ENTRE NACER Y CAMINAR
(Desplazarse por el espacio)
Los niños y las niñas
construyen su identidad en
relación con los otros; se
sienten queridos y valoran
positivamente pertenecer a
una familia, cultura y
mundo.
Los niños y las niñas
conocen nuevas
personas, espacios y
lugares sintiéndose
seguros.
Es muy importante que a los niños desde
pequeños se les llame por su nombre, y con
esto evitariamos juicios de valor al
momento de ponerles apodos.
Los niños en sus primeros meses de vida
aprenden a conocer a las personas
cercanas a ellos, diferenciadolas de los
que para ellos son desconocidos, saben
identificar sus espacios, en los que han
permanecido durante su nacimiento.
Debemos valernos de la tradición
oral de las comunidades ya que su
riqueza posibilita el desarrollo de la
identidad de los niños y las niñas.
Los niños y las niñas
conocen su cuerpo,
experimentan
movimientos y se
desplazan por el
espacio.
Llega el momento en que los niños, recorren la
casa y lugares por cuenta propia, de alli la
indagación del medio se hace más activa e
independiente, quieren moversen todo el
tiempo, De allí que la maestra diseña rutinas y
ambientes para seguir potenciando esa
autonomía, y tambien hacerle enfasis a las
familias la importancia de promover este tipo
de experiencias en el hogar.
Los niños y las niñas desarrollan destreza y
seguridad en el manejo de su cuerpo, se
sientan, se arrastran, giran sobre su cuerpo,
gatean, se ponen de pie. En este momento
se da la transición de la posición horizontal,
de los primeros meses, a la vertical (estar
de pie y caminar).
Los niños y las niñas
usan diversos medios
para regular sus
acciones.
El movimiento independiente
les permite a los niños y las
niñas realizar diferentes
acciones en las cuales unas
son peligrosas y otras pueden
provocar halagos. De ahi llega
el momento importante en el
adulto indicandoles que si se
puede hacer y que no, de tal
manera que ellos vayan
afiancando que acciones son
buenas y cuales no se deben
realizar.
Llega el momento del
reto, en el que el niño
cuando va a cometer
alguna acción bien sea
peligrosa o buena, mira
al adulto para ver que
reaccion hace porque
sabe que si esta mal él le
va a indicar que no la
puede hacer y los niños
poco a poco aprenden a
autorregularsen.
Los niños y las niñas son comunicadores activos de
sus ideas, sentimientos y emociones; expresan,
imaginan y representan su realidad.
Los niños y las niñas nombran el mundo e
inventan otros nuevos a partir de las
palabras y la literatura.
Entre el primer y segundo año los
bebés pasan paulatinamente del
balbuceo a la producción de sonidos
cada vez más similares a los de su
lengua materna.
Ahora las niñas y niños juegan a “dar
voz” a los objetos mientras los mueven:
guau, “dirán” al perro con el que juegan
y ese mismo sonido será su nombre o
harán un gesto con la mano que
signifique a ese animal.
Juntan palabras para dar a
conocer ideas completas: “mamá
fue”. Usan tonalidades distintas
de acuerdo con lo que quieren
conseguir: “¡Upa!”, dirán algunos
que quieren ser alzados por sus
madres Con esas primeras
palabras los niños y las niñas
están en la capacidad de
sostener conversaciones y de
responder algunas preguntas.
Es importante que los adultos les
lean, ya que mientras pasan las
páginas y van narrando lo que allí
aparece, los niños y las niñas
aprenden que las imágenes van
contando una historia,
convirtiéndose está en “una primera
aproximación a la organización
espacial propia de la lectura.
Los niños y las niñas
exploran diversos lenguajes
expresivos.
No es casualidad que los niños y
las niñas se expresen de maneras
variadas, pues para ellos no hay
diferencias entre los distintos
lenguajes ya que el mundo se
sigue comprendiendo y
transformando desde las
sensaciones y las percepciones,
procesos potenciados que se
integran al avance en el lenguaje
oral.
Los niños y las niñas con discapacidad
visual necesitan del acompañamiento
corporal por parte del adulto para que les
vaya mostrando las múltiples texturas y
sonidos del entorno, invitándoles a la
exploración creativa a partir de esos
recursos.
se afirma que no son solo movimientos
placenteros, se trata de la capacidad de
modificar las superficies y de la certeza de
transformar el entorno. “Ese íntimo milagro
cotidiano, es testimonio visible de su paso por
ahí: la huella de su acción y más tarde, cuando
empiece a dominarla, la huella de su intención”
(Berdichevsky, 2009, p.142).
Los niños y las niñas disfrutan
aprender; exploran y se relacionan
con el mundo para comprenderlo y
construirlo.
Los niños y las niñas
empiezan a
comprender las
intenciones de los
demás.
Los niños y las niñas empiezan a percibir a
las otras personas como seres
intencionados, con quienes pueden
interactuar para dirigir su atención hacia
elementos del mundo exterior que son de
su interés.
También logran ir centrando su
atención, de manera independiente, en
objetos o situaciones particulares y
concentrarse en alguna acción específica
y cambiar a otra por voluntad propia.
La lectura individual, en la que comparten la
experiencia el niño o niña y el adulto que lee,
además de estrechar lazos afectivos se
convierte en una oportunidad para potenciar
la atención conjunta, ya que los dos están
atentos a la historia y pueden compartir
preguntas e impresiones.
Los niños y las niñas descubren
las características de los objetos
y les dan diversos usos.
En el momento en que los niños y las niñas
adquieren seguridad para caminar por el
espacio experimentan nuevos movimientos sin
la ayuda del adulto. Entonces las formas de
exploración y juego cambian.
Poco a poco se empiezan a interesar por
el mundo social, y por ello aparecen los
primeros juegos simbólicos; Su atención
está centrada en aprender sobre las mil
características que tienen las cosas y
sobre su uso cotidiano, Las estrategias
pedagógicas deben favorecer este tipo de
exploraciones, el movimiento libre y la
solución de problemas.
Los niños y las niñas
exploran el espacio.
Caminar posibilita a niñas y niños explorar los
espacios en diferentes niveles, no es lo mismo ver y
moverse en el espacio al gatear que sostenidos en sus
dos pies.
A partir de la acción la niña o el niño va
construyendo los conceptos relativos al
espacio.
El aprendizaje de estos conceptos también
puede ser potenciado a partir de
dispositivos sensoriales para que las niñas
y niños con baja visión puedan moverse de
manera autónoma por el espacio,