Criado por Almudena Pascual
aproximadamente 11 anos atrás
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Se trata de uno de los monumentos arquitectónicos más sorprendentes que nos han dejado los individuos de Grecia. Es un templo, y recibe el nombre de Partenón. Este templo presenta una corriente que se extendía por toda la Magna Grecia hasta Sicilia. Dentro del arcaísmo, la obra arquitectónica centra todas sus características en el Dórico una subetapa del arcaísmo. La cronología aproximada del Partenón es del siglo V siendo su autor Perícles. Éste fue un hombre griego que llevo hacia delante una empresa; donde participaron una serie de escultores y arquitectos amigos suyos que le ayudaron a la procreación de dicho templo. Por una parte Fidias se encargó de la parte escultórica; es decir de los frontones y metopas; y también de la escultura central de 12 metros (Atenea Partenos) que hablaremos más adelante. Por otro lado Ikinos se encargó de la arquitectura de éste. En definitiva este templo fue construido por muchos más trabajadores. Perícles tuvo también una etapa de esplendor y fue gobernador de esta ciudad dividida en polis; es decir ciudades-estados independientes unas de otras. El Partenón fue la obra arquitectónica principal aunque junto a él, se encuentra el Templo de Atenas Niké y el Erecteion. Este templo fue construido con mármol del pentélico siguiendo las características del Orden Dórico (columnas carentes de basa, fustes recorridos por 20 estrías cóncavas, capitel compuesto por equino y ábaco y arquitrabe divido triglifos y metopas). Aunque en la actualidad resalta el color blanco de su mármol, originalmente estaba policromado con fuertes colores que resaltaban sus elementos arquitectónicos. Es un templo de proporciones regulares, siendo el doble de largo que de ancho con ocho columnas en sus lados más cortos, por ello podemos categorizarlo como un templo octástilo, por 17 en sus lados más largos. Las columnas recorren sus cuatro lados, se trata por lo tanto de un templo períptero, y seis columnas preceden al pronaos. Del pronaos accedemos a la cella que se encontraba dividida en tres naves con columnas superpuestas para ganar la altura necesaria para alojar la estatua de 12 metros de altura de la diosa. En su parte posterior, incomunicada con el resto, se encuentra otra cámara que recibe el nombre de Opistodomo que habría de servir para alojar el tesoro de la diosa. Esta Obra es un fiel reflejo no sólo del Orden Dórico, el más austero y clásico de los órdenes griegos, sino de las proporciones armónicas que debía de perseguir el templo griego. Así cabe destacar no sólo las proporciones de sus elementos sino las correcciones ópticas que realizaron los arquitectos para lograr esa visión perfecta del conjunto (desigual distancia de los intercolumnios, abombamiento del estilobato y del entablamento para evitar la sensación de hundimiento en el centro, ligera inclinación de los fustes, etc). El Partenón fue famoso en la antigüedad no sólo por sus esbeltas proporciones sino también por su decoración escultórica, hoy día repartida fundamentalmente entre el museo del Louvre y el británico. La Obra que hemos comentado marcó un hito en la historia de la arquitectura creando un modelo de templo que habría de ser copiado en reiteradas ocasiones no solo en el mundo antiguo sino en épocas más recientes como el Neoclasicismo del siglo XIX.
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