Garantiza el acceso, participación y permanencia de todos, incluidos los estudiantes con discapacidad, a través de: actitud positiva, contar con un currículo o plan de estudios flexible y abierto, programación individualizada, aprendizajes funcionales y de valor equitativo, enseñanza en ambientes múltiples, énfasis en el aprendizaje de todos, participación en actividades curriculares y extracurriculares en igualdad de oportunidades, compartir la responsabilidad educativa con la familia, etc.
2. Contar con docentes con formación sobre inclusión.
Implica el conocimiento de la normativa nacional e internacional, principios de intervención temprana, tipos de discapacidad, manejo de aulas multinivel, saben sobre el Índice de Inclusión UNESCO, están dispuestos a aprender de y sobre estudiantes con características diversas, etc.
Capacitación en funciones y acompañamiento, facilitar acceso a centros de recursos y redes de apoyo, disponer de equipos multidisciplinarios para trabajo colaborativo, establecer un sistema de reconocimiento a un desempeño inclusivo, apoyar iniciativas innovadoras, etc.
Son asignados a grupos apropiados para su edad, se brinda servicios relacionados (terapias de lenguaje, ocupacional y física), se propician actividades estructuradas para fomentar la amistad, se utilizan estrategias de enseñanza efectivas e instrucciones diferenciadas a los estilos de aprendizaje de los estudiantes del aula, cuando se requiere se modifican materiales para lecciones, tareas y evaluaciones, etc.
Asegurar el acceso al entorno físico, al transporte, a la información y a las comunicaciones, incluidos los servicios electrónicos y de emergencia, señalización en Braille y en formatos de fácil lectura y comprensión.
Elementos de uso personal, por ejemplo: la visualización de textos, el Braille, el lenguaje de señas, los dispositivos multimedia de fácil acceso, así como materiales didácticos adaptados, personal de apoyo, formatos aumentativos o alternativos de comunicación, incluida la tecnología de la información y las comunicaciones de fácil acceso. Elementos de uso colectivo, como: equipos computacionales, hardware y software específico, mobiliario adaptado, adecuaciones arquitectónicas, profesionales de apoyo docente y de otras disciplinas.
Para lo cual se ha tomado en cuenta: las singularidades del alumnado, las necesidades de capacitación de docentes, valorar diversas alternativas de aprendizaje, prever asistencia personal y ayudas técnicas en caso de requerirlas un estudiante con discapacidad, entre otras.
Disponer de un sistema de comunicación e información, así como de espacios de participación que aseguren la implicación y compromiso de las familias en los procesos educativos de sus hijos-as. Concienciar a las familias para evitar resistencias y fomentar la aceptación de la diversidad. Orientar a las familias de estudiantes con discapacidad brindando un soporte técnico, informar sobre las acciones institucionales y escucharlas para generar propuestas efectivas de acción conjunta.
El presupuesto institucional ha de cubrir la inversión que se deba realizar para eliminar las barreras arquitectónicas así como aquellas que impiden el acceso a la información y comunicación, la inversión en capacitación, dotación de equipos, suministro de apoyos, etc
Así, se asegura que no se requiera un gasto adicional por parte de los padres de familia de estudiantes con discapacidad.
Se requiere articular las acciones institucionales con miembros de la comunidad, con organizaciones de la localidad, para concienciar sobre el respeto a la diversidad y expandir los principios de inclusión de manera que se garantice a futuro procesos reales de inclusión social y laboral.
Disponer de un sistema de monitoreo y evaluación que permita una retroalimentación del accionar para una toma de decisiones pertinente, oportuna, efectiva y eficiente que garantice el aprendizaje de todo el alumnado.