Creencias anómalas en el sentido de que su contenido
es extraño, improbable o absurdo y no compartido
por los otros miembros del grupo social de referencia,
a pesar de lo cual se mantienen con una gran
convicción. Tienen referencias personales y son fuente
de malestar subjetivo o interfieren negativamente con
el normal desarrollo social y personal del individuo.
Mullen (1979), Según este autor, este tipo de
creencias anormales tienen las siguientes
características:
a) Se mantienen con absoluta convicción
b) Se experimentan como una verdad evidente por sí
misma, con una gran trascendencia personal.
c) No se dejan modifi car por la razón ni por la experiencia
d) Su contenido es a menudo fantástico o cuanto
menos intrínsecamente improbable.
e) Las creencias no son compartidas por los otros
miembros del grupo social o cultural
B. Los delirios como creencias falsas
El conocimiento se empezó a relacionar con la certeza cientí fi ca y,
por tanto, requería de una redefi nición en términos de las
evidencias que se iban encontrando. Por su parte, la creen cia se fue
subjetivizando y fue redefi nida en términos de conocimiento
probabilístico y actitudes mentales. la implicación de que toda
creencia delirante conlleva, por defi nición, contenidos fantásticos o
increíbles cuenta con ciertas difi cultades.
El cénit de esta visión intelectualista
se puede encontrar en el trabajo de
Price (1934, citado en Berrios, 1991),
quien distinguía entre cuatro
elementos en una creencia, y alegaba
que una creencia supone:
1. Admitir una creencia (P) junto con una o más
proposiciones alternativas (Q o R).
2. Conocer un hecho o conjunto de hechos (E) que son
relevantes para P, Q o R.
3. Conocer que F hace que P sea más probable que Q o R,
es decir, tener más evidencias para P que para Q o R.
4. Asentir P, lo cual a su vez incluye: a) preferir P a Q y R, y
b) sentir cierto grado de confi anza con respecto a P.
C. Las dimensiones de los delirios
Los delirios son heterogéneos en términos tanto del contenido como de la
forma. una serie de dimensiones que sugieren la existencia de una gama
de continuos que van desde las creencias normales hasta las patológicas.
Estos planteamientos tendrían en común el mantener que algunos
aspectos problemáticos de la definición del delirio se podrían resolver
sustituyendo la visión ampliamente aceptada de los delirios como
fenómenos discretos (esto es, se delira o no se delira)
Dimensiones
descriptivas de los
delirios
1. La inmodificabilidad,
incorregibilidad o fijeza
Esta característica hace referencia al mantenimiento
del delirio a lo largo del tiempo, a pesar de las
evidencias en contra, y es sin duda uno de los aspectos
centrales del concepto de delirio
2. La intensidad o convicción
Esta dimensión se refiere al grado de convicción que muestra
el sujeto. Las visiones más aceptadas defi enden que la
intensidad de la convicción es «extraordinaria», como diría
Jaspers, o «absoluta», según Mullen.
3. La ausencia de apoyos
culturales
El hecho de que esta cautela sea necesaria signifi ca, entre otras cosas, que
la irracionalidad de una idea viene defi nida en parte por el consenso social,
y que los psicopatólogos no deberían entrar en polémicas sobre cuestiones
de ideología a la hora de diagnosticar (Maher, 1988a).
4. La preocupación
Esto, en parte, puede estar relacionado con el hecho de que las creencias
delirantes suelen implicar diversas áreas de las relaciones y vida del paciente, y
suelen ser sobre cosas o individuos que tienen una conexión con el delirante, lo
que las convierte en ideas autorreferenciales.
5. La implausibilidad
Esta característica se refi ere a la cualidad extravagante del delirio, y está
relacionada con la característica de falsedad, especialmente con el grado
de verosimilitud de la creencia y con el grado en que el delirio se aparta
de la realidad consensualmente determinada.
D. Diferencias y semejanzas con otras
creencias anómalas
Las ideas sobrevaloradas, descritas por Wernicke en 1900, se trata de creencias, con
distintos grados de plausibilidad, que están emocionalmente sobrecargadas y que
tienden a preocupar al individuo y a dominar su personalidad.
Las ideas obsesivas, comparten con los delirios la preocupación que generan en las
personas que las mantienen. Sin embargo, los individuos que presentan ideas
obsesivas suelen reconocer lo absurdo de sus creencias, y suelen mantener una lucha
permanente con ellas, a la vez que las experimentan como una intrusión en su
conciencia, y por tanto como algo no deseado ni voluntario.
La clasificación de los delirios
A. Las distinciones desde el punto
de vista de la forma
Desde el punto de vista formal, la distinción
que se realiza clasifi ca a los delirios en
delirios primarios o verdaderos y delirios
secundarios.
Delirio secundario: Ideas delirantes que surgen como intentos de
explicación de experiencias anómalas previas y, en este sentido, son
comprensibles psicológicamente.
Delirio primario: Ideas delirantes que se caracterizan por
ser autónomas, originales, inderivables e incomprensibles
desde el punto de vista psicológico.
B. Las clasificaciones en
función del contenido
1. Delirio de ser controlado: Idea delirante en la que los sentimientos, los impulsos, los pensamientos o los actos son vividos
como si no fuesen propios y estuviesen impuestos por alguna fuerza externa.
2. Idea delirante corporal: Idea delirante cuyo contenido principal se refi ere al funcionamiento del propio cuerpo.
3. Idea delirante de celos: Convicción delirante de que la pareja sexual es infiel
4. Idea delirante de grandeza: Idea delirante cuyo contenido implica una exagerada valoración de la importancia, el
poder, el conocimiento o la identidad personales.
