experiencia de las personas al momento de aceptar a Cristo como Señor y Salvador es distinta en cada caso.  Algunas personas experimentan un deseo de llorar; otras sencillamente una paz profunda, un gozo inexplicable y otras manifestaciones; pero hay quienes no sienten nada, ¿quiere decir eso acaso que no son aún salvas, o que no trajo ningún beneficio el acto mismo de recibir a Cristo?  De ninguna manera, la obra redentora de Cristo no depende de los sentimientos (alma) ni de las manifestaciones físicas, sino de las fieles promesas de Cristo.   DESARROLLO LA SEGURIDAD DE LA SALVACIÓN El término seguridad viene del griego asfaleía y quiere decir no susceptible de caída o algo firme (Strong 803) (Vine).  Por lo que al hablar de seguridad de la salvación se está haciendo referencia al hecho de que el nuevo creyente, al momento de hacer la oración de fe, es decir, invitar a Jesucristo a entrar a su corazón y aceptarle como Señor y Salvador personal, puede tener la certeza de que, efectivamente Cristo está en su corazón.  ¿En qué se basa esta seguridad?  Se pueden establecer dos aspectos:   LA SEGURIDAD NO DEPENDE DEL CREYENTE.  ¿Por qué se dice esto?   No depende de lo que somos.   En la Biblia se dice que las naciones (hombres) son menos que nada delante de Él (Is. 40:17), y que el hombre es como el polvo (Sal. 103:14) y ya en el Nuevo Testamento, se llama al hombre pecador (Ro. 3:23), por lo tanto si la salvación dependiera de lo que somos, ninguno sería salvo, pues todos somos pecadores y lo que merecíamos era la condenación eterna (Ro. 5:18). No depende de lo que tenemos.  Dios es el dueño de todas las cosas, de Él es la tierra, todo lo que en ella existe (Sal. 24:1), por lo tanto, el hombre nada tiene para comprar su salvación, por eso Jesús les dijo a sus discípulos que ¿Qué provecho obtendría un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? ó  ¿Qué podría dar el hombre a cambio de la salvación de su alma?   Nada (Mt. 16:26). No depende de lo que sentimos. Los sentimientos del ser humano son muy variables, por naturaleza es voluble ante las circunstancias, por lo tanto tiende a ser engañoso.   En Jer. 17:9 se dice que “más engañoso que todo, es el corazón (sentimientos), y sin remedio; ¿quién lo comprenderá?.  El hombre a veces ni él mismo se entiende, por eso es que una salvación tan grande no puede depender de un sentimiento.     LA SEGURIDAD DEPENDE DE DIOS. ¿Por qué?   Su hijo CRISTO hizo la obra perfecta de redención (salvación).  La obra perfecta que Jesús hizo a favor del hombre fue ofrecerse a sí mismo como sacrificio por el pecado de la humanidad, por eso Juan El Bautista declaró que Jesús era el cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo” (Jn. 1:29).   Este sacrificio de Jesucristo es único y para siempre, de tal manera que ya no hay necesidad de ofrecer otro sacrificio por la salvación.  Es maravilloso saber que si el pecado nos alcanza, podemos utilizar la sangre de Cristo, la cual está todavía fresca, para llegar ante Dios y pedirle que nos limpie de todo pecado con la sangre bendita de su hijo (1 Jn. 2:1-2). Dios por naturaleza es fiel.   El hombre es infiel, más Dios siempre permanece fiel (2 Ti. 2:13).   Es un alivio saber que Dios nunca cambia, que prometió al que creyera en Él, le daría vida eterna (Jn. 3:36), es más, el Señor juró (He. 7:21) que ésta promesa se cumpliría y lo selló con un pacto, un mejor pacto, el pacto de la sangre de su Hijo, el cual es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de Él se acercan a Dios (He. 7:25).  Además, el aseguró que nadie podría arrebatar de su mano a un creyente en Él (Jn. 10:29).   El sello del Espíritu Santo.  Dios ha dado al creyente una garantía anticipada de la salvación eterna, alguien que provee de seguridad de esta promesa, que es el Espíritu Santo (Ef. 1:13-14).  Así que el que no tiene el Espíritu Santo en su vida todavía no es salvo (Ro. 8:9).   El Espíritu Santo también perfeccionará al creyente (Ro. 8:26-31) hasta el día de Jesucristo y presentará al cristiano de una forma irreprensible (Jud 24).       LOS BENEFICIOS DE LA SALVACIÓN   La palabra beneficio se deriva del griego antilambano y quiere decir: asirse de, tomar algo que está ante (Strong 482).  Cuando se habla de los beneficios de la salvación, se habla entonces de lo que Dios pone ante el nuevo creyente, para que éste tome por la fe, lo que Dios le está poniendo. A Continuación, se enumeran algunos de estos beneficios:   Paternidad (Jn. 1:11-12): La Biblia es clara al enseñar que solo se puede ser hijo del Padre, cuando se recibe y se cree en su Hijo Jesucristo, es la única manera.  Dios adopta al verdadero creyente por el Espíritu Santo (Is. 49:15) y nunca se olvidará de él.   De la misma manera como un hijo puede desobedecer a su padre, un hijo de Dios también puede desobedecerlo, es decir, puede cometer pecado, por lo tanto, Dios lo disciplinará (He. 12:6-8) con amor, para perfeccionarlo.   Vida eterna (Jn. 3:16):  El propósito de Dios es que toda persona experimente la vida eterna que El ofrece, pero que, a causa del pecado, ésta se ve interrumpida, por lo que, ahora todo aquel que cree en Jesucristo, puede experimentar la vida abundante que Cristo ofrece (Jn. 10:10).   Perdón de pecados (Col. 2:13):  La Biblia enseña que por un hombre entro la muerte por el pecado, pero que también por un hombre entro el perdón, es decir, Cristo; por lo que al reconocer su sacrificio expiatorio, de manera sobrenatural, a diferencia del Antiguo Pacto, su Sangre no cubre sino borra todos los pecados, no importando el tamaño o gravedad de los mismos.   Una nueva creación (2 Co. 5:17):  Al momento de conocer al Hijo de Dios, se inicia un proceso de Regeneración, el cual destaca el inicio de un nuevo estado de cosas en contraste con el viejo (Vine). Es un proceso ascendente, en el que se afirma que “las cosas viejas van pasando y todas vienen a ser hechas nuevas”.  Este proceso puede lograrse en la medida en que el nuevo creyente vaya entregando todas las áreas de su vida.   Ciudadano del reino de los cielos (Fil.3:20; 1 P. 2:9-10):  El conocer a Cristo permite salir de una ciudad de pecado (Egipto) y formar parte de una nueva ciudadanía, Cristo afirma que ha ido a preparar lugar, “para que donde Yo estoy, vosotros también estéis” (Jn. 14:6), no un día, sino eternamente y para siempre.   Es integrado al cuerpo de Cristo.  El nuevo creyente es hecho miembro del Cuerpo de Cristo (1 Co. 12:12), que es la Iglesia, ya no está solo, ya tiene identidad, los miembros de la iglesia pasan a ser sus hermanos, su familia, por lo tanto, tampoco puede manejarse solo, sino que tendrá que aprender a sujetarse a los miembros del cuerpo. (1 Co. 12:14-20)   Se le entregan regalos.  El Espíritu Santo regala dones, que no son más que regalos, habilidades que Dios da a los creyentes para la edificación de Su Cuerpo (1 Co. 14:12).   Estos dones le permiten al nuevo creyente crecer y desarrollarse hacia su madurez, dándole la oportunidad de servir dentro de la Iglesia.   CONCLUSIÓN   Cristo afirmó en Juan 17:12 que ninguno de los que le dieron por hijos, se le perdió, por lo tanto, la seguridad de la salvación no depende de nosotros, sino de la fidelidad de Dios a sus promesas y pactos, por medio del sacrificio de Jesús en la cruz y del perfeccionamiento que el Espíritu Santo hace en cada creyente. El creyente que es hijo de Dios tiene muchos beneficios, los cuales no los merecemos, sino son dados por gracia, por amor, por lo tanto, no despreciemos una salvación tan grande, que ningún otro puede dar, así que debemos ocuparnos en nuestra salvación con temor y temblor (Fil. 2:12).       AUTOEVALUACIÓN   TEMA No. 1:   La seguridad de la Salvación y sus beneficios NOMBRE: __________________________________________________________________CLAVE:________________ TUTOR: _____________________________________________________ FECHA: _____________________________   INSTRUCCIONES: Conteste las siguientes preguntas, fundamentando sus respuestas con textos bíblicos.   1. ¿Qué significa el término seguridad en griego?       2. ¿Por qué la seguridad de la salvación no depende de lo que somos?       3. ¿Por qué la seguridad de la salvación no depende de lo que tenemos?       4. ¿Por qué la seguridad de la salvación no depende de lo que sentimos?       5. ¿Por qué la seguridad de la salvación depende de Dios?       6. ¿Por qué la paternidad es un beneficio que recibimos de la salvación?       7. Explique qué implica cada uno de los siguientes beneficios que recibimos de la salvación   Vida Eterna     Perdón de Pecados.     Una nueva creación.     Ciudadano del reino de los cielos.     Ser integrado al Cuerpo de Cristo.     Recibir regalos.
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Nos purifica, Redime, Limpia nuestra conciencia, nos da paz, no acerca a Dios...
