9. Filosofía-Lógica, argumentación y discurso

La falacia ad hominem es un ataque contra la persona en vez del argumento.

La falacia ad populum pretende defender un argumento apelando a la autoridad.

"Este enunciado es falso". Si es verdad que es falso, por lo tanto es verdadera su falsedad, y si es falso que es falso, por lo tanto el enunciado es verdadero. Este es un ejemplo de:

La falacia es:

El principio de verdad es la correspondencia entre el enunciado y la realidad.

El principio de validez es una propiedad de los argumentos cuando de las premisas se concluye un resultado o argumento lógico (causa-efecto).

Uno de los principios de argumentación lógica más conocidos es el de no contradicción. Aristóteles, en un libro Metalista, habla sobre este principio y señala que una cosa no puede ser, al mismo tiempo, una afirmación y su contraría, es decir; es imposible que algo sea y no sea al mismo tiempo y en el mismo sentido. En el plano lógico de los juicios, este principio nos dice que dos juicios contradictorios entre sí, no pueden ser ambos verdaderos. Identifique el razonamiento falaz que vulnera el principio descrito en el texto.

Al existir una demanda de los docentes, se convocó a una marcha pacífica en la cual se visibilizan distintos carteles con algunas frases en alusión a sus peticiones. Con base en la imagen, seleccione las frases que representan una paradoja.

Con base en el texto, identifique el enunciado que presenta una falacia. Dos amigos charlan acerca de sus materias favoritas en el colegio. El primero afirma que, para él, la mejor materia es Biología, pues estudia la vida, sus propiedades, estructura y procesos, y por eso posibilita realizar campañas ecoamigables. El segundo amigo afirma que su materia favorita es Literatura, pues es un arte que utiliza las palabras como medio artístico, por ello permite expresar emociones de forma bella. Se suscita un debate en el que el segundo amigo dijo: "la mayoría de nuestro curso cree que Literatura es mejor, así que esa debe ser la mejor materia". El segundo replicó: "no podemos juzgar a las materias según nuestros gustos, pues las preferencias no se pueden medir con lógica".