Una afasia consiste en un trastorno del lenguaje
ocasionado por una lesión cerebral en una
persona que previamente podía hablar con
normalidad
El trastorno afásico se caracteriza por trastornos en
la emisión de los elementos sonoros del habla
(parafasias), déficit de la comprensión y trastornos
de la denominación (anomia).
Algunos autores persisten en utilizar el término
disfasia para referirse a este trastorno, si bien éste
es un término ambiguo y es preferible utilizar el de
afasia.
TIPOLOGÍA CLÍNICA Y LOCALIZACIÓN
TOPOGRÁFICA
Antes de entrar en el tema propiamente
dicho de la tipología, debe establecerse una
consideración previa sobre si hay o no
necesidad de clasificar las afasias.
El núcleo de la cuestión radica en si la afasia es un trastorno
unitario o si existen varias clases de la misma. En realidad, la
repuesta no está clara y las diversas opiniones formuladas al
respecto desde la época del propio Wernicke abogan la opinión de
que ambos pronunciamientos parecen ser correctos.
El trastorno afásico es básicamente uno, si bien se
observan una serie de grupos semiológicos
predominantes como consecuencia
fundamentalmente de la localización anatómica de
la lesión causal y, en segundo lugar, como
consecuencia de las peculiaridades biológicas de la
organización cerebral de cada sujeto, aunque éste
sigue un patrón mayoritariamente uniforme en la
especie humana.
En realidad, cada rehabilitador debería seguir la clasificación con la que se
sintiera más cómodo y le proporcionara más datos para poder abordar con
mayor eficacia el tratamiento del paciente; todo ello siempre dentro de un marco
conceptual adecuado, a fin de que la descripción del síndrome estudiado pueda
ser reproducible, tenga valor predictivo y refleje la realidad clínica del paciente.
En la afasia raramente hay una abolición total de las
capacidades expresivas; aunque en la fase inicial pueda
observarse esta abolición total, regularmente siempre se
conservan elementos hablados, incluso en las afasias más
graves.
Puesto que se trata de un trastorno de la capacidad del
cerebro para elaborar lenguaje, debe tenerse en cuenta
que en la afasia se ven afectadas todas las modalidades
lingüísticas. Por lo tanto, el trastorno no se reduce a la
expresión o comprensión hablada, sino también a la
escrita.
COMPRENSIÓN ORAL
Al explorar la comprensión oral de un paciente afásico deben tenerse en cuenta varios puntos básicos:
Si el trastorno del paciente es
exclusivamente de carácter afásico, la
comprensión de la entonación y la mímica
general están conservadas.
Debe tenerse en cuenta que la afasia se produce
como consecuencia de una lesión cerebral, que
habitualmente determina en los pacientes una
lentificación del tiempo de reacción y una
fatigabilidad más rápida que en los sujetos
normales.
No debe imaginarse que al paciente le será más fácil
comprender una palabra aislada que toda una frase,
puesto que la palabra es un mensaje sensorial más
simple y, en cambio, una frase suele comportar un
conjunto de elementos significativos que se
complementan y facilitan la comprensión.
De manera general, podríamos decir que
esquemáticamente deben tenerse en
cuenta dos niveles en la exploración de la
comprensión del lenguaje en los
pacientes afásicos:
Nivel sensorial. Se trata de valorar el rendimiento del
paciente desde el punto de vista de la agnosia auditiva y la
integración auditiva de los fonemas. Un trastorno en esta
esfera ocasionará predominantemente déficit para la
integración de la estructura fonémica que se traducirá en
parafasias, neologismos y lenguaje de jerga.
Nivel semántico. Se trata de la exploración del aspecto
psicolingüístico propiamente dicho: comprensión de las
diversas estructuras sintáctico-gramaticales, conjuntos de
frases con instrucciones yuxtapuestas, expresiones
complejas de comparación, caso genitivo, etc. Un trastorno
en esta esfera se manifestará predominantemente con
alteraciones disintácticas del lenguaje.
De menor a mayor complejidad de comprensión
debemos considerar: 1. De las fórmulas
automatizadas al lenguaje proposicional; 2. Del
lenguaje más concreto a las formulaciones más
abstractas, y 3. De un mensaje que contiene una
sola idea a un mensaje con varias ideas.
Como resultado, cuando las exploraciones se prolongan
demasiado, el rendimiento del paciente disminuye a lo
largo de la sesión, con el subsiguiente empeoramiento de
los resultados en las pruebas practicadas.
