Criado por Frank Naranjo Aguirre
quase 7 anos atrás
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Resumen La idea de que el lenguaje ha transformado la conciencia humana porque permite el desarrollo de nuevas formas de pensamiento y la adquisición de conocimientos, nos lleva a buscar una explicación teórica sobre las relaciones existentes entre el pensamiento, lenguaje y su posible relación en la determinación de acciones de un receptor. En este escrito se presenta un análisis teórico sobre algunos conceptos que componen el lenguaje y su potencial injerencia en los procesos de comunicación social. Palabras clave Lenguaje, comunicación social, lenguaje intercultural, teorías del lenguaje. El lenguaje al ser algo íntimamente ligado al ser humano y estar inmerso en varios aspectos de nuestra vida diaria, ha sido estudiado desde diferentes perspectivas de pensamiento. Algunas ciencias, particularmente las humanas han prestado atención especial al lenguaje hablado. Sin embargo, son innumerables los análisis realizados hasta el presente sobre el lenguaje escrito y sus características. La idea de que el lenguaje ha transformado la conciencia humana porque permite el desarrollo de nuevas formas de pensamiento y la adquisición de conocimientos, nos lleva a buscar una explicación teórica sobre las relaciones existentes entre el pensamiento, lenguaje y su posible relación en la determinación de las acciones de un receptor. En el escrito que se presenta a continuación se pretende hacer un análisis teórico crítico sobre algunos elementos que componen el lenguaje y su potencial injerencia en los procesos de comunicación social. Aspecto que debe ser atendido por los expertos del campo de la comunicación por las implicaciones que puede generar durante el desarrollo y envío de mensajes dirigidos a la población. Lenguaje Son varias las definiciones que existen desde tiempos remotos para describir el término lenguaje. Definiciones que proyectan las visiones y creencias individuales de sus proponentes. Debemos inferir que las interpretaciones que se hacen del término lenguaje están atadas –en su mayoría– a los intereses particulares de cada proponente de la definición. Watson (1924) define el lenguaje como un hábito manipulatorio. Considero que esta definición carece de sentido práctico, ya que más allá de manipular el lenguaje brinda la oportunidad al emisor o receptor de otorgar los significados de un texto de acuerdo a sus propias experiencias y características lingüísticas. Este aspecto deja a un lado el elemento manipulador otorgado por Watson. Chomsky (1957) expone que el lenguaje es un conjunto finito o infinito de oraciones, cada una de ellas de longitud finita y construida a partir de un conjunto finito de elementos. Esta definición enfatiza las características estructurales del lenguaje sin adentrase en sus funciones y la capacidad de generar acción que tiene para un emisor y el receptor. Dicho aspecto es medular dentro de los estudios relacionados al lenguaje. Luria (1977) expone que lenguaje es un sistema de códigos con la ayuda de los cuales se designan los objetos del mundo exterior, sus acciones, cualidades y relaciones entre los mismos. Esta definición la considero interesante dado a la importancia que le presta a los códigos para la delineación de objetos, ya sean concretos o abstractos, los cuales en gran medida nos ayudan a visualizar el mundo que nos rodea considerando nuestros preceptos socioculturales. Bronckart (1977) define el lenguaje como la instancia o facultad que se invoca para explicar que todos los hombres hablan entre sí. La definición de Bronckart la considero un poco tímida y profunda, ya que deja a un lado la posible injerencia que tiene la cultura en un acto comunicativo entre un receptor y el emisor. Pavio y Begg (1981) indican que el lenguaje es un sistema de comunicación biológico especializado en la transmisión de información significativa e intraindividualmente, a través de signos lingüísticos. La definición de estos autores entrelaza de forma soslayada diversas disciplinas de pensamiento para describir los procesos de transmisión de información lo cual la hace multidisciplinaria. Según Sapir citado por Hernando (1995) el lenguaje es un método exclusivamente humano, y no instintivo, de comunicar ideas, emociones y deseos por medio de un sistema de símbolos producidos de manera deliberada. De esta definición, se desprende que el lenguaje, como medio de comunicación humana, frente a los medios de comunicación animal (o de cualquier otro tipo), reúne estas propiedades: a) ser un fenómeno exclusivamente humano, b) servirse de la voz como vehículo de transmisión, c) no ser instintivo, d) utilizar un sistema de signos y e) estar articulado a partir de determinadas unidades mínimas. Debemos destacar el elemento sistema de símbolos citado por Hernando, el cual es atendido en los análisis de la lingüística textual, cuyo objeto de estudio no necesariamente es la palabra o la oración aisladas, sino el texto, considerado la unidad básica de manifestación del lenguaje, dado a que los seres humanos se comunican en muchas ocasiones por medio de pasajes y dado a que existen fenómenos lingüísticos que sólo pueden ser explicados como propios de un texto. Calabro, Taylor y Kapadia (1996) exponen que dependiendo de cuán complejo o sencillo esté estructurado el lenguaje tanto verbal como escrito, puede variar significativamente el nivel de pensamiento y entendimiento en el individuo. Esta definición resalta la importancia que tiene para los estudiosos de la comunicación la estructura del lenguaje debido a su posible influencia en la comprensión de la información por parte de un receptor. Aspecto que puede ser determinante en esfuerzos masivos de comunicación pública. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (2001) define el lenguaje como estilo y modo de hablar y escribir de cada persona en particular. La Real Academia presenta una definición simple tomando en consideración la comunicación verbal y escrita sin adentrarse en las particularidades lingüísticas que puedan estar inmersas en las personas sean emisores o receptores. Como se puede observar existe una gran cantidad de definiciones otorgadas al término lenguaje. Cada una de ellas con sus propias particularidades. No obstante, pese a su disparidad, estas definiciones del lenguaje permiten entrever ciertas regularidades. Una de ellas quizás la más importante es que, de un modo u otro, todas las definiciones recogen o dan cuenta de alguno de los siguientes hechos: a) El lenguaje puede interpretarse como un sistema compuesto por unidades (signos lingüísticos); b) La adquisición y uso de un lenguaje por parte de los organismos posibilita en estos formas peculiares y específicas de relación y de acción sobre el medio social; c) El lenguaje da lugar a formas concretas de conducta, lo que permite su interpretación o tipo de comportamiento. Desde la perspectiva de la comunicación social la diversidad de signos lingüísticos inmersos en una población puede ser una “amenaza” al pretender comunicar un mensaje que requiera acciones en el receptor. El desconocimiento de las características lingüísticas que distinguen la población a la cual se pretende dirigir un mensaje, puede tener influencia en el proceso de comunicación por la ausencia de empatía lingüística inmersa en la estructura del lenguaje utilizado. FUENTE: RAZÓN Y PALABRA.