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TEMA 2: LOS BENEFICIOS DE LA SANGRE   Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? He. 9:13-14.   INTRODUCCIÓN El Antiguo Pacto establecía diversos tipos de sacrificios, en general, suponía en el ofrendante, la conciencia de que la muerte a causa del pecado estaba sobre él, es por ello que se había ofrendar el sacrificio para que le fuera aceptado de parte de Dios.  La sangre del sacrificio debía ser rociada, porque representaba la vida misma (Lv. 17:11).   DESARROLLO Jesucristo, como el “Cordero de Dios” que quita el pecado del mundo (Jn. 1:29), se presenta como el sacrificio perfecto, y su sangre a diferencia del antiguo pacto, no cubre sino limpia completamente todo pecado.   Es por ello que el hombre perdido y sin esperanza, puede ser salvo por medio de la sangre, que fue derramada en la cruz del calvario por el Cordero de Dios, Cristo Jesús.  La Biblia declara que el cristiano es elegido por Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para poder obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre (1 P. 1:2-3).   PURIFICA.   El cristiano debe conocer y experimentar los beneficios de esa sangre bendita, puesto que, desde que recibió a Cristo en su corazón, empieza a actuar en la nueva vida hasta ser presentada pura delante del Señor, y llegar a vivir para siempre con Dios.  La ley de Moisés establecía que todo pecado debía ser purificado con sangre, a través de un sacrificio (Lev. 14:25) y en el libro de Hebreos, se dice que casi todo es purificado con sangre, conforme a la ley de Moisés (He. 9: 22a).  La palabra” purificado”, viene del griego Katharizo, que significa limpiar y liberar de toda mezcla (Strong 2511), lo que indica que la sangre de Cristo limpia cualquier tipo de pecado (2 Co. 5:17).   EN ELLA HAY REDENCIÓN.  La palabra “redención” viene de la raíz griega  Lutroo , que quiere decir:  liberar contra recepción de un rescate (Strong 3084), esto significa liberar mediante el pago de un precio de rescate, por eso es que la obra de Cristo redimió a los hombres de toda iniquidad (Tit. 2:14), Él nos rescató de una vana manera de vivir que se heredó de los padres (1 P. 1:18), de la esclavitud de la tradición, y el único pago de rescate, fue la preciosa sangre de Cristo.   QUITA EL PECADO.  En el Nuevo Testamento se enseña que la sangre de los toros y de los machos cabríos no pueden quitar los pecados (He. 10:4), sino que sólo la de Cristo, quien realizó una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados (He. 10:12) de toda la humanidad (1ª. Jn. 2:2).  La sangre de Cristo quita el pecado, porque en Él no hay pecado. (1 Jn. 3:5).  La palabra “quitar” viene del griego airos que significa levantar, llevar, tomar arriba o afuera (Strong 142), por lo que Cristo llevó nuestros pecados sobre su hombro, los tomó para que ya no los cargara el creyente.   LIMPIA DE TODO PECADO, 1 Jn 1:7.  Cuando se habla de limpiar se refiere a la palabra griega Katharizo  que significa: hacer limpio, limpiar de la contaminación del pecado y declarar limpio (puro)(Strong 2511), lo cual se aplica que la sangre de Cristo limpia al creyente de todo pecado, e incluso limpia enfermedades, como en el leproso que le dijo a Jesús que si Él quería podía limpiarlo (Mat 8:2).g   LIMPIA LA CONCIENCIA, He. 9:14.  La sangre de Cristo limpia la conciencia de obras muertas, lo cual permite al creyente servir a Dios.   La conciencia se refiere, según el diccionario Vine, a “aquella facultad mediante la cual se llega a saber la voluntad de Dios, como aquello que está dispuesto a gobernar la vida, por ejemplo: el sentido de culpa delante de Dios (He. 10:2)”  y por otra parte, la conciencia es “aquel proceso de pensamiento que distingue lo que considera moralmente bueno o malo, alabando lo bueno, condenando lo malo, y así impulsando a hacer lo primero y a evitar lo último”.  Aplicando estas definiciones, se tiene que la sangre de Cristo es suficiente para limpiar el pensamiento del creyente, fortaleciéndole la conciencia para que distinga claramente (1 Co. 8:7) entre lo que proviene de Dios y no dejarse influenciar por lo que proviene del enemigo.   TENEMOS PERMANENCIA EN EL HIJO, Jn 6:56.  El acto de la Cena del Señor, proporciona permanencia en el Hijo, puesto que Cristo afirmó que quién comiera su carne y bebiera en su sangre, permanecería en Él, y Él en él (creyente).    TENEMOS COMUNIÓN, 1 Co. 10:16. “Comunión” se deriva del griego Koinonia, que significa tener en común, compañerismo, la parte que uno tiene en cualquier cosa, participación, un compañerismo reconocido y gozado (Strong 2842).  Los creyentes tienen compañerismo con Cristo, por medio de la participación del acto de la Cena del Señor, pues simbólicamente se participa de su muerte y resurrección y se anuncia su venida.    NOS ACERCA A DIOS, Ef. 2:13.  La Biblia dice que, en otro tiempo, el hombre anduvo lejos de Dios, desobediente (Ro. 11:30), sin embargo, a través de la sangre de Cristo, fue hecho cercano a Dios.  La sangre de Cristo cambia el corazón para acercarnos a Dios.   HAY ENTRADA AL LUGAR SANTÍSIMO, He. 10:19.  El lugar Santísimo era el lugar del Tabernáculo construido por Moisés en el desierto, en donde estaba el Arca del Pacto, que representa la presencia de Dios; pero ahora por la Sangre de Cristo, tenemos entrada al verdadero Lugar Santísimo, para conocer al Señor más de cerca, para gozarnos en Él.   NOS SANTIFICA, Heb. 10:10.   Santificación deriva del griego jagiazo que significa hacer santo, poner aparte para Dios, santificar, hacer una persona o cosa lo opuesto a koinos, común (Strong 37).  La sangre de Cristo sobre la vida del creyente santifica y regenera, por ello no debe menospreciarla, ni tenerla en poco, ya que Dios castigará a aquel que la tenga por inmunda (Heb. 10:29).    NOS TRAE PAZ, Col. 1:20. Paz se deriva del griego eirenopoieo , que quiere decir: hacer paz (Strong 1517), esta palabra griega sólo se menciona una vez en la Biblia.   El Señor trae la paz a la vida del creyente por medio de su sangre, con el propósito de reconciliar al hombre con su Padre Dios, y presentarlo ante Él, santos, sin mancha e irreprensibles. (Col. 1:22).    NOS HACE APTOS, He. 13:20-21. “Apto” se deriva de la palabra griega Katartizo, que significa hacer apto, equipar, preparar (Strong 2675).  La sangre de Cristo prepara y equipa al creyente para hacer la voluntad de Él, quitando o agregando aspectos en su vida que permitirán crecer y edificarse.     ES SEÑAL DE UN NUEVO PACTO, He. 8: 8-13.  Dios establece un nuevo pacto, con mejores promesas que el anterior.   Jesús es el mediador del nuevo pacto (He. 12:24), el cual se selló con sangre, e hizo suficiente ese sacrificio, de una vez y para siempre, por lo cual somos partícipes y herederos de todas las bendiciones que vienen tras él.   NOS DA VIDA, Jn. 6:53.   Cuando participamos de su carne y de su sangre, la Biblia afirma que se tiene vida.  La palabra “vida” deriva del griego zoe, que significa vida como la tiene Dios, aquello que el Padre tiene en sí mismo y que Él dio al Hijo encarnado que tuviera, vida en sí mismo y que el Hijo manifestó en el mundo (Strong 2222).  Esta clase de vida espiritual eterna es la posesión presente y real del creyente debido a su relación con Cristo (Jn 5:24; 1 Jn 3:14), que algún día se extenderá al cuerpo, garantizado por la resurrección de Cristo (2 Cor. 5:4; 2ª. Ti. 1:10).   NOS QUITA ANCESTROS, 1 P. 1:18-19.  Este pasaje indica que fuimos redimidos de una vana manera de vivir, heredada por los padres por medio de la sangre de Cristo, es decir, el sacrificio de Jesús hace libre al creyente de herencias de maldición a nivel familiar, puesto que la genética de maldición del creyente es cambiada a la genética bendita del Hijo de Dios.  La Sangre de Cristo corta cualquier lazo generacional de maldad, para andar en novedad de vida.   CONCLUSIÓN Con todos estos beneficios se entiende el gran amor de Dios para sus hijos (Jn. 3:16), ya que Cristo vino a reconciliar todas las cosas “de las que están en los cielos como las que están en la tierra (Ef. 3:10-11; Col. 1:20; He. 9:23-24).   Se debe saber que la sangre de Cristo fue derramada una sola vez para salvación y es rociada para purificación y perfeccionamiento hasta el día en que todo sea perfecto.       Iglesia de Cristo Ebenezer Módulo I Escuela de Instrucciones Básicas   HOJA DE TRABAJO   TEMA 2:   Los beneficios de la Sangre NOMBRE: __________________________________________________________________CLAVE:________________ TUTOR: __________________________________________________ FECHA: _____________________________   INSTRUCCIONES: Conteste las siguientes preguntas, fundamentando sus respuestas con textos bíblicos.   1. ¿Quién es el Cordero que se presentó como el sacrificio perfecto y su sangre limpia todo pecado?       2. ¿Por qué la sangre de Cristo purifica al creyente?  Base su respuesta por el significado de “purificar” en griego.       3. ¿Qué significa “redención”?       4. ¿Por qué la sangre de Cristo puede quitar todo pecado y no sólo cubrirlo?       5. ¿Qué diferencia hay entre “quitar todo pecado” y “limpiar todo pecado”?       6. ¿De qué cosas nos limpia la sangre de Cristo?       7. ¿Cómo podemos tener comunión con Cristo?       8. ¿Qué significa ser santos?       9. ¿Qué clase de vida nos da Dios a través de la sangre de Cristo?       10. ¿Qué implica para nuestras vidas que la sangre de Cristo corte cualquier lazo generacional de maldad?
