A finales del siglo XVII, Gottfried Wilhelm Leibnitz, inventa el sistema binario, origen de la tecnología
digital y, por lo tanto, componente fundamental en el desarrollo de la Informática y la Automática.
En el siglo XIX, el barón húngaro Wolfgang von Kempelen asombra al mundo con su ajedrecista de Maeltzel; un autómata consistente
en un muñeco vestido a la manera turca frente a un gran tablero de ajedrez sobre una mesa que derrotó, entre otros, a Napoleón y
Federico el Grande, rey de Prusia. Después de un incendio fortuito en una exposición en Filadelfia, Estados Unidos, en donde se
exhibía, quedandó en evidencia el notable mecanismo de control para un enano, experto ajedrecista, que, escondido bajo el tablero,
movía las piezas.
Procedente de la palabra -robot- proviene del checo "robota"
que significa 'trabajo obligatorio'; y fue empleado por primera
vez en la obra teatral R.U.R. (Robots Universales de Rossum),
estrenada en Enero de 1921 en Praga por el novelista y
dramaturgo checo Karel Capek.
En 1950, el ruso Isaac Asimov, publica su más famosa obra
"Yo, Robot" donde plantea las 3 leyes de la robótica:
1ra ley. Un robot no dañará a la humanidad, ni permitirá
por inacción que la humanidad sea dañada.
2da ley. Un robot debe obedecer una orden dada por un ser humano,
excepto cuando estas órdenes contradigan la 1ra ley.
3ra ley. Un robot debe proteger su propia existencia siempre
que esta protección no interfiera con la 1ra o 2da ley.
En 1975, el ingeniero mecánico estadounidense Victor Scheinman, desarrolla un
manipulador polivalente flexible conocido como Brazo Manipulador Universal
Programable (PUMA, siglas en inglés). El PUMA era capaz de mover un objeto y
colocarlo en cualquier orientación en un lugar deseado que estuviera a su
alcance sirviendo como base para la mayoría de los robots actuales.