SEMIOLOGÍA
Desde el punto de vista neurológico, podemos considerar el
lenguaje como el resultado de la actividad de una
organización neuronal responsable de la integración y la
emisión de los mensajes lingüísticos.
EXPRESIÓN VERBAL
Reducción del lenguaje
El dato semiológico más patente de la reducción del lenguaje
consiste en la supresión total del mismo. El paciente no es capaz
de emitir ningún sonido articulado, o solamente puede producir
algunos sonidos indiferenciados. La supresión total del lenguaje
no suele ser un fenómeno absoluto, aunque sí puede observarse
en las fases iniciales de la afasia. En general, incluso en las
afasias más graves, siempre se conservan algunos elementos
hablados, que en este caso suelen ser de carácter automatizado.
La articulación
El estudio de los mecanismos articulatorios en un
paciente con reducción importante de la expresión
verbal raramente mostrará la existencia de anartria
(imposibilidad para emitir sonidos articulados), sino
que, en general, aparece un conjunto de distorsiones y
déficit en la capacidad para emitir los fonemas, cuyas
características finales dependen de los mecanismos
neurolingüísticos involucrados en la lesión
Lenguaje proposicional
Cuando el paciente con afasia motora recupera progresivamente
elementos articulatorios y palabras habladas puede hacerse patente
otro dato semiológico: el agramatismo. Consiste en la dificultad para
las uniones gramaticales, la conjugación de verbos y el conjunto de
elementos y ‘pequeñas palabras’ (palabras de función), que dan
cohesión a los distintos elementos de la frase y aseguran que los
elementos hablados se coordinen fluidamente los unos con los otros.
Tipos de afasia
Afasia motora
La gran afasia de Broca se caracteriza por
una expresión verbal muy afectada y una
comprensión relativamente mejor, aunque
también afectada.
Afasia sensorial
El lenguaje presenta una articulación fluida, aunque con
abundantes parafasias, y un trastorno grave de la
comprensión. Las parafasias pueden ser de tipo fonético
o semántico y se altera la utilización de los elementos
gramaticales (disintaxis, paragramatismo). La lectura y la
escritura están afectadas de forma similar
Afasia global
El término de afasia global se utiliza cuando están
gravemente afectadas tanto las funciones expresivas
como las receptivas del lenguaje. Al principio del cuadro el
paciente suele presentar una abolición total de las
emisiones lingüísticas. Pasados unos días o semanas,
aparecen algunos elementos automatizados y en
ocasiones producciones estereotipadas.
Afasia de conducción
La afasia de conducción es una entidad controvertida cuya existencia fue
postulada por Wernicke en 1874, para referirse a la desconexión de la
conducción de impulsos sensoriales hacia los mecanismos motores. En 1875,
Lichtheim puso el acento en la afectación de la repetición que se producía en
estos casos.
Afasias transcorticales
El término afasia transcortical fue introducido por Wernicke en
1886, para rebautizar la denominada ‘afasia de conducción
central’ de Lichtheim (1885), y consistiría en la interrupción del
proceso de transferencia del material auditivo verbal al centro de
los conceptos. Tanto Lichtheim como Wernicke insistían en que
los conceptos no se localizan en ninguna área circunscrita, sino
que son elaborados por un mecanismo cortical multisensorial.
Afasia anómica
La alteración de la capacidad para denominar (anomia) es el más común de los
trastornos afásicos. Cuando este trastorno es muy marcado, el lenguaje espontáneo se
ve plagado de circunloquios que tratan de suplir la falta del nombre, o bien el paciente
recurre a utilizar palabras ‘de relleno’ (sí, hombre; bueno; sabe usted; etc.) y
generalizaciones inespecíficas (una cosa; aquello; etc.). La anomia es un dato
semiológico importante que debe tenerse en cuenta y explorarse adecuadamente en
cualquier tipo de afasia. El rendimiento en las pruebas de denominación suele reflejar
la gravedad de la afasia independientemente del tipo semiológico de ésta.
Afasia motora transcortical
Los pacientes con esta clase de afasia presentan una afectación
importante de la expresión verbal con comprensión conservada y buena
capacidad de repetición. La lesión suele localizarse en el área motora
suplementaria (porción superior de la región parasagital) del lóbulo
frontal dominante. La recuperación puede ser buena, aunque puede
dejar problemas anómicos residuales de carácter discreto.
Afasia transcortical mixta
Es un trastorno grave del lenguaje caracterizado por
la alteración tanto de la comprensión como de la
expresión verbal, si bien se conserva una buena
capacidad para la repetición.
