Los estudiantes visuales a menudo "piensan en imágenes", por lo que pueden aprehender gran cantidad de información a la vez y con rapidez. Suelen aprender mejor cuando leen o ven la información de algún modo (textos, mapas, dibujos, gráficos, etc.). Si tienen que seguir explicaciones orales, les gusta tomar notas. Se trata de personas organizadas, su imaginación y capacidad de abstracción son muy grandes, por lo que pueden relacionar fácilmente unas ideas con otras. Para recