Soldadura, en ingeniería, procedimiento por el cual dos o más piezas
de metal se unen por aplicación de calor, presión, o una combinación
de ambos, con o sin al aporte de otro metal, llamado metal de
aportación, cuya temperatura de fusión es inferior a la de las
piezas que se han de soldar.
SOLDADURA ORDINARIA O DE ALEACIÓN
Es el método utilizado para unir metales con aleaciones metálicas que se
funden a temperaturas relativamente bajas. Se suele diferenciar entre
soldaduras duras y blandas, según el punto de fusión y resistencia de la
aleación utilizada. Los metales de aportación de las soldaduras blandas son
aleaciones de plomo y estaño y, en ocasiones, pequeñas cantidades de
bismuto. En las soldaduras duras se emplean aleaciones de plata, cobre y
cinc (soldadura de plata) o de cobre y cinc (latonsoldadura).
Este tipo de soldadura lo practicaban ya, hace más de 2.000 años, los fenicios y los chinos. En el siglo I
d.C., Plinio habla de la soldadura con estaño como procedimiento habitual de los artesanos en la
elaboración de ornamentos con metales preciosos; en el siglo XV se conoce la utilización del bórax
como fundente.
Soldadura por arco con electrodo recubierto
En este tipo de soldadura el electrodo metálico, que es conductor de electricidad, está recubierto de
fundente y conectado a la fuente de corriente. El metal a soldar está conectado al otro borne de la fuente
eléctrica. Al tocar con la punta del electrodo la pieza de metal se forma el arco eléctrico. El intenso calor del
arco funde las dos partes a unir y la punta del electrodo, que constituye el metal de aportación. Este
procedimiento, desarrollado a principios del siglo XX, se utiliza sobre todo para soldar acero
Soldadura por arco con protección gaseosa
Es la que utiliza un gas para proteger la fusión del aire de la atmósfera. Según la naturaleza del gas
utilizado se distingue entre soldadura MIG, si utiliza gas inerte, y soldadura MAG, si utiliza un gas activo. Los
gases inertes utilizados como protección suelen ser argón y helio; los gases activos suelen ser mezclas con
dióxido de carbono. En ambos casos el electrodo, una varilla desnuda o recubierta con fundente, se funde
para rellenar la unión.
Otro tipo de soldadura con protección gaseosa es la soldadura TIG, que utiliza un gas inerte para proteger
los metales del oxígeno, como la MIG, pero se diferencia en que el electrodo no es fusible; se utiliza una
varilla refractaria de volframio. El metal de aportación se puede suministrar acercando una varilla desnuda
al electrodo.
SOLDADURA POR PRESIÓN
Este método agrupa todos los procesos de soldadura en los que se aplica presión sin aportación de metales
para realizar la unión. Algunos procedimientos coinciden con los de fusión, como la soldadura con gases por
presión, donde se calientan las piezas con una llama, pero difieren en que la unión se hace por presión y sin
añadir ningún metal. El proceso más utilizado es el de soldadura por resistencia; otros son la soldadura por
fragua (descrita más arriba), la soldadura por fricción y otros métodos más recientes como la soldadura por
ultrasonidos (véase Sonido).
SOLDADURA POR FUSIÓN
Este tipo agrupa muchos procedimientos de soldadura en los que tiene lugar una fusión entre los metales a
unir, con o sin la aportación de un metal, por lo general sin aplicar presión y a temperaturas superiores a las
que se trabaja en las soldaduras ordinarias. Hay muchos procedimientos, entre los que destacan la soldadura
por gas, la soldadura por arco y la aluminotérmica. Otras más específicas son la soldadura por haz de
partículas, que se realiza en el vacío mediante un haz de electrones o de iones, y la soldadura por haz
luminoso, que suele emplear un rayo láser como fuente de energía.
Soldadura por gas
La soldadura por gas o con soplete utiliza el calor de la combustión de un gas o una mezcla gaseosa, que se
aplica a las superficies de las piezas y a la varilla de metal de aportación. Este sistema tiene la ventaja de
ser portátil ya que no necesita conectarse a la corriente eléctrica. Según la mezcla gaseosa utilizada se
distingue entre soldadura oxiacetilénica (oxígeno/acetileno) y oxihídrica (oxígeno/hidrógeno), entre otras.
Soldadura por arco
Los procedimientos de soldadura por arco son los más utilizados, sobre todo para soldar acero, y requieren
el uso de corriente eléctrica. Esta corriente se utiliza para crear un arco eléctrico entre uno o varios
electrodos aplicados a la pieza, lo que genera el calor suficiente para fundir el metal y crear la unión.
La soldadura por arco tiene ciertas ventajas con respecto a otros métodos. Es más rápida debido a la alta
concentración de calor que se genera y por lo tanto produce menos distorsión en la unión. En algunos casos
se utilizan electrodos fusibles, que son los metales de aportación, en forma de varillas recubiertas de
fundente o desnudas; en otros casos se utiliza un electrodo refractario de volframio y el metal de
aportación se añade aparte. Los procedimientos más importantes de soldadura por arco son con electrodo
recubierto, con protección gaseosa y con fundente en polvo.
Soldadura por arco con fundente en polvo
Este procedimiento, en vez de utilizar un gas o el recubrimiento fundente del electrodo para proteger la
unión del aire, usa un baño de material fundente en polvo donde se sumergen las piezas a soldar. Se pueden
emplear varios electrodos de alambre desnudo y el polvo sobrante se utiliza de nuevo, por lo que es un
procedimiento muy eficaz.
Soldadura aluminotérmica
El calor necesario para este tipo de soldadura se obtiene de la reacción química de una mezcla de óxido de
hierro con partículas de aluminio muy finas. El metal líquido resultante constituye el metal de aportación.
Se emplea para soldar roturas y cortes en piezas pesadas de hierro y acero, y es el método utilizado para
soldar los raíles o rieles de los trenes.
Soldadura por resistencia
Este tipo de soldadura se realiza por el calentamiento que experimentan los metales debido a su
resistencia al flujo de una corriente eléctrica. Los electrodos se aplican a los extremos de las piezas, se
colocan juntas a presión y se hace pasar por ellas una corriente eléctrica intensa durante un instante. La
zona de unión de las dos piezas, como es la que mayor resistencia eléctrica ofrece, se calienta y funde los
metales. Este procedimiento se utiliza mucho en la industria para la fabricación de láminas y alambres de
metal, y se adapta muy bien a la automatización.