Afectados sin lugar a dudas, transformados sería más preciso que dañados. El efecto sociedad se debe a
un proceso reflexivo que involucra acciones para con otros y otras, cuyos significados y las siguientes
acciones dependen de un supuesto y una confianza en lo que ocurrirá. Estas circunstancias pandémicas
ponen en tensión y atención permanente respecto de lo que el otro u otra hará, es por ello que estamos a
expensas de fenómenos sociales emergentes.
Económicamente
Organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
(OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierten de que la pandemia puede reducir el
crecimiento económico mundial en 2020
En una situación como esta, los estados se ven obligados a inyectar grandes cantidades de dinero para
que el sistema siga funcionando: por ejemplo, que las personas que se han quedado temporalmente sin
trabajo sigan cobrando para poder pagar las facturas, o que las empresas que no pueden producir
puedan pagar a sus trabajadores.
Otros países, como Francia, han anunciado que se suspende el pago del alquiler y de las facturas de la luz,
gas o agua, mientras el propio Estado se hará cargo de pagar los créditos bancarios de la gente que no
pueda asumirlos por culpa de la epidemia.
Psicológicamente
En este sentido, nadie duda de la ‘huella’ psicológica y social que la pandemia dejará en la mayoría de la
población. Las que sufrimos ahora de forma más aguda son las del confinamiento: sentirse agobiado, es decir,
clínica ansiosa. Incluso si dura un poco más, clínica relacionada con la depresión: tener menos ganas de hacer
cosas, de disfrutar un poquito menos… Si la ansiedad se cronifica pueden existir síntomas de bajo ánimo.
También hay personas con familiares fallecidos en estos días y no han podido despedirse de ellos. Estas son
situaciones más críticas que pueden derivar en un incremento mayor de la ansiedad o de la depresión, e
incluso convertirse en síndromes de estrés agudo; una ansiedad máxima provocada por la impotencia ante la
situación. Si estos síntomas se alarga en el tiempo puede provocar ciertas enfermedades mentales,
relacionadas con la ansiedad y la depresión, que tenemos que vigilar.
“Uno de los problemas más importantes va a ser la clínica depresiva asociada a la situación social que va
a generar el coronavirus”
¿Existen ciertos trastornos mentales o grupos de riesgo que puedan verse más afectados por las circunstancias
generadas por el coronavirus?
Lo más probable para las personas que padecen problemas de salud mental es que su sintomatología sea más elevada y estén en una situación peor que la basal. También hay
que tener en cuenta la situación social: toda esta gente tenía un apoyo de ir a un centro, a un hospital de día… todos estos recursos se han cerrado por el estado de alarma, el
soporte que tenían ha menguado en consecuencia.