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El bautismo representa muerte y resurrección, Cuando somos sumergidos en las aguas nos hacemos uno con Cristo en su muerte y cuando somos levantados de las aguas resucitamos juntamente con Cristo a novedad de vida.
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TEMA 3: EL BAUTISMO EN AGUA    “Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.   Mt. 28:19   Dios ha dejado a su pueblo mandamientos, estatutos, leyes y ordenanzas; las dos ordenanzas establecidas por Jesucristo en el Nuevo Testamento son: la cena del Señor y el bautismo en agua, por lo tanto, debemos cumplirlas.   En el momento que recibimos a Jesucristo en el corazón, el espíritu nace de nuevo (Ef. 2:1-2), luego en el bautismo en agua nace de nuevo su alma (Ro. 6:1-11).   Cuando el creyente no se bautiza, las ataduras permanecen, las personas continúan fumando, tomando licor, bailando, etc., pero en el bautismo son liberadas de muchas de ellas, por ello la importancia del bautismo en agua.  En el momento de la resurrección, el cuerpo nacerá de nuevo, es decir y será transformado de un cuerpo de corrupción a uno incorruptible, en un abrir y cerrar de ojos (1 Co. 15:52).   ​​​​​​ En el libro de los Hechos de los Apóstoles, leemos que el eunuco etíope iba de regreso de adorar de Jerusalén, leyendo las Escrituras (Hch. 8:27-28), cuando Felipe se le acercó y le preguntó ¿entiendes lo que lees?, el eunuco respondió que no y que no había nadie que le explicara;  Felipe le anunció el evangelio y luego que el eunuco lo había recibido le pidió que lo bautizara (Hch. 8:27-40), e inmediatamente fue bautizado. La palabra bautismo se deriva de la raíz griega baptizo, que significa: sumergir repetidas veces, ser inmerso,  purificar por inmersión o sumergirse, ser hecho limpio con agua y sumergirse uno mismo (Strong 907), esto nos indica que el bautismo nos purifica como obediencia. También se deriva de bapto que significa: mojar o empapar, ser teñidos o tomar el color de (Strong 911), usada del teñido de vestidos, de sacar agua introduciendo una vasija en otra más grande, etc.  Por otro lado, se deriva de Baptista que es el proceso de sumersión, inmersión (Strong 910). El Diccionario Océano Uno, dice: Sumersión es meter una cosa debajo (dentro) del agua o de otro líquido.   La palabra bapto identifica la práctica que realizaban los artesanos que fabricaban telas con el propósito de teñirlas de un color determinado. Para ello sumergían las telas en un recipiente o mueble, o aún en agujeros hechos en la tierra impermeabilizados con estuco u otro material, los cuales contenían el tinte del color deseado. Habían varios recipientes u hoyos, que contenían diferentes matices. Según el color que desearan, así se elegía el recipiente en el cual estaba el líquido que les serviría para “mojar” la tela.  Esto nos ejemplifica que ser bautizado es ser teñidos del color de Cristo.  El bautismo en agua tiene varios beneficios, algunos de ellos son:   PERDÓN DE PECADOS, Hch. 2:38.   La Biblia enseña que por medio del arrepentimiento y en el bautismo Dios perdona nuestros pecados, porque significa purificarse, limpiarse, y sólo quien se arrepiente de su mal proceder y desea tener comunión con el Señor, desea purificarse.   La palabra perdón viene de la raíz griega aphesis que significa liberar, poner en libertad y soltar de la cárcel de pecado (Strong 859), indicando que el bautismo en agua liberta del pecado y rompe ataduras.   LIBERTAD DE LA ESCLAVITUD, 1 Co. 10:2.   La Biblia indica que el pueblo de Israel cuando cruzó el mar rojo fue bautizado en la nube y en el mar, pasando de esclavos a libres.    Libertad viene del griego eleutheria, que se traduce como: ser libre de vivir conforme a nuestros placeres (Strong 1657), queriendo dar a entender que el bautismo nos libera de vivir en pecado, de la idolatría, hechicería, brujería, de la vana manera de vivir heredada de nuestros padres (1 P. 1:18), para obedecer a Cristo.   DEBILITAMIENTO DEL HOMBRE VIEJO, Ro. 6:1-11.  En este pasaje se nos indica que hemos sido bautizados en su muerte.  La palabra “muerte” de este pasaje viene de la raíz griega thanatos que significa: la separación del alma del cuerpo, dejando el cuerpo de funcionar y volviendo al polvo (Strong 2288).   Esto nos indica que el bautismo reduce a la impotencia el viejo hombre (Mt. 12:29), para que el nuevo hombre pueda crecer y hacerse robusto.  Cuando el cristiano no se ha bautizado, el hombre viejo está fuerte y domina, llevando al pecado.   SEPULTADOS Y RESUCITADOS CON CRISTO, Ro. 6:2-4; Col. 2:2.   En Génesis 3:19 el Señor le dijo a Adán después de haber pecado: con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado.  Porque del polvo eres y al polvo volverás, esto nos enseña que Dios estableció que todo hombre debe morir para regresar a la tierra de donde fue tomado, pero para el cristiano, Dios ha dejado el bautismo, porque en él nos hacemos uno con el Señor en su muerte, cumpliendo de esta forma Génesis 3:19, porque el Señor nos sustituyó en la muerte.    SEPULTURA viene de la raíz griega sunthapto que significa sepultar con, o juntamente (Strong 4916); se utiliza solo en sentido metafórico, de la identificación del creyente con Cristo en su sepultura, tal como es expuesta en el bautismo (Diccionario Vine).   Cuando somos sumergidos en las aguas del bautismo, somos sepultados al pecado juntamente con Jesucristo, de tal forma que como consecuencia ya no podemos practicar el pecado; y cuando somos levantados, resucitamos juntamente con Él.   RESUCITAMOS PARA ANDAR EN NOVEDAD DE VIDA, La palabra resucitar tiene su origen en la raíz griega sunegeiro que significa:  levantar juntamente con (Strong 4891) y se utiliza de la resurrección espiritual del creyente con Cristo (Ef. 2:6).    De la misma forma como cuando el Señor Jesucristo resucitó, su cuerpo fue transformado, cuando somos levantados de las aguas del bautismo, resucitamos juntamente con él, somos cambiados para caminar en novedad de vida.   BUENA CONCIENCIA, 1 P. 3:21.  El Diccionario Vine dice que regenerar es destacar el inicio de un nuevo estado de cosas en contraste con el viejo y la palabra conciencia se deriva del griego suneidesis que significa uno conociendo con y el testimonio dado de la propia conducta por la conciencia (Strong 4893), es decir, conciencia es aquel proceso de pensamiento que distingue lo que considera moralmente bueno o malo, alabando lo bueno, condenando lo malo, y así impulsando a hacer lo primero y a evitar lo último (Diccionario Vine).   Antes de llegar al Señor, nuestra conciencia estaba contaminada y llena de pecado, de tal manera que aunque su función era redargüirnos cuando cometíamos pecado, ya no lo hacía, pero en el momento que llegamos al Señor obtenemos una conciencia neutra, que distingue moralmente lo bueno o malo y en el bautismo obtiene una buena conciencia (1 Co. 2:15).   CONVERTIRSE EN DISCÍPULOS, Mt. 28:19.   El mismo Señor Jesucristo dijo que el que creyera en Él y fuera bautizado, sería constituido en su discípulo, por lo tanto, el bautizarnos nos habilita para ser discípulos, para ser trasladados de la categoría de oyente y de creyente a la de discípulo.   PARTICIPAR DE LA RESURRECCIÓN, Ro. 6:5.    En este pasaje, la palabra resurrección viene de la palabra griega anastasis que significa un levantamiento (ana: arriba y jistemi: poner en pie) (Strong 386), por  lo que los cristianos que escucharon del bautismo y teniendo la oportunidad de bautizarse no lo hicieron, y murieron sin esa condición, no resucitarán.     CONCLUSIÓN   Cuando nos bautizamos estamos mostrando nuestra obediencia y amor al Señor, porque cumplimos una ordenanza que Él ha dejado, es por eso necesario que cada creyente lo haga, para que al mismo tiempo de obedecer, obtener cada uno de sus beneficios.       Iglesia de Cristo Ebenezer, Escuintla Modulo I Escuela de Instrucciones Básicas   HOJA DE TRABAJO TEMA No. 3:   El Bautismo en agua NOMBRE: __________________________________________________________________CLAVE:______________ TUTOR: _____________________________________________________ FECHA: ___________________   INSTRUCCIONES: Conteste las siguientes preguntas, fundamentando sus respuestas con textos bíblicos.   1. ¿Cuáles son las dos ordenanzas establecidas por Jesucristo en el Nuevo Testamento?       2. Explique el significado de la raíz griega de la palabra bautismo.       3. ¿Qué significa la palabra griega “bapto”?       4. ¿Cómo puedo aplicar el significado de la palabra griega “bapto” al bautismo en agua?       5. ¿Qué significa perdonar pecados a través del bautismo en agua?       6. ¿De qué somos libertados a través del bautismo en agua?       7. La raíz griega “thanatos” significa la separación del alma del cuerpo, dejando el cuerpo de funcionar y volviendo al polvo.  ¿Cómo se puede aplicar esta definición al bautismo en agua?       8. ¿Qué significa ser sepultados y resucitados con Cristo por medio del bautismo en agua?       9.¿A qué categoría (oyente, creyente, discípulo, siervo y amigo) podemos llegar a alcanzar al ser bautizados en agua?       10. En qué evento podemos participar al bautizarnos en agua, según Romanos 6:5?