Teoría sociocultural del lenguaje de Vygotsky. La Teoría del lenguaje de Vygotsky, propone que desde el punto de vista de la comunicación el significado de cada palabra es una generalización o un concepto. Si las generalizaciones y conceptos son innegablemente actos del pensamiento podemos considerar el significado como un fenómeno inherente al pensamiento. Sin embargo, el nexo entre palabra (o significado) y pensamiento no es constante. (Vygotsky, 1987; 1977). Según Vygotsky (1987) esto se debe a que en la evolución histórica del lenguaje los significados de las palabras sufren un proceso de trasformación. Debido a este proceso el significado de las palabras varía. Una variación en la estructura interna del significado de la palabra equivale a un cambio en la relación entre pensamiento y palabra (Siguán, 1987). Los planteamientos de Vygotsky presentan una transformación histórica del lenguaje y a la variación continua que se da en el significado de las palabras. La idea fundamental es que la relación entre palabra y pensamiento no es un hecho, sino un proceso. Un continuo ir y venir del pensamiento a la palabra y de la palabra al pensamiento. En este proceso de ir y venir la palabra sufre cambios que pueden ser considerados como desarrollo en sentido funcional. Vygotsky (1987) propone que el lenguaje que acompaña la acción cumple distintas funciones. A veces un mero acompañamiento sonoro que subraya y refuerza los puntos culminantes de la actividad. Para Vygotsky las palabras tienen un papel destacado tanto en el desarrollo del pensamiento como en el desarrollo histórico de la conciencia en su totalidad. Vygotsky citado por Santiuste (1990) considera la socialización como la estructura fundamental de la formación lingüística. Vygotsky (1987) señala en su teoría que las palabras dan forma a ese sistema de signos que llamamos lenguaje, el cual lejos de ser estático y universal, es dinámico, cambiante y flexible. En el lenguaje se permite la codificación y decodificación de significados. Además, puede considerarse como una herramienta de reconstrucción del pensamiento. Precisamente uno de los planteamientos centrales de la obra de este teórico fue presentar la función mediadora del lenguaje como signo en la conducta humana (Siguán, 1987). Los postulados de Vygotsky son interesantes por la importancia que le brinda a las estructuras mentales como parte de la adjudicación de significados a las palabras. El trabajo de Vygotsky recibió mucha influencia de los postulados de Iván Pavlov sobre el lenguaje como segundo sistema de señales (Ramírez, 1987). Pavlov había señalado que el lenguaje juega un papel importante como mecanismo de abstracción y generalización de señales provenientes del medio externo. Desde esta perspectiva el lenguaje aporta al ser humano una forma peculiar de aprender (Ramírez, 1987). Más allá de las ideas del aprendizaje asociativo de la Gestalt y de la linealidad mecánica del estímulo-respuesta de los conductistas pavlovianos, Vygotsky lleva su pensamiento hacia una visión constructivista del conocimiento, en la que se advierte una relación dialéctica – no una mera relación causal– entre el entorno histórico y cultural y el individuo. Una relación dialéctica y, por consiguiente, dinámica, que acompaña al ser social durante su existencia, período en el que se depuran los procesos cognitivos. Hay, pues, un espacio para el protagonismo o la autonomía negociadora del individuo con su entorno, para la construcción de su propio conocimiento, de su propia cosmovisión. Pudiéramos decir que es la formación social de la mente, la cual estará enmarcada por las experiencias adquiridas desde la niñez. En esta fase, el individuo desarrolla aquellos mecanismos mentales que le permiten entender y relacionarse con el ambiente social y cultural según los postulados de Vygotsky. Para que la interacción (ambiente-individuo) se produzca es necesario un proceso de mediación a través de instrumentos de comunicación como la lengua, los símbolos y otras extensiones comunicativas o instrumentos conectivos de una sociedad dada con el individuo que accede a ella. Vygotsky habla de los instrumentos de mediación –el conjunto de las manifestaciones culturales– como herramientas psicológicas, armadas mediante los signos que la hacen comprensible y asequible. FUENTE: RAZÓN Y PALABRA.
