VIRTUD con esta se designan cualidades buenas, firmes y estables
de la persona, que, al perfeccionar su inteligencia y su voluntad, la
disponen a conocer mejor la verdad y a realizar, cada vez con más
libertad y gozo, acciones excelentes, para alcanzar su plenitud
humana y sobrenatural.
VIRTUDES INTELECTUALES
La actividad intelectual –aprendizaje, estudio,
reflexión- de la persona que busca la verdad,
engendra en ella las virtudes intelectuales. La
adquisición de conocimientos verdaderos capacita
para alcanzar otros más profundos o difíciles de
comprender.
La razón dispone de dos funciones:
la especulativa o teórica y la
práctica.
La razón especulativa
tiene por fin conocer la
verdad sobre el ser
Las virtudes que perfeccionan la
razón especulativa son las siguientes:
—El hábito —La sabiduría —La ciencia
La razón práctica, dirigir la
acción según la verdad sobre
el bien.
b) La razón práctica, a su vez, es
perfeccionada por las siguientes virtudes:
—El hábito de los primeros principios
prácticos —La prudencia —La técnica o arte
Caractísticas de las virtudes:
-Noción - Sujeto y Objeto-División
VIRTUDES MORALES
Hay al menos tres importantes razones por
las que la persona necesita adquirir las
virtudes morales
1. La razón y la
voluntad no están
determinadas por
naturaleza a un modo
de obrar recto
2. El pecado original introdujo
un desorden en la naturaleza
humana: la dificultad de la
razón para conocer la verdad,
el endurecimiento de la
voluntad para querer el bien y
la falta de sumisión de los
apetitos a la razón.
3. Por último, las circunstancias
en las que se puede encontrar
una la persona a lo largo de su
vida son muy diversas, y a veces
requieren respuestas
imprevisibles y difíciles.
Las tres dimensiones esenciales
de la virtud moral Para obrar bien
y con perfección, se requiere:
—recta intención —recta elección
y —recta ejecución de la acción
elegida.
CARACTERÍSTICAS DE OBRAR VIRTUOSO:
Las virtudes hacen que reine entre las
diversas potencias operativas el orden,
la unión y la armonía que corresponde a
la naturaleza humana, inclinando a cada
una de ellas a su fin propio, a su
operación perfecta. Cada una
desempeña su papel natural: la razón
dirige, la voluntad manda, la
sensibilidad ayuda, las fuerzas
corporales obedecen . La consecuencia
de esta armonía es que la conducta
virtuosa se realiza con firmeza,
prontitud, facilidad y gozo.
VIRTUDES MORALES COMO
TERMINO MEDIO: Aristóteles
define la virtud moral como un
hábito electivo que consiste en
un ―término medio‖ relativo a
nosotros, determinado por la
razón. Santo Tomás,
asumiendo esta idea de
Aristóteles, afirma que el
orden que las virtudes morales
establecen tanto en sus
propios actos como en los
actos de las pasiones es un
cierto medio . La expresión
―término medio‖ no siempre
ha sido bien entendida. No es
raro que la frase in medio
virtus se utilice como cita de
autoridad para confirmar que
lo más prudente en la vida es
optar por la mediocridad sin
riesgos.
CONEXIÓN O
INTERDEPENDECIA DE LAS
VIRTUDES: Las virtudes
morales dependen unas de
otras debido a que todas
ellas participan de la
prudencia, pues por ser
hábitos electivos ninguna
puede darse sin esta virtud.
A la vez, como se ha visto, la
persona no puede ser
prudente si no posee las
demás virtudes morales, ya
que si en el razonamiento
moral interfieren las
pasiones desordenadas, la
deliberación comienza a ser
defectuosa y pueden nacer
los conflictos irresolubles