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La Santa Cena representa muerte y resurrección. Cuando comemos del pan morimos a nuestra humanidad y cuando bebemos del vino resucitamos a novedad de vida.
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TEMA 4: LA CENA DEL SEÑOR   "Por tanto, cuando os reunís, esto ya no es comer la cena del Señor" "Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que Él venga." (1a. Co.11:20, 26 LBLA)   INTRODUCCIÓN El Señor Jesucristo dio instrucciones a sus Apóstoles de que se enseñara a los discípulos a guardar todo lo que ÉL mandó (Mt. 28:20  2 P. 1:19); además, dejó la garantía que el Espíritu Santo recordaría todo lo que dijo (Jn.14:26).  De esta manera en la Biblia encontramos dos ordenanzas dadas por el Señor: el Bautismo en agua (Mt. 20:19) y la Cena del Señor (Lc. 22:19).  La Cena del Señor es también llamada Santa Cena en atención a su solemnidad y que el participante deberá hacerlo buscando el rostro del Señor (1 Co.11:28), y la oportunidad de ser ministrado a través de un cambio de genética.   DESARROLLO UN EJEMPLO EN EL ANTIGUO PACTO,  Éxodo 12:  Se encuentra en el Antiguo Testamento, ejemplos para la vida espiritual (1 Co. 10:11).  Uno de ellos es la fiesta de la Pascua (del griego Pesaj que quiere decir pasar por alto, gozo, alegría (Strong 6452)).  Las instrucciones que el Señor dio a Israel para celebrarla incluían:   Matar un cordero por familia (v.3-4), El cordero debería ser sin defecto (v.5), Impregnar parte de la sangre en los postes y dintel de las puertas de las casas (sólo la primera vez v.7), Comerlo completamente pasado por el fuego (v.10), con pan sin levadura y hierbas amargas (v.8), y Debía hacerse con fe; ceñidos los lomos, sandalias en los pies y cayado en mano (v.11).   Estas instrucciones enseñan respecto a la actitud que debía adoptar el pueblo, en lo personal y colectivo (v. 47). Los participantes fueron bendecidos con liberación (v. 51).  Esta fiesta tenía un significado hermoso: el recordatorio de haber sido libres por el Señor con mano poderosa, de  la  esclavitud  de  Faraón  en   Egipto (Ex. 13:14).   Es una fiesta ordenada para el pueblo de Israel (Ex. 13:10).   La Biblia nos enseña que ahora tenemos un MAYOR PACTO CON MEJORES PROMESAS (He. 8:6), por ello ahora la Iglesia de Cristo no celebra la Pascua, porque Cristo es su Pascua (1 Co.5:7).   EN EL NUEVO PACTO:  Fue en el Nuevo Testamento que el Señor estableció la Santa Cena, como recordatorio de su sacrificio por nuestros pecados:   JESUCRISTO EL CORDERO DE DIOS:  Dios prometió a Abraham que se proveería a sí mismo de un cordero (Gn. 22:8).  Cuando Jesús vino al profeta Juan el Bautista, éste lo identificó como "el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Jn. 1:29).   Antes de ir a la cruz, el Señor Jesús se reunió con sus discípulos (Mt. 26:20), para celebrar la fiesta de la Pascua; aquí, incorpora el pan y el vino, estableciendo de ésta forma un pacto nuevo, BASADO EN SU CUERPO Y SU SANGRE (Mt. 26:26-27), mostrando los planes de bendición de Dios para su pueblo: la liberación de la esclavitud del pecado a través del sacrificio del Hijo Jesucristo (1 Co. 15:57). DIOS ES UN DIOS DE PACTOS:  A través de la Biblia encontramos que Dios hace pactos con el hombre para bendecirlo: Noé (Gn. 9:9), Abraham (Gn.17:2, 7); también vemos que el hombre también hace pactos: Booz y su pariente (Rut 4:4-6).   Los pactos eran garantizados con diversas prendas o elementos: el Arco iris a Noé (Gn. 9:12-13), la circuncisión en Abraham (Gn.17:10,13) y la sandalia entregada a Booz (Rut 4:7-8).   El  Nuevo  Pacto        (2 Co. 3:6), hace cercano al pecador (Ef. 2:12-13) y hace viejo al pacto anterior (He.8:13), es garantizado (Ga.3:15) con la sangre de Cristo (1 P.1:18-19; He.10:29; Ap.1:5).   La sangre derramada por el Cordero de Dios para la remisión de los pecados es el Nuevo Pacto (Mt.26:28), es el pacto del perdón de pecados, de la paz con Dios.   LA CENA DEL SEÑOR, Mt.26:17-39; Mr.14:12-26; Lc.22:7-20; Jn.13:1-30; 1 Co.11:23-34; Jn.6:48-66.   FUE ESTABLECIDA POR JESÚS:  La noche que fue traicionado, el Señor la estableció "haced esto en memoria de mi" (Lc.22:19), lo cual es revelado al Apóstol Pablo (1 Co.11:23).   Es una ordenanza, un mandato que se debe obedecer (Mt.28:20; Jn.8:31; 1Jn.3:22).   LOS ELEMENTOS: EL PAN Y EL VINO:  En este acto se participa simbólicamente, no literalmente, de la carne y de la sangre del Señor (Jn. 6:52-56).  Cuando muchos discípulos del Señor no comprendieron adecuadamente esta enseñanza, se apartaron (Jn. 6:60,66), por eso el Apóstol Pablo invita a discernir el cuerpo del Señor al tomar el pan y el vino (1 Co.11:29).   El Pan, Lc.22:19.   El Señor dijo que Él era el pan vivo que descendió del Cielo (Jn. 6:51). En Juan 6 habla de su carne, su cuerpo: que es verdadera comida (del griego brosis = comida, alimento (Strong 1035).  Cuando el Señor dice "esto es mi cuerpo que por vosotros es partido, dado", enseña el simbolismo, la sustancia del acto, por lo que hablamos de consubstanciación (realidad de Cristo en el acto no en los elementos).     Simboliza la comunión horizontal, la comunión con los hermanos, que siendo muchos, somos parte del cuerpo místico de Cristo que fue partido (1 Co.12:12) y que para estar en Él, debemos amarnos los unos a los otros (1 P.1:22); también nos recuerda que ya no somos huérfanos, sino hijos de Dios (Jn.14:18; 1Jn.3:1; He.12:9).   El Vino, Mt.26:27-28.   La sangre (haima `Strong 129`), es esencia de la vida (Lv.17:11) y el Señor la presentó como verdadera bebida (posis `Strong 4213`): bebida, representado en el jugo de las uvas o vino),  Él dijo "esto es mi sangre", la cual es derramada para vida.  Representa la comunión vertical con el Señor, ya que la sangre derramada significa perdón de pecados (He.9:22), y paz del hombre para con Dios (2 Co.5:19) por la cual se tiene entrada al Lugar Santísimo donde está el trono de la gracia (He.4:16).ES SÓLO PARA LOS SUYOS:  En Éxodo 12:43,48 se prohibía que los extranjeros participaran de la Pascua, excepto que se circuncidaran; posteriormente el Señor Jesús sirvió la Cena a los discípulos (Mt.26:25-30) los cuales al escuchar que alguien traicionaría a Jesucristo le preguntan ¿Seré yo Señor? (Mt.26:22), porque aunque reconocían el señorío de Jesús sobre sus vidas, manifiestan el temor de ser traidores, lo que enseña que no es para perfectos, sino para ser llevados a la perfección (Jn.6:54; Fil.1:6).               PROPÓSITOS:   Recordar la Muerte y Resurrección del Señor, 1 Co.11:24.   El alma es susceptible de olvidar las bondades de Dios (Sal.103:2), por lo que el objetivo de la Cena es recordar el sacrificio del Señor en la cruz (Fil.2:8) para mantener viva la esperanza (Ro.5:2) y estar apartados para Él (1 Jn.3:3). Tener Vida Eterna en Sí Mismos, Jn. 6:51,53.      Al     juzgarse    a   sí mismo en la Santa  Cena (1 Co.11:28), debemos despojarnos de lo que no conviene y/o desagrada a Dios y para que Él nos limpie (1 Jn.1:9).  Cuando comemos la Santa Cena estamos comiendo a Cristo y su vida (Zoe) está en nosotros (Jn.6:57). Tener Comunión con Dios:  Conduce a buscar la limpieza del alma y si se permanece firme, se tiene la vida de Él (Jn.6:56). Fortalecerse, Sanar y Tener vida, 1 Co.11:30.   Las consecuencias de no tomar la Cena en la comprensión y actitud espiritual adecuada son: debilidad, enfermedad espiritual y física, y hasta muerte física, es por ello que al participar de la Cena como agrada al Señor, da bendiciones como: fortaleza, sanidad tanto espiritual como física y vida física adicional. Tomar su Imagen:  En la sangre está contenida la genética, por ello los hijos se parecen a los padres (Gn.5:3), al participar de la sangre se esta introduciendo la genética Divina en nuestra vida (Ef.3:16), para despojarnos al viejo hombre (Ef.4:22) y así tomar la imagen del nuevo hombre (1 Co.15:48), hasta llegar a la estatura del varón perfecto, nuestro Señor Jesucristo (Ef.4:13). No ser juzgados con el Mundo: Al hacer uso del juicio personal, guiados por el Espíritu Santo, somos redargüidos de pecado (Jn.16:8), lo que nos conduce al arrepentimiento y a estar en la voluntad de Dios (2 Co.7:10). Mantener el Poder de la Salvación, Hch.2:42, 46.  Es una oportunidad para gozar de la misericordia de Dios para restauración (1 Co.11:28), por lo que no se debe evitar participar.                 INSTRUCCIONES EN LA CENA DEL SEÑOR.   En Su Memoria:  No se debe acercar a su mesa como un rito (Mt.15:8), sino en memoria de su sacrificio, en su honor (1 Co.11:24-25), anunciando que a través de su muerte, Él pagó la deuda del pecado: pasado (antes de ser cristiano  Ef.2:1-2); presente (por el que ahora nos alcanza siendo cristianos 1 Jn.2:1) y con la expectativa futura de "hasta que Él venga", es decir lleva implícito el anuncio de su resurrección y retorno, porque Él vive (Lc.24:5), produce gozo y alegría a los que han alcanzado el perdón de pecados (1 Co.15:14) Discernir el Cuerpo del Señor:  Es distinguir que lo que se hace, no solamente en una ceremonia física (Lc.22:15), sino un acto con un alto contenido espiritual: es la sustancia del pan, que representa el cuerpo de Cristo (Col.1:18a), al entender que en su cuerpo "Él llevó el castigo de nuestra paz, que fue herido por nuestras transgresiones y que por sus llagas fuimos curados" (Is.53:5).  