5. Idea delirante de pobreza: Idea delirante de que el sujeto ha perdido o perderá todas o casi todas sus
posesiones materiales.
6. Idea delirante de referencia: Idea delirante consistente en que los acontecimientos, los objetos o las personas
próximas del ambiente del sujeto tienen un sentido particular y no usual, por lo general de tipo negativo y
peyorativo.
7. Idea delirante extravagante: Falsa creencia cuyo contenido es claramente absurdo y sin base real posible.
8. Idea delirante nihilista: Idea delirante en torno a la no existencia del yo (o de alguna de sus partes), de los
demás y del mundo.
9. Idea delirante persecutoria: Idea delirante cuyo tema central es la convicción de que una persona (o grupo) es
ataca da, acosada, engañada, perseguida o víctima de una conspira ción
El delirio y los
trastornos
mentales
Trastornos mentales en los que aparece el delirio como criterio
diagnóstico, según el DSM-IV y la CIE-10
DSM-IV
— Delirium, demencia, trastorno amnésico y otros trastornos cognitivos — Trastornos relacionados con el uso de
sustancias — Trastornos psicóticos debidos a condiciones médicas generales — Esquizofrenia — Trastorno
esquizoafectivo — Trastorno delirante — Trastorno psicótico breve — Trastorno psicótico compartido — Trastornos
del estado de ánimo — Trastorno esquizofreniforme
CIE-10
— Trastornos mentales orgánicos — Trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de
sustancias psicotrópicas — Esquizofrenia — Trastorno esquizoafectivo — Trastorno de ideas delirantes
persistentes — Trastornos psicóticos agudos y transitorios — Trastorno de ideas delirantes compartidas —
Trastornos del humor — Trastorno esquizotípico
Explicaciones
psicológicas acerca
de los delirios
A. Los planteamientos clásicos
Se podría decir que los psicoanalistas han considerado los deli ríos como
creencias con significado, y esencialmente como expresiones de las
fantasías y los deseos pre mórbidos del individuo, a los que se daba
totalmente rienda suelta una vez que había ocurrido la descompensación,
esto es, una vez que se manifestaba el trastorno
1. Freud
Freud fue una de las fi guras pioneras más importantes en psicopatología que mantenía la importancia de los
síntomas específi cos, tales como las ideas delirantes, y que además propo nía que la función de estos síntomas
podía entenderse en términos de procesos psicológicos
2. La escuela de Heidelberg
Arthur (1964, citado en Maher, 1988) resumía las visiones que él denominaba el «enfoque Heidelberg», y que se
referían al trabajo de Jaspers, Gruhle, Schneider o Mayer-Gross, entre otros. El postulado central de estos autores se
centra en la distinción entre delirios primarios y secundarios
3. La postura de Eugen Bleuler
Bleuler (1942) propuso que los delirios podían surgir de dos maneras distintas: 1) a través de un «debilitamiento» de
las asociaciones, como en el caso de la esquizofrenia, o 2) por una exageración del apego emocional a una idea,
como en la paranoia.
4. El principio de Von Domarus
En 1944, Von Domarus planteó que los delirios surgían como consecuencia de un fracaso en el razonamiento
silogís ti co (es decir, en el razonamiento deductivo). El fracaso consistía en asumir la identidad de los sujetos
sobre la base de predicados iguales.
B. Los planteamientos actuales
1. El delirio como explicación racional
No es en sí mismo aberrante
Pueden considerarse teorías
Los enigmas requieren o exigen explicaciones
Reducción de la tensión
Los datos posteriores que son consistentes con la
explicación reducen las disonancias
Los demás juzgarán la creencia como delirante
Las experiencias de «signifi cado» y «alivio» se asume
que tienen un locus real en el sistema nervioso
Las teorías delirantes, basadas en datos no
disponibles a los demás, se pueden desarrollar
2. Los delirios como alteraciones del pensamiento formal
Modelo preliminar de los procesos de
juicio involucrados en la formación del
delirio (Garety, 1991)
1. EXPECTATIVAS
PREVIAS
2. INFORMACIÓN
ACTUAL
3. Esperada
Común Externa
Neutra IGNORAR
4. ESTILO DE P. I.
(Percepción e
Inferencia)
5. CREENCIA
6. REFUERZO
7. BÚSQUEDA DE
EVIDENCIA
CONFIRMATORIA
3. El delirio desde las teorías atribucionales
Los cuatro heurísticos identifi cados
por Kahneman, Tversky y cols. son
los siguientes:
1. Representatividad
2. Disponibilidad o
accesibilidad:
3. Simulación
4. Anclaje y ajuste
4. Teorías sobre el contenido de los delirios
Estadios involucrados en la adquisición y
mantenimiento de las creencias, ya sean normales
o anómalas (Bentall, 1990)
Datos
Percepción
Inferencia
Creencia
Búsqueda de
información
Los factores de
germinación y los
factores de
mantenimiento
A. Factores que influyen en la
germinación del delirio
1. Disfunciones cerebrales:
2. Personalidad:
3. Mantenimiento de la
autoestima
4. El afecto
5. Experiencias
inusuales
6. Sobrecarga
cognitiva
7. Variables
interpersonales
8. Variables situacionales
B. Factores que influyen en el
mantenimiento del delirio
a) La inercia para
mantener creencias
b) La infl uencia en la conducta y la
profecía autocumplida