Para comprender mejor esto,
enumero algunos casos que he estudiado y probado
con esta información y los resultados que he obtenido:
Casos de huella de nacimiento
Slide 2
Rebeca
Rebeca fue concebida con mucho amor y en unión de sus padres. Sin embargo, a los 5 meses de embarazo, su padre le fue infiel a su madre quien, al descubrirlo, pensó que sería mejor no tener el bebé y separarse de su padre. Su padre había herido muy fuerte a su mamá al desilusionarla y esta emoción Rebeca la vivió en su percepción uterina, por lo que a pesar de que sus padres se arreglaron y siguieron juntos, en Rebeca existía un rechazo subconsciente hacia su padre que se agudizó en la adolescencia e incluso después de un pleito con su padre intentó cortarse.
Cuando hizo coaching conmigo recapitulamos con su mamá lo sucedido en el embarazo y se dio cuenta de su IMPULSO SUBCONSCIENTE hacia la autolesión al tener problemas con su padre; así como su madre lo pensó al haber sido herida. Con esta información, Rebeca pudo entender sus impulsos y frenarlos sin necesidad de esfuerzo, pues su subconsciente se reprogramó y sanó al saber los por qué de sus instintos destructivos.
Miguel es un niño sumamente amado y deseado por sus padres quienes lo esperaron con ilusión, amor y bendición después de muchos años de añorar un bebé. El parto fue normal, pero en los primeros momentos de vida los doctores detectaron que el ritmo cardiaco era bajo y lo pusieron en incubadora por más de dos semanas. Esta abrupta separación de su madre la vivió como un profundo RECHAZO que lo llevó por años a esconderse de la vida y no querer ser visto por los demás. Incluso llegó a rechazar el cariño de sus padres por miedo al rechazo en su profundo subconsciente que no tenía ninguna base y desconcertaba a sus padres.
Al tratar el tema con los padres de Miguel, ellos le explicaron de esta situación y cómo les dolió no haber estado juntos en estos primeros momentos de vida. También le contaron que una vez en casa, ellos tenían mucho miedo a que su corazón dejara de latir y pasaban las noches velando su sueño por temor a que algo le sucediera, así también Miguel comprendió por qué le molestaba tanto la atención intensa de sus padres sobre él, pues, aunque lo agradecía, algo no le gustaba. Poco a poco, dejó de sentir rechazo y temor ante la vida y comenzó a mostrar sus talentos, su simpatía y su ser, regresando a su verdadera esencia y siendo muy feliz al hacerlo.
Ramón nació en un matrimonio unido y amoroso que recibieron la noticia con muchísima ilusión y cariño. El embarazo fue perfecto, sin complicaciones y su mamá subió los 9 kilos perfectos del embarazo. Cuando nació, el doctor se dio cuenta que traía vueltas el cordón umbilical y que era imposible bajar solo, por lo que utilizó fórceps para ayudarlo, cortar rápidamente el cordón y lograr nacer. Todo parecía normal, sin embargo, Ramón tenía desde muy pequeño una gran oposición a la autoridad de maestros y personas ajenas a sus padres. Nadie lograba comprender esta actitud desafiante pues no había una causa aparente para hacerlo.
Cuando sus padres lo llevaron a unas sesiones conmigo, hablamos mucho acerca de su nacimiento y el enorme sufrimiento que tuvo al sentirse ahogado y abrumado por el riesgo de nacer y luego la intrusión de un objeto frío y duro, que son los fórceps y debido que fue FORZADO a nacer de una forma particular que le dolió, cualquier autoridad externa le molestaba de una forma desproporcionada generando problemas en su escuela. Al conocer el origen de esta oposición a la autoridad, su experiencia cambió totalmente y se volvió dócil. Dejó de pelear con la autoridad y todas sus relaciones mejoraron.
Carmen nació fruto de un matrimonio inestable, con muchos pleitos, donde su padre llegó a golpear a su madre durante el embarazo. A pesar del amor con el que fue concebido, el bienestar total durante el embarazo y un parto natural y rápido, Carmen sentía que no valía, que no era suficiente y desde bebé lloraba mucho, sobre todo en presencia de su padre. Fue muy impactante como Carmen a los 10 años, sólo sentía el amor a través de comer sin parar, pues era la única manera en la que sentía el amor y el cariño.
Su madre se negaba a decirle la verdad sobre los golpes de su padre durante el embarazo y en otras muchas ocasiones que los llevaron al divorcio. Temía herir a su hija con la verdad. Sin embargo, cuando llevó esta asesoría conmigo, decidió hablar con la verdad sobre el maltrato recibido. De momento Carmen lloró mucho al saber la verdad, pero poco a poco acomodó sus sentimientos, dejó su adicción por la comida, bajo de peso y comenzó a aceptar el maltrato de su padre como algo ajeno a ella, pues no era la intención herirla, sino un problema entre mamá y papá.
Con estos ejemplos vemos como el poder de la VERDAD es una enorme sanación para el alma que libera esta reacción INSTINTIVA del SUBCONSCIENTE que nos lleva a reaccionar de maneras destructivas, que nos desvalorizan y nos hacen sentir mal. Pues parece que la verdad hiere al saberla, pero a la larga aclarar las cosas es mucho más benéfico que ocultarlas.
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Semelhante
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