También es amar al hermano como Él nos ama (Jn.15:12) para no ser culpado del cuerpo y de la sangre del Señor (1 Co.11:29). Participar Dignamente:  No se habla de ser perfectos para participar (Lc.22:31-32) sino de buscar la perfección de Él (Mt.26:75); es la oportunidad de juzgarse a sí mismo poniéndose a cuentas con Dios (1 Co.11:28), no guiados por el alma, porque ésta se tiende a autojustificar (Lc.12:19), sino por medio del Espíritu Santo, el cual nos guía a toda verdad (Jn.16:13).  Participar dignamente es reconocer la condición de debilidad ante Él y pedirle ayuda para evitar ser juzgados por el mundo y no ser acusados por el diablo (He.4:16). No por Ritualismo:  Cuando  no  se  discierne  el   cuerpo   del Señor se cae en practicarlo como una ceremonia (1 Co.11:20-22), lo cual no se debe hacer porque ha sido advertido específicamente por el Señor a través del Apóstol Pablo. En la Comunión del Espíritu Santo:  La cena fue preparada en un aposento alto (Lc.22:12) figura de la búsqueda de la comunión con Dios (Ex.24:15-16). Periodicidad (1 Co.11:25b):  La Biblia no indica las veces que se debe participar, ni mínimo ni máximo; sin embargo, indica que se debe hacer constantemente, tomando en cuenta lo que el Señor enseñó para que no se haga un rito.     CONCLUSIÓN La Cena del Señor, es un banquete, es una fiesta de liberación y bendición preparada para el pueblo de Dios; para ponerse a cuentas y buscar la comunión con Él, por lo que se debe participar solemnemente y a la vez muy gozosos de que se nos haya dado la oportunidad de recibir tal bendición por medio del sacrificio del Señor.     Iglesia de Cristo Ebenezer, Escuintla Módulo I Escuela de Instrucciones Básicas HOJA DE TRABAJO    TEMA No. 4: La Cena del Señor NOMBRE: __________________________________________________________________CLAVE:___________ TUTOR: _____________________________________________________ FECHA: ________________   INSTRUCCIONES: Conteste las siguientes preguntas, fundamentando sus respuestas con textos bíblicos.   1. ¿Cuáles son las dos ordenanzas establecidas por Jesucristo en el Nuevo Testamento?       2. ¿Cuál es uno de los ejemplos de la Cena del Señor, en el antiguo testamento?       3. ¿Qué significa la palabra griega “Pesaj”?       4. ¿Cuál fue uno de los propósitos del Señor, de establecer la Santa cena en el nuevo testamento?       5. ¿Quién identifico al Cordero de Dios, y que ha hecho por nosotros?       6. ¿Cuáles son los elementos de la Cena del Señor?       7. ¿Que representa el pan?         8. ¿Qué representa el vino?         9. ¿Desarrolle y enumeré dos propósitos de la Cena del Señor?         10. ¿Desarrolle y enumeré dos instrucciones de la Cena del Señor?
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Cuando aceptamos al Señor Jesús en nuestro Corazón nace de nuevo nuestro espíritu.
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EL NUEVO NACIMIENTO   “No te sorprenda, pues, que te dije: “Les es necesario nacer de nuevo” (Jn.3:7, ARAMEA) INTRODUCCIÓN                 En el evangelio según Juan 3:1-21, encontramos la conversación que sostuvo un maestro de la Ley en Israel llamado Nicodemo con el Señor Jesús. Nicodemo (figura de las diversas corrientes religiosas del mundo) al encontrarse con el dador de la vida (Jn.5:21) le fue cambiada radicalmente la expectativa que tenía de “su fe”, de sus ritos y ceremonias, de su religión, en vista que Jesús le descubre la necesidad que tiene el hombre de volver a nacer, es decir nacer nuevamente, si quiere ver el reino de Dios (Jn.3:3). Jesús no permitió que la adulación de este hombre le desviara de confrontarle ante su verdadera necesidad, recibir la vida: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn.10:10). Sin embargo, Nicodemo aplicó físicamente, como acostumbraba (rito), las palabras del Señor: “¿pero si el hombre ya es viejo... puede por segunda vez volver al vientre de su madre y nacer? Aplicó el razonamiento, el intelecto, para entender algo espiritual en que se debe aplicar la fe (1ª. Co.2:14).   DESARROLLO 1. DONDE SE NACE POR PRIMERA VEZ (Ge.2:7) a) El Hombre en el Huerto de Edén Dios es el Padre de los espíritus, es decir antes que hubiera un cuerpo físico el Señor creó el espíritu. No se sabe cuándo, ya que en la esfera espiritual no existe el tiempo a la manera que el hombre conoce. Este es el primer nacimiento o nacimiento original del espíritu. Como un ejemplo vemos a un Jeremías que ya lo conocía el Señor antes de haberle puesto en el cuerpo (Jer.1:5) y también dice la Biblia que lo visible fue creado de lo invisible (He.11:3). Sin embargo, para efectos didácticos, nos enfocaremos en el plano de la Tierra. Cuando el Señor creó lo que existe, incluyendo al hombre, lo creo bueno y bueno en gran manera (Ge.1:31). Crea al hombre, a su imagen y semejanza (Ge.1:26), con plena facultad de comunicarse, de tener comunión con Él, de tal manera que el hombre y Dios hablaban directamente (Ge.2:16). Según 1ª. Tesalonicenses 5:23, nuestro ser integral se compone de espíritu, alma y cuerpo, o sea que el hombre fue creado tripartito. El espíritu humano es el que tiene la capacidad de tener comunión con Dios (Ro.8:16). En el alma reside el intelecto, los sentimientos, las emociones y.… la voluntad. El cuerpo es como el estuche que contiene, según el plan original de Dios, el espíritu y el alma, el cual fue hecho por Dios del polvo de la Tierra (Ge.2:7). b) Libre Albedrío (Potestad de obrar por reflexión y elección) (Ge.2:16-17) Cuando el hombre es puesto en el Huerto, le es dada libertad de escogencia, supeditada únicamente a la obediencia, la cual también es voluntaria (no comerás de tal árbol). Ya vimos que la voluntad reside en el alma, ya que el espíritu está dispuesto. La Biblia nos expresa claramente este extremo cuando se refiere al espíritu y al cuerpo, “los cuales son de Dios” (1ª. Co.6:20), no incluyendo al alma la cual, en el ejercicio de la voluntad, es del ser humano, aunque son de Dios porque Él las creó (Ez.18:4). Si fuera de otra manera, los seres humanos serían robots. Por ello la Escritura dice “dame hijo mío tu corazón” (Prv.23:26), Dios hace una petición de la voluntad.   c) LA DESOBEDIENCIA Y SU CONSECUENCIA: LA MUERTE ESPIRITUAL Cuando Adán y Eva deciden seguir su propio camino y no el de Dios, influenciados y engañados por el diablo por no obedecer la Palabra de Dios cabalmente, se cumple lo que Dios les advirtió: “El día que comas de ese fruto te mueres” (Ge.2:17). Es lo mismo que dice la parte final Ezequiel 18:4 “toda alma que pecare, ésa debe morir”, el juicio de Dios. Pecado entonces es desobedecer la Palabra del Señor. Ahora bien, Adán y Eva desobedecen, pero siguen moviéndose, sienten vergüenza, hablan y hasta se cosen delantales de hojas de higuera para tapar su vergüenza (Ge.3:1-8). ¿Qué pasó? ¿Estaban vivos, no se murieron? ¿Se equivocó Dios acaso? ¿No que se iba a morir al desobedecer? No, Dios no se equivoca nunca ni miente (Nm.23:19). El hombre, lamentablemente sí murió, pero no físicamente, eso vendría después, sino que espiritualmente, murió su espíritu (Ef.2:1). Al activar su alma, al desobedecer, la contaminación de su alma mató su espíritu. Igual que hoy, el hombre en un momento específico de su vida peca deliberadamente y se muere espiritualmente, pero sigue una existencia física, haciendo cosas, logrando objetivos materiales, pero... está muerto, necesita volver a nacer. Por eso leemos seguidamente en la Palabra que ellos se esconden, y Dios los busca (Ge.3:9). Ya no hay comunión con Dios, lo cual se confirma cuando los sacan del Huerto (Ge.3:24). A esto refiere Romanos 3:23 “todos estamos destituidos de la gloria de Dios”. La muerte según Dios no es extinción, dejar de ser, es desintegración, pero más importante es que es separación de Él (Ge.4:14). El hombre ya no vivía, sino que sólo existía, porque la verdadera vida, la vida de Dios, es Jesucristo (Ge.3:15; 1ª. Jn.5:12). Su ser se desintegró quedando como alma y cuerpo. El cuerpo se muere cuando se le sale el alma (Ge.35:18; 1º.Ry.17:21). Ahora para tener comunión con el Señor necesita de un intermediario: el Cordero (Jn.1:29). Se mueve por lo que decide en su alma bajo la influencia del mundo (Ef.2:1). Sin embargo, vemos que Dios le promete que habrá quien lo salvará: Jesucristo (Jn.3:16). Así está el hombre sin Dios, como Nicodemo, a pesar de tener su propia religión. 