Afasias por lesión subcortical
Las lesiones de las estructuras subcorticales del hemisferio cerebral izquierdo, además de
originar problemas motores con las subsiguientes manifestaciones disártricas, pueden
provocar trastornos del lenguaje de características afásicas. La semiología resultante
puede ser diversa, desde problemas de fluencia y articulación hasta trastornos de la
comprensión del lenguaje, pasando por fenómenos anómicos, con neologismos y
fenómenos de jerga. También se han descrito fenómenos de perseveración, trastornos de
la repetición, apraxia verbal y agrafia
La denominación
La dificultad o incapacidad para evocar los elementos
lingüísticos correspondientes al nombre de los objetos (la
falta del nombre) constituyen la anomia. Cuando la anomia
se acompaña de alteraciones articulatorias, su origen se
encuentra en una alteración de la estructura fonémica de las
palabras (alteración del componente fonológico).
La desorganización de esta actividad como resultado de una lesión
cerebral constituye el síndrome afásico, la exploración del cual evidencia
los aspectos lingüísticos conservados, los destruidos y los alterados
Debemos considerar que el lenguaje del paciente afásico es el resultado de las
actividades globales del cerebro al igual que para los sujetos normales, si bien, por
efecto de la lesión, estas actividades lingüísticas responden a una forma de
organización dependiente de la interacción entre supresiones, desviaciones,
inhibiciones o liberaciones de los numerosos sistemas funcionales afectados por la
lesión cerebral.
Los elementos sonoros del lenguaje.
Las parafasias
Una parafasia consiste en la utilización de fonemas, sílabas o
nombres erróneos, en lugar de los fonemas, sílabas o
nombres adecuados. Pueden producirse parafasias por
trastornos de los mecanismos sensitivo motores de la
articulación o por trastorno de la organización
acústico-articulatoria del lenguaje. En este último caso, como
resultado de la aparición de parafasias fonémicas o silábicas,
se observan alteraciones de la estructura de las palabras sin
que existan trastornos articulatorios propiamente dichos.
Las parafasias por alteración de los mecanismos
sensitivomotores de la articulación son
características de las lesiones que afectan a las áreas
rolándicas –e implican, por lo tanto, al lóbulo
parietal– y se vinculan a un componente más o
menos importante de apraxia bucofonatoria
Acompañando los lenguajes de jerga puede
observarse la anosognosia. Etimológicamente, esta
palabra implica no-conocimiento-de-la-enfermedad.
El paciente con jergafasia no es consciente de la
importante desorganización de su lenguaje. Por otra
parte, en las jergafasias el débito suele estar
incrementado, es decir, que el paciente con esta
alteración tiende a la superproducción del lenguaje
de carácter logorreico. La entonación general del
discurso está conservada.
Otros fenómenos
Perseveraciones
Las perseveraciones consisten en la utilización
repetitiva de elementos del lenguaje que el
paciente acaba de emitir. Las emisiones
perseverantes implicarían la persistencia activa de
un circuito funcional como consecuencia de la
dificultad de los mecanismos neuronales para
desactivar dicho circuito tras producirse la
activación.
Ecolalia
El fenómeno de la ecolalia consiste en que, cuando el
paciente intenta responder a su interlocutor, repite la
última o las últimas palabras que se le han dirigido. Se
observa en casos con grave reducción del lenguaje
espontáneo, y traduciría una alteración de los esquemas
del lenguaje interior, por lo cual los mecanismos
neurolingüísticos del paciente tenderían a reproducir los
esquemas de lenguaje suministrados por el interlocutor.
Las parafasias subsiguientes a la desorganización
de los mecanismos acústico-articulatorios son
características de la afasia sensorial y se producen
por lesión de las áreas temporales implicadas en
el lenguaje. En estos casos, cuando la afectación
es importante, la acumulación y sobreproducción
de parafasias puede llegar a provocar que el
lenguaje sea totalmente ininteligible (jergafasia).
Aspectos sintáctico-gramaticales
A diferencia del agramatismo, en el cual se observa una
reducción de los elementos gramaticales del lenguaje, en las
lesiones temporoparietales posteriores pueden hallarse
numerosas fórmulas gramaticales, pero anormalmente utilizadas
(paragramatismo de Kleist), con lo cual el lenguaje producido da
la impresión de ser incoherente. Este empleo anormal de los
elementos gramaticales se denomina disintaxis.