Existen una gran variedad de
clasificaciones de los diferentes
modelos o diseños de evaluación.
Pero todos tienen un rasgo en común y es que: ninguna de las
categorías creadas es excluyente respecto de las demás y, en
consecuencia, cualquier modelo podría encuadrarse
simultáneamente en dos o más de ellas
el primer grupo se le conoce como:
modelos clásicos
Manejan datos numéricos y los analizan,
generalmente a través de procesos
estadísticos.
El segundo grupo se le
conoce como: Modelos
alternativos.
están encuadrados en la órbita empírico-racionalista
y conductista. Manejan datos numéricos y los
analizan, generalmente a través de procesos
estadísticos
MODELO DE TYLER.
Establece y defiende la necesidad de una definición de los
objetivos en términos de conducta (operativos), como el
elemento central en el que se debe basar la evaluación.
MODELO DE ADAMS.
el proceso se centra en las observaciones del
comportamiento
MODELO DE TABA
Hilda Taba, concibe la educación como un proceso cuyo principal objetivo
consiste en intentar modificar le comportamiento de los alumnos y,
consecuentemente, el proceso de evaluación consistirá en la
determinación, y estimación, de los cambios producidos en relación a
esos mismos objetivos preestablecidos.
MODELO DE CARREÑO
Para este autor los procesos de enseñanza-aprendizaje se
dividen en tres fases estrechamente relacionadas entre sí,
son las que le dan coherencia y cohesión a su desarrollo:
La planificación , la ejecución y la evaluación.
MODELO DE EVALUACIÓN DE
HAMMOND
Para este autor la evaluación debe expresar la
eficiencia de los programas educativos en
función de sí se consiguen, o no, los objetivos
propuestos.
EVALUACIÓN RETRIBUTIVA Y COMPARATIVA
El papel que debe adoptar el evaluador debe ser crítico y activo
con respecto al valor de dichos objetivos, censurándolos e
incluso rechazándolos abiertamente si atentan contra la
dignidad de las personas.