Es un método inconsciente de nuestro
cerebro para mantenernos en equilibro
psicológicos minimizando la
consecuencia de sucesos y situaciones.
Pueden ser:
Represión: Es el proceso por el que
un impulso inaceptable se torna
inconsciente y la persona lo rechaza
para mantenerlos en el inconsciente.
Racionalización: Emplear
explicaciones racionales
para esconderse a sí
mismo y a los otros tras
el comportamiento.
Proyección: Cuando el sujeto
atribuye a otras personas las
propias virtudes o defectos,
incluso sus carencias.
Formación Reactiva:
Comportamiento que marcha
en la dirección opuesta a la
de un deseo reprimido.
Desplazamiento: Cuando la
mente inconsciente redirige las
emociones que produce una
circunstancia hacia otro objeto.
Sustitución: Cambio de actitud
y de sentimientos frente a una
emoción inaceptable.
Sublimación: Transformar la
satisfacción de impulsos por otros
distintos a los originales.
Conversión: Lo contrariado de un
deseo que el individuo considera
inaceptables.
Regresión: El retroceso del yo a
un estadio anterior del
desarrollo.
Negación: Negar el dolor, u
otros sentimientos de
desagrado.
Fijación: Cuando una persona se
queda anclado en una etapa de
nuestra vida.
Aislamiento: Consistente en aislar
un pensamiento eliminando las
conexiones con otros
pensamientos.
Introyección: Cuando un
individuo coloca dentro de sí lo
que en realidad está fuera.
Identificación: Cuando una
persona tiende a parecerse a
otra persona.
Apatía: Entrar en modo
autodefensa.
Fantasía: Cuando se crea
una situación en su mente
que es capaz de eliminar el
disgusto inminente.