Los peligros pueden clasificarse como: - peligros de seguridad (por ejemplo, una
demarcación inadecuada para el paso del montacargas en un almacén o
cableado mal canalizado en una oficina), - peligros higiénicos (por ejemplo,
ruido que sobrepase 85 dB(A) de Leq en 8 horas en un almacén o iluminación
inadecuada en una oficina) y - peligros por carencia de ergonomía o
disergonómicos (por ejemplo, levantamiento inadecuado de peso en un
almacén o diseño inadecuado del puesto de trabajo en una oficina). Luego de
establecidos los peligros en el proceso de trabajo, podemos pasar a
denominarlos: procesos peligrosos.
Una vez determinados los procesos peligrosos, es necesario cuantificarlos,
por lo general, para establecer si están dentro del rango de lo tolerable o no
tolerable. Una vez cuantificados (ya sea por metodología cualitativa o
cuantitativa), pasan a denominarse riesgos
Una vez determinados los procesos peligrosos, es necesario cuantificarlos, por lo general, para
establecer si están dentro del rango de lo tolerable o no tolerable. Una vez cuantificados (ya sea por
metodología cualitativa o cuantitativa), pasan a denominarse riesgos.
El esquema de análisis de los riesgos en Venezuela es similar al enfoque de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) que establece este orden para el análisis de los riesgo
Tipos de riesgo (y por ende procesos peligrosos) Físicos: ruido, estrés térmico, iluminación
inadecuada, radiaciones ionizantes y no ionizantes, presión (disbáricos) y otros. Químicos: por
químicos que pueden ser asfixiantes, irritantes, cancerígenos, mutagénicos, teratogénicos y otros.
Biológicos: por productos derivados del cuerpo humano (sangre, orina, heces, saliva y otros), por
animales, microorganismos en el ambiente y otros. Disergonómicos y psicosociales: por
condiciones inadecuadas en cuanto a carga postural, metabólica, mental, levantamiento de carga,
organizacionales y otras