Definiciones de Comunicación y Lenguaje En 1998, Schutte indicó que la comunicación a través del lenguaje transcultural va más allá de las diferencias del idioma, por que se trata de diferencias en valores, tradiciones, costumbres y visiones del mundo. Para aminorar los problemas de comunicación transcultural hay que comprender los marcos de referencias perceptuales de las personas. Debemos comprender cómo otros grupos étnicos perciben el mundo, ya que esto ayudará a producir mejores resultados en la decodificación de los mensajes. Estudios han demostrado que se debe tomar en consideración la estrategia temática del mensaje organizando tácticamente lo que se quiere decir de diferentes maneras para poblaciones activas y con culturas diversas. Steinberg (1981) destaca cómo el lenguaje no sólo es importante en el intercambio de información, sino que ajusta las actitudes y percepciones culturales. Este indica que los distintivos étnicos no sólo perduran después de que la lengua madre ha sido perdida, sino que está igualmente clara como enlace vital con el pasado cultural. La transmisión completa del lenguaje entre segundas y terceras generaciones marca un estado decisivo en la asimilación de los procesos. Para comunicarse efectivamente es importante entender y respetar las diferentes orientaciones culturales que corrientemente influyen en los pensamientos y actos de cada persona (Kreps y Kunimoto, 1994). Debo distinguir el asunto relacionado a la posible pérdida de aspectos lingüísticos por parte de un receptor. Mucho se ha dicho sobre el proceso de enculturación en personas que inmigran a otros países. La enculturación infiere la adaptación de los aspectos socioculturales de una cultura a otra. Pero, ¿cuán inmerso puede estar un ciudadano a ese proceso si mantiene lazos sociales y de residencia con personas de su propio origen? He aquí un cuestionamiento que va más allá de una simple suposición. Los expertos en comunicación deben auscultar si las poblaciones de inmigrantes cautivos en un país y que mantienen lazos de convivencia común con personas de su mismo lugar de origen pueden asignar el significado que se pretende en un mensaje no obstante a que las estructuras del lenguaje utilizadas no necesariamente están presentes en su estructura mental regida por la esencia de la cultura. Samovar et al. (1988) exponen que existe un problema inherente cuando un mensaje es codificado por un miembro de una cultura y decodificado por otra. Esto debido a que los individuos están fuertemente inclinados a aceptar y creer lo que su cultura le ha hablado desde niños. Dicha situación puede inducir a que la gente tienda a ignorar o bloquear aquello que es contrario a sus creencias o realidades culturales. El medio principal por el que una cultura transmite sus creencias, valores y normas es el lenguaje. Este es un sistema aprendido de símbolos, usado para representar las experiencias de una comunidad geográfica o cultural, además es el principal medio de pensamiento e interacción con otros miembros de una cultura (Rice, D’ Ambra y More 1998). Edward Sapir y Benjamin Whorf van más allá y concluyen que el lenguaje sirve como una guía a la realidad social. Noam Chomsky (citado por Littlejhon, 1987) define el lenguaje como una estructura que cambia de acuerdo al contexto cultural. El lenguaje no es sólo un idioma: es una estructura gramatical e ideológica. El modo de articular el lenguaje (incluyendo la conducta no verbal) modifica la percepción. El aprendizaje del lenguaje es parte integral del proceso de enculturación desde tres perspectivas: el lenguaje es parte de la cultura, del cuerpo de conocimientos, actitudes y habilidades transmitidos de una generación a otra; el lenguaje es el medio primario a través del cual otros aspectos de la cultura se transmiten; y por último, el lenguaje es una herramienta que puede usarse para explorar y manipular el ambiente social y establecer estatus y relaciones dentro de él. Gallois y Callens (1997) mencionan cómo el lenguaje en muchas culturas es usado cuando la gente quiere obtener ideas e información eficientemente, aunque éstos no sean necesariamente efectivos en la realización de dicha tarea. Podemos inferir de lo expuesto por Gallois y Callens que el lenguaje es fácil de recordar cuando sigue reglas estrictas de la propia cultura. Si éste difiere de los valores y reglas dadas por la cultura que recibe la información puede haber interferencias en la interpretación y por consiguiente adjudicación de significados. En suma, se puede deducir luego del análisis teórico realizado que las características propias del lenguaje, incluyendo el aspecto cultural inmerso en su estructura, pueden tener alguna injerencia significativa en los resultados finales de un proceso de comunicación social. Es importante entonces que los expertos del campo de la comunicación profundicen sobre las teorías del lenguaje y culturales para que de esta forma puedan integrar a sus esfuerzos los conocimientos derivados de estos planteamientos teóricos. Al así hacerlo, promueven que haya equidad del lenguaje en un proceso de intercambio de información, incrementando las probabilidades de lograr los objetivos de la comunicación. FUENTE: RAZÓN Y PALABRA.
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