2. ¿CÓMO SE NACE DE NUEVO? Esto no se puede explicar con lápiz y papel. Dios utiliza circunstancias naturales y Su propio actuar sobrenatural, que preparan a las personas para ser regenerados. Circunstancias naturales como pruebas, luchas, problemas, accidentes, etc. que subrayan la imposibilidad de ser felices sin Dios. El actuar sobrenatural de Dios consiste en que el Padre planeó la salvación, Cristo lo ejecutó y el Espíritu Santo lo aplica en el corazón del hombre. a) Al Ser Engendrados con la Palabra de Dios (1ª.Pd.1:23) Cuando se oye la Palabra de Dios (Jn.5:24) el Espíritu Santo produce la fe necesaria para ser salvo (querer como el hacer) pero debe haber buena disposición (Mt.13:8). Esta fe el alma no la puede producir porque no es sólo una emoción pasajera, un convencimiento al intelecto, sino que es del Espíritu Santo en el hilo de fe que todo hombre tiene (Ecl.12:6), la cual es regalada al oír la Palabra de Dios (Ef.2:8). Este proceso se nota resume en Hechos 4:4, donde dice que muchos de los que habían (1) oído la palabra (2) creyeron. Habían oído el mensaje de salvación, lo creyeron y se entregaron al Señor, según se lee en Hechos 4:32. Dios es el que nos hace nacer por su Palabra, ya que los fariseos no por ser fariseos pudieron identificar al Mesías (Stg.1:17-18), por eso dice en Juan 20:31 que “creyendo, tengáis vida en su nombre”. Creer es pedir su sangre sobre nosotros para perdón de pecados (1ª.Pd.1:2,18-19; Col.1:14; Mt.26:28; He.9:22). b) El Convencimiento del Espíritu Santo (Jn.16:7-11) Cuando la persona es incrédula, el Espíritu Santo está con él (a la par, en compañía de) pero no está adentro. Cuando el Señor envía Su Palabra, la envía con un propósito claro y definido (Is.55:11), el cual es muy amplio, pero primeramente es Salvar a la Humanidad de la Muerte por la esclavitud al pecado (Ro.6:17-18,22). Este propósito es explicado por el Espíritu Santo individualmente y convence de pecado -la culpabilidad personal ante Dios- (Ro.3:23) de justicia -en Cristo hay salvación- (Jn.3:17; Ro.5:1) y de juicio -hay lago de fuego-(Ez.18:4; Apc.20:15). Es lo que dice Juan 3:16. Al oír con fe la Palabra de Dios (Ga.3:2b) somos confrontados con la Santidad y el Señorío de Dios (1ª.Pd.1:16; Lc.15:18-19) y con la necesidad de ser perdonados (Hch.10:43) y salvados (Tito 2:11). A esto didácticamente le llamamos el toque del Espíritu Santo. Cuando esto sucede la voluntad del hombre queda en ejercicio para decir sí o no. Si dice sí, nace de nuevo. b.1) El Arrepentimiento como paso Previo (Hch.3:19) Cuando la Biblia habla de “arrepiéntanse” significa un cambio de forma de pensar, pensar diferente, reconsiderar, arrepentimiento. Un ejemplo clásico del arrepentimiento lo vemos en el Hijo Pródigo (Lc.15:11-32), que estaba lejos de la casa de abundancia, lejos del padre, con escasez y sufrimiento. Quizás se había acomodado a su situación, pero en un momento volvió en sí y se dio cuenta que su estado de tremenda necesidad tenía la provisión si se arrepentía. Cambió su forma de pensar, sintió pesar por su mala conducta y decidió regresar a casa. Así, la persona que se arrepiente siente pesar por su situación espiritual ante Dios y decide ponerse a cuentas con Él (2ª. Co.7:10). b.2) La Conversión como paso Definitorio (Hch.3:19) De nada le hubiera servido al Hijo Pródigo, estar consciente de su realidad si a la par de su arrepentimiento, de su cambio de pensar, no acciona. Tomó la decisión de ir ante su padre y pedirle que lo recibiera, no reclamando derechos ni prebendas, si no dispuesto, a humillarse. Y lo hizo (Lc.15:20). Sus palabras se tradujeron en hechos. En eso consiste el “convertirse” Así nosotros, al arrepentirnos y estar dispuestos a seguir al Señor, tomando nuestra cruz.   CONCLUSIÓN Por el pecado de Adán la muerte (primero espiritual y después física) entró a todas las personas del mundo (Ro.5:12), sea que se consideren buenas o malas, lo que hace urgente la necesidad de nacer de nuevo. Por esta razón Dios el Padre envió a su Hijo, Quien es la vida de los hombres (Jn.1:4) a pagar el precio de nuestra desobediencia y así darnos entrada nuevamente a la comunión plena con Él (2ª. Co.5:18) por medio de su Espíritu Santo. Jesús dijo “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a juicio, mas pasó de muerte a vida” (Jn.5:24).    Iglesia de Cristo Ebenezer, Escuintla                                                                                                         Área de Corderitos                                                                                                                               Escuela de Instrucciones Básicas AUTOEVALUACIÓN   TEMA No. 05:   El Nuevo Nacimiento     NOMBRE: __________________________________________________________________CLAVE:________________ TUTOR: _____________________________________________________ FECHA: _____________________________ INSTRUCCIONES: Conteste las siguientes preguntas, fundamentando sus respuestas con textos bíblicos 1. ¿Según el texto bíblico Juan 3:7 que es necesario que suceda?     2. ¿Según la biblia como estamos formados en todo nuestro ser integral?     3. ¿Qué significa libre albedrío?     4. ¿Cuál es la consecuencia de la desobediencia?     5. ¿Cuál es uno de los medios que Dios usa para ser reengendrados?     6. ¿Cuáles son las tres funciones que narra el texto bíblico por el cual vino el Espíritu Santo?     7. ¿Cuál es el paso previo según Hechos 3:19?     8. ¿Cuál es el paso definitorio según Hechos 3:19?     9. Con sus palabras describa que entiende por NACER DE NUEVO
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La biblia, La palabra de Dios. Todas las cosas fueron hechas por la palabra de Dios y se revela a la humanidad por medio de ella incluyendo todos sus planes futuros.
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TEMA 6: LA BIBLIA   “Tenemos la Palabra Profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones”        2 P. 1:19    INTRODUCCIÓN La Biblia es un libro dirigido por un Dios amoroso al hombre pecador, para instruirlo en asuntos que conciernen tanto a Dios como al hombre.  Es el único libro que dice la verdad con respecto al pasado, al presente y al futuro.  Dios siempre se ha revelado al hombre, primero por su creación, en el salmo 19:1 se dice que “los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos”.  En Romanos 1:19-20, Pablo afirma que las cosas que Dios quería que se conocieran se han hecho claramente visibles en su creación.  Este tipo de revelación asegura su existencia.  Por otra parte, el libro a los Hebreos afirma que Dios ha hablado al hombre de muchas maneras, pero que en estos últimos días se ha acercado al hombre por medio de su Hijo, Jesucristo (He. 1:1-3), a través de su sacrificio en la cruz, y es en la Biblia, donde se ha dejado la revelación de este acto maravilloso, a ello se debe la importancia de conocerla, leerla y estudiarla.   DESARROLLO La palabra “Biblia” proviene del vocablo griego “biblion”, que significa libro (Strong G975).  La Biblia es un conjunto de libros, que fueron escritos por más de 40 personas diferentes, a lo largo de un período de 1,600 años y, no obstante, es evidente que hubo una inspiración divina (2 Ti 3:16), pues no existe ni una sola contradicción, es más, un libro es complementario del otro, formando entre sí, una sola unidad.   Los hombres que escribieron estos escritos estaban conscientes de que no hablaban o escribían por sí mismos, sino que era Dios quien hablaba por medio de ellos, por ejemplo: Moisés (Ex. 3:14), Josué (José. 1:1), Samuel (1 S 3:11), David (2 S. 23:2), Jeremías (Jer. 16:1,5,9 y 14).  La Biblia está compuesta de 66 libros, divididos en dos partes:  El antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.  La estructura de este libro es:   EL ANTIGUO TESTAMENTO.   Consta de 39 libros, que fueron escritos en idioma hebreo, por lo menos por 32 personas diferentes, que procedían de diversos niveles educacionales y vocacionales, entre los que se incluían sacerdotes, profetas, jueces, reyes y pastores de ganado.    Estos 39 libros no se escribieron cronológicamente, en el orden en que se pueden encontrar en la Biblia, sino que han sido agrupados así por razones de conveniencia.  En este antiguo Testamento, los judíos sólo tienen 22 libros, porque combinan en uno, solo los libros de 1º. Y 2º. Libro de Reyes, Esdras, Nehemías, Ester y otros; pero en esencia, contienen el mismo material que la Iglesia utiliza hoy en día.    En el Nuevo Testamento se encuentra que a veces se hace referencia a Moisés y a los profetas, indicando con ellos, a los libros que Moisés escribió y a los libros que los profetas escribieron.   El Antiguo Testamento se subdivide en:   EL PENTATEUCO.   Génesis, Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio.   Se le nombra así, porque son los cinco libros que Moisés escribió.  Los judíos lo denominan como “Tora”, que significa ley.   Génesis significa Principio y es el primer libro, en él se encuentra el origen de todas las cosas, el relato de la creación, el origen del hombre, la caída del hombre y las condiciones que llevaron al diluvio universal, para luego relatar la vida de muchos hombres de Dios, entre ellos: Abraham, Isaac, Jacob, a quienes se les dio la promesa de Jesucristo, y se les considera como los patriarcas.  Éxodo significa salida; en él se relata el desarrollo de Israel y la cautividad en Egipto, la salida del pueblo y los 40 años de peregrinación en el desierto bajo la poderosa mano de Dios, de la promulgación de la Ley y las instrucciones especiales de Dios para ese pueblo suyo. El libro de Levítico indica todo aquello tocante a los levitas, cuando se hubo encargado a los sacerdotes que sirvieran al altar, enseña con los tipos de símbolos cómo un pueblo pecador podía allegarse a un Dios santo y mantener la comunión con ÉL.  Números, deriva su nombre del hecho que sus páginas narran el censo de Israel.  Históricamente, prosigue la narración comenzando desde el punto donde el libro de Exodo lo ha dejado y menciona las peregrinaciones que el pueblo redimido tuvo que realizar por el desierto, a causa de su fracaso de no haber entrado en Canaán.  Deuteronomio, consiste en los últimos consejos que Moisés dio a los israelitas en vista de la próxima entrada de ellos en la tierra que Dios les había dado, es una repetición de la Ley dada a Moisés.  Todos estos libros se encuentran entre los más antiguos de la humanidad, conteniendo enseñanzas singularmente notables, son superiores a los conceptos y normas humanas de la antigüedad, y son de tal nivel de sublimidad, que aún hoy no tienen igual en el aspecto literario, como habría de esperarse con obras que fueran realmente obra de la divinidad.   LIBROS HISTÓRICOS. Josué, Jueces, Rut, 1º. Y 2º. de Samuel, 1º. Y 2º. de Reyes, 1º. Y 2º. de Crónicas, Esdras, Nehemías y Ester.  Este apartado consta de 12 libros, que abarcan la historia de casi mil cien años, desde el ingreso en la tierra prometida, bajo la conducción de Josué, hasta el retorno parcial después del cautiverio babilónico.  Aquí se encuentran relatos de hombres y mujeres como: Saúl, David, Salomón, Rut, Ester y otros, que como se les había dicho en Deuteronomio 28, si obedecían la voz de Dios, Él los habría de bendecir, pero que si desobedecían, también los maldeciría, por lo que se puede observar claramente que los períodos de bendición que experimentó Israel corresponden a aquellos en los que obedecieron a Dios, mientras que los períodos de desgracia nacional, eran resultado de su desobediencia.   También se muestra que Dios siempre levanta hombres en períodos claves, dotados del Espíritu Santo, para realizar determinado trabajo,   hombres que son fieles a Él.   En el Nuevo Testamento se insta a que se lea esta parte de la Biblia, pues allí se encuentran ejemplos de la forma en que Él quiere que el cristiano obre.   LIBROS POÉTICOS O DE SABIDURÍA.  Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantares.   En estos libros se encontrarán la mayor parte de principios imperecederos, para tener éxito y disfrutar de las bendiciones divinas, cualquiera sean las circunstancias en que toque vivir.  Su nombre se debe a que se escribieron en forma de poesía, especialmente Salmos y Proverbios, por esta razón, con frecuencia el escritor repite en la segunda mitad de un versículo lo que dice en la primera mitad, recurso literario llamado “paralelismo hebreo”, y luego agrega algún aspecto nuevo a la afirmación original.   PROFETAS MAYORES.  Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel y Daniel.   Los profetas fueron parte importante en la historia de Israel, pues eran la voz de Dios instando a un pueblo al arrepentimiento.  Se les denomina profetas mayores no por tener mayor importancia sus escritos sino por su extensión, ya que tanto los mensajes dados por los profetas mayores como menores fueron de vital importancia.  Isaías tuvo por misión llamar a los de Judá al arrepentimiento, lo cual tuvo como resultado el que éste se salvase del juicio divino durante 30 años.  Jeremías intentó hacer lo propio en sus días, pero fue rechazado.  Lamentaciones contiene los lamentos de Jeremías porque la gran ciudad, Jerusalén y el pueblo de Judá fueron destruidos debido a que rechazaron al Señor.   Ezequiel y Daniel fueron llevados al cautiverio babilónico y profetizaron la restauración de Israel antes de la primera venida de Cristo y nuevamente en los últimos días.   La profecía de Daniel ocupa un lugar destacado en el Antiguo Testamento y se compara con el libro de Apocalipsis en el Nuevo Testamento.   PROFETAS MENORES. Oseas, Joel, Amós, Abdías, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías.    Estos profetas fueron levantados por Dios en momentos estratégicos de la historia de Israel, para hacer volver al pueblo de Dios de su rebelión.   Como se mencionó, se les llama menores porque sus escritos son más cortos, y el contenido está limitado a destinatarios directos.   LOS AÑOS DE SILENCIO.    Entre el final del Antiguo Testamento y el nacimiento de Cristo, pasaron más de 400 años, en los que Israel no tuvo profeta alguno que revelara el mensaje de Dios.  Por ello se los conoce como los “años de silencio”, los cuales llegaron a su fin con la venida del profeta Juan el Bautista.   EL NUEVO TESTAMENTO.    Consta de 27 libros, escritos en griego por ocho hombres, tres de los cuales (Mateo, Juan y Pedro) fueron apóstoles que habían sido testigos oculares de lo que escribieron.  Lucas, fue compañero de Pablo durante sus viajes, siendo testigo de muchos acontecimientos que narra en el libro de los Hechos.  Como en el Antiguo Testamento, la ubicación de estos libros, no llevan una cronología histórica, puesto que el primer libro del Nuevo Testamento que se escribió fue Santiago, alrededor del año 50 d.C. y el último fue Apocalipsis, completado alrededor del año 96 d.C. Todos estos relatos cubren un período cercano a los 100 años, desde el nacimiento de Cristo hasta la visión de San Juan en la isla de Patmos.  Está dividido en:   LOS EVANGELIOS.  San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan.   Los evangelios con cuatro relatos de la vida de Cristo: nacimiento, ministerio, pasión, muerte y resurrección.   Ninguno de estos Evangelios es completo por sí solo, puesto que algunos eventos se encuentran narrados en los cuatro libros, pero hay otros que no, es decir, son complementarios entre sí, además cada escritor lo presenta desde un punto de vista ligeramente diferente.    HISTORIA DE LA IGLESIA. Hechos de los Apóstoles.  Es la única narración existente de la Iglesia primitiva y como se difundió el cristianismo por todo el mundo conocido hasta ese entonces, haciéndose notar palpablemente la presencia del Espíritu Santo en todos los hechos.  Fue escrito por Lucas, el médico amado, notándose en sus letras, la meticulosidad y precisión del investigador.   EPÍSTOLAS PAULINAS.  Romanos, 1ª. Y 2ª. Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1ª y 2ª. Tesalonicenses, 1ª. Y 2ª. Timoteo, Tito, Filemón y Hebreos.  Son catorce en total.   Cada una de ellas fue escrita a una persona determinada (cartas pastorales) o a una iglesia en particular, por algún motivo especial.  Pablo, el apóstol, misionero de la iglesia primitiva, es el autor de ellas.   La dramática conversión de Pablo es una ilustración del poder de Cristo para transformar la vida, por cuanto, de ser un fariseo que odiaba a Cristo, se convirtió en un creyente que sirvió fielmente al Señor, y que Dios le dio el privilegio de escribir, siendo inspirado por Él.   EPÍSTOLAS GENERALES. Santiago, 1ª. Y 2ª. de Pedro, 1ª., 2ª., y 3ª. de Juan y Judas.  Reciben este nombre porque fueron escritas en forma individual para resolver alguna necesidad específica o dirigidas a algún grupo de personas no alcanzado por Pablo.   Se refieren a aspectos doctrinales generales, necesarios para el pueblo de Dios en todas las épocas.    PROFECÍA. Apocalipsis.    Trata de la revelación del apóstol Juan en el destierro, está relacionada los eventos del final de los tiempos, de la destrucción total y final del adversario el diablo, del juicio eterno de las naciones, el reinado universal de Cristo juntamente con aquellos que le fueron fieles, su Iglesia.   CONCLUSIÓN La Biblia misma nos invita a que recibamos la bendición de leerla (Ap. 1:3; Jos. 1:8), ya que contiene la voluntad de Dios para el hombre, sin embargo, es necesario que la leamos atentamente para no ser oidores olvidadizos (Stg. 1:25), y guardarla para que permanezca en nosotros y ser libres (Jn. 8:31-32) y así construir nuestra casa sobre la roca, que es Cristo, poniéndola por obra (Mt. 7:24-27), para que digamos juntos con el salmista ¡Cuánto amo yo tu Ley! (Sal. 119:97).       Iglesia de Cristo Ebenezer Modulo de Corderitos Escuela de Instrucciones Básicas   AUTOEVALUACIÓN   TEMA 6: La Biblia     NOMBRE: __________________________________________________________________CLAVE: ________________ TUTOR: ___________________________________________________________________ FECHA: ________________   INSTRUCCIONES: Conteste las siguientes preguntas.   1. ¿Qué significa la palabra “Biblia”?     2. ¿Cómo está dividida la biblia y cuántos libros componen?       3. ¿Qué libros pertenecen al Pentateuco?       4. ¿Qué libros pertenecen a los “Libros Históricos”?       5. ¿Por qué a los libros de: Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantares se les conocen como Poéticos o de Sabiduría?       6. ¿Cuáles son los libros de los profetas mayores y por qué se les llama así?       7. ¿Cuáles son los libros de los profetas menores y por qué se les llama así?       8. ¿Qué ocurrió en el período de tiempo denominado “los años de silencio” y cuánto duró?       9. ¿Por qué Dios nos invita a qué no seamos oidores olvidadizos, sino hacedores de su Palabra?       10.. ¿En la parte de atrás escriba los libros que pertenecen al Nuevo Testamento con cada una de sus divisiones?
