Las principales causas de cirrosis en los países desarrollados son: El consumo excesivo de alcohol (Cirrosis hepática de Laennec, cirrosis alcohólica, etílica o enólica). La hepatitis crónica por virus C (cirrosis por virus C).
Pruebas de laboratorio, estudios de diagnóstico por imágenes y biopsia.
La superviviencia de los pacientes con cirrosis hepática compensada (enfermos que nunca han tenido ascitis, hemorragia digestiva o encefalopatía hepática) es relativamente prolongada. La mayoría vive más de 10 años. Sin embargo, una vez que la cirrosis se ha descompensado el pronóstico es malo en un periodo corto de tiempo. La probabilidad de seguir vivo tres años después de la descompensación es de solo un 30%. Algunos individuos precisan, con el tiempo, transfusiones de sangre por la anemia que presentan, o vaciados frecuentes de la cavidad abdominal (paracentesis evacuadora). Cuando esto ocurre con frecuencia es útil programar los tratamientos en función de las necesidades de cada individuo.
Se recetan una restricción dietética de sal y medicamentos diuréticos, medicamentos como: lactulosa o ciertos tipos de antibióticos orales , reductores de la presión arterial, trasplante de hígado
Los signos y síntomas de la cirrosis hepática pueden estar ausentes o no ser específicos en las primeras etapas. Entre los síntomas inespecíficos iniciales tenemos la fatiga y el prurito.
El edema, ascitis, Sangrado del tubo digestivo, La ictericia, Encefalopatía hepática.