Académicamente, la Geopolítica analiza la historia y las ciencias sociales con referencia a la geografía
y la política.
Comunicación
La comunicación es la acción de comunicar o comunicarse, se entiende como el proceso por el que se
trasmite y recibe una información.
La educación
es el proceso de facilitar el aprendizaje. Los conocimientos, habilidades, valores, creencias y habitos
de un grupo de personas que los transfieren a otras personas, a través de la narración de cuentos, la
discusión, la enseñanza, la formación o la investigación.
Los Medios de Comunicación como actores de la política
Su significado social y cultural depende del trabajo humano, de la inteligencia y la actividad realizadora
de la persona.
La Geopolítica Crítica
Este enfoque se convirtió en lo que él y otros ahora denominan la “geopolítica crítica”, obteniendo
como prioridad la necesidad de exponer la complicidad de la geopolítica (la tradicional) con la
dominación y el imperialismo.
los medios de comunicacion
Los medios juegan un papel importante en las actividades de la información, puesto que sin ellas sería
imposible llegar a todos los rincones donde exista la necesidad de saber los hechos con oportunidad.
Los medios de comunicación tendrán una influencia negativa o positiva en el comportamiento de la
sociedad así como en la formación de sus valores personales, la ideología y la cultura; que constituirán
la base porque no decir del desarrollo de los estados. Lo que sucede actualmente en el mundo
obedece no solo a una cierta racionalidad política, ni al presunto fracaso concepción de la sociedad y
su destino.
geografia
a través de la geografía política, la geografía descriptiva y la historia, estudia la causalidad espacial de
los sucesos políticos y sus futuros efectos. Esta fue fundada por el geógrafo de origen sueco Rudolf
Kjellén (1864-1922). La geografía política es el estudio de las interacciones de lo político y lo espacial, el
poder y el espacio con las organizaciones territoriales resultantes.
la globalizacion y geopolitica
Los conceptos, distintos y algunas veces incluso contrapuestos, sobre la forma de globalización,
económica y especialmente política, sostenidos por los EE.UU. y la Unión Europea durante décadas,
han contribuido en gran medida a la disolución del consenso occidental dentro del orden liberal
internacional. Estas diferencias en las percepciones se deben atribuir menos a unas posiciones
ideológicas concretas y mucho más a otras variables, como las propias experiencias históricas, el
respectivo nivel de desarrollo, la cultura política y, sobre todo, a las particulares experiencias de cada
uno como actores internacionales.