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Organización interna de autoridades dentro de una iglesia y las características que debe tener cada uno.
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TEMA 7: LA IGLESIA LOCAL   INTRODUCCIÓN El Señor Jesucristo en su ministerio terreno, tomó a doce hombres como discípulos, asignándoles tareas específicas (Jn. 12:6).  Cuando ascendió, ellos comenzaron a predicar y la iglesia tuvo un crecimiento impresionante, siendo necesario designar hermanos con características especiales para poder desarrollar cargos de servicio (Hch. 6:3), mientras ellos continuaban con la oración y el ministerio de la Palabra (Hch. 6:4) creando un gobierno en la Iglesia.   DESARROLLO El gobierno en la Iglesia lo deben ejercer personas que se ocupan de la casa con atención y diligencia. La palabra gobernar (Gr. Oikodespoteo, de oikos = casa y despotes = señor, dueño; Strong 3616) significa gobernar la casa.  También el término proistemi, “estar en pie ante” y de ahí, conducir, ocuparse de; indicándose atención y diligencia (Strong 4291).        El gobierno no debe ser ejercido teniendo señorío.  Señorío del griego katakurieuo significa: ser señor contra, control, sojuzgar, someter al poder de uno y ejercer dominio (Strong 2634).  Quien está en eminencia en alguna congregación no debe actuar como jefe del pueblo.   El término Iglesia, se deriva del verbo griego ek kaleó, significa “llamar fuera de” (Strong 1577).  El Señor Jesús es quien emplea por primera vez el término IGLESIA, designando a la congregación.  Debido al crecimiento de las iglesias se requiere parámetros para su buen desarrollo, lo que está en la Palabra de Dios (1 Co. 3:10).   AUTORIDADES DENTRO DE UNA IGLESIA LOCAL   MINISTERIOS PRIMARIOS (APÓSTOLES, PROFETAS, EVANGELISTAS, PASTORES Y MAESTROS).  Los ministerios primarios son: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros (Ef. 4:11-16).  En Efesios 4:12, se menciona que los 5 ministerios capacitan primeramente a los santos para la obra del ministerio y para la edificación del cuerpo de Cristo.  Los ministros primarios se caracterizan porque han sido designados desde antes de venir a la tierra para ejercer la función de equipar al cuerpo de Cristo.   OBISPOS. Se deriva del griego episkopos que significa supervisor, vigilante, inspector, superintendente (Strong 1985), de donde se deriva el término episcopado. En las iglesias locales del Nuevo Testamento siempre fueron constituidos obispos para encargarse de la congregación (Hch. 20:17; Fil. 1:1; Tit. 1:5) son designados por apóstoles o por alguna delegación apostólica.  Generalmente son personas maduras que han alcanzado el grado de “ancianos” y es un paso previo que recibir de parte de Dios un ministerio primario.  Algunas características de estas personas son:   Obispo  (1 Ti. 3:1-7) -Irreprensible: Gr. Anenkletos, sin acusación alguna como resultado de una investigación pública.  Implica no una mera absolución, sino la inexistencia de cualquier tipo de cargos o de acusación en contra de una persona (Strong 410). -Marido de una sola mujer -Sobrio: Gr. Sofron, denota de mente sana, con dominio propio (Strong 4998). -Prudente: Gr. Fronesis, denota sabiduría práctica, prudencia en la conducción de asuntos (Strong 5428). -Decoroso: Gr. Eusquemosune,  elegancia de figura (Strong 2157). -Hospedador: Gr. Filoxenos,  hospitalario (Strong 5382). -Apto para enseñar: Gr. Didaktikos, adiestrado en la enseñanza (Strong 1317). -No dado al vino. -No pendenciero o violento: Gr. plektes,  golpeador, no luchador (Strong 1525). -No codicioso de ganancias deshonestas: Gr. epithumeo, fijar el deseo sobre.  Se usa con el significado de codiciar perseverantemente, de codiciar dinero y bienes (Strong 1937). -Amable: Gr. epiekes, apropiado, ajustado, equitativo, justo, moderado, paciente, no insiste en la letra de la ley (Strong 1933). -Apacible: Gr. esuquios, reposado, tranquilo, vida sosegada (Strong 2272). -No avaro: Gr. pleonexia, deseo de tener mas. Deseo de tener lo que pertenece a otros (Strong 4124). -Gobierne bien su casa: Gr. oikodespoteo,  persona que se ocupa de la casa con atención y diligencia (Strong 4291). -Que tenga a sus hijos en sujeción (obediencia) con toda honestidad. -No neófito: Gr. neufutos , uno recién plantado.  (Strong 3504). -Buen testimonio de los de afuera: Testimonio Gr. martus o martur, de donde proviene la voz castellana mártir, uno que da testimonio mediante su muerte. (Strong 3144).  (1 Ti. 3:2-7).     ANCIANOS.  Se deriva del griego presbuteros, que en una de sus acepciones connota a una persona con experiencia espiritual (Strong 4245).   También denota a aquellos que son calificados para la obra por el Espíritu Santo, designados para que asuman el cuidado espiritual de las iglesias y supervisarlas.   La Biblia indica que debían designarse a varios de ellos dentro de las congregaciones (Fil. 1:1), para que ningún aspecto dentro del gobierno de la iglesia fuera descuidado.  En el Nuevo Testamento eran designados en base de la evidencia que daban de cumplir las calificaciones que Dios había dispuesto (Tit. 1:6-9; 1 Ti. 3:1-7; 1 P. 5:2), tales como:   Ancianos (1 Pe. 5:2-3; Tito 1:6-9) -Pastorear la grey voluntariamente: Cuidar Gr. poimaino. Alimentar, nutrir, sustentar (Strong 4165).  Voluntariamente se traduce de hekousios, significa espontaneidad, intencionalmente y a las buenas (Strong 1596). -No por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto. -No teniendo señorío sobre los que están bajo su cuidado. -Siendo ejemplos de la grey. Ejemplo se traduce de gr. tupos, se utiliza para indicar una marca de un golpe o soplo y una figura formada por un soplo o impresión, es un patrón o modelo (Strong 5179).   -Irreprensible -Que tenga hijos creyentes, que no sean acusados de disolución ni rebeldía -No sea arrogante -No tenga mal genio -No pendenciero -No ávido de ganancias deshonestas -Hospitalario -Amante de lo bueno   DIÁCONO.  Se deriva de la raíz griega diakonos que significa asistente, mesero, sirviente, diácono, el que sirve (Strong 1249), lo que nos indica que los diáconos son DISCIPULOS que se caracterizan por la facilidad, disposición, utilidad (2 Ti. 4:11) y excelencia para realizar la Obra de Dios, en el servicio de las mesas y de los santos (1 Co. 16:15), ayudando al ministro que Dios ha colocado en la iglesia local (Hch. 6:1-4), así como de alivio en las tareas del ministerio y aligerar el trabajo ministerial. Los diáconos deben llenar las siguientes características:   Diácono -Discípulos: Gr. mathetes, aprendíz, denota a uno que sigue la enseñanza de uno (Strong 3101). -Buen testimonio. -Llenos del Espíritu Santo. -Lleno de sabiduría (Hch. 6:3). -Honestos. -Sin doblez: Gr. dilogos, significa primariamente decir la misma cosa dos veces (no de dos lenguas) (Strong 1351). -No dados al vino. -No codiciosos de ganancias deshonestas. -Que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. -Maridos de una sola mujer. -Que gobiernen bien sus hijos y sus casas (1 Ti. 3:8-10, 12).  -Que sean probados antes -Irreprensibles.     CONCLUSIÓN La iglesia local  es una comunidad de cristianos nacidos de nuevo que nos congregamos para buscar, alabar y adorar a Dios.   Debe ser una iglesia apostólica, porque en ella se mueven los cinco ministerios, quienes capacitan a los santos, para la edificación del cuerpo de Cristo.   Por ello creemos en dichos ministerios, dando una armónica distribución de los dones y ministerios, ejercidos en mutuo amor y sumisión los unos a los otros y debido a su crecimiento ha adquirido una estructura de organización centralizada en la cabeza invisible que es Cristo.     Iglesia de Cristo Ebenezer, Escuintla. Modulo de Corderitos Escuela de Instrucciones Básicas   HOJA DE TRABAJO   TEMA No. 7:   La Iglesia Local     NOMBRE: __________________________________________________________________CLAVE:________________ TUTOR: _____________________________________________________ FECHA: _____________________________   INSTRUCCIONES: Conteste las siguientes preguntas, fundamentando sus respuestas con textos bíblicos.   1. ¿Quiénes deben ejercer gobierno en la iglesia?       2. ¿Por qué el gobierno no debe ser ejercido con señorío?       3. ¿Quiénes son las autoridades dentro de una iglesia local?       4. ¿Cuál es la raíz griega de la palabra “obispo” y qué significa?       5. ¿Qué características debe llenar una persona para llegar a ser obispo?       6. ¿Cuál es la raíz griega de la palabra “anciano” y qué significa?       7. ¿Qué características debe llenar una persona para llegar a ser anciano?       8. ¿Cuál es la raíz griega de la palabra “diácono” y qué significa?       9. ¿Qué características debe llenar una persona para llegar a ser diácono?       10.  ¿Quién es la cabeza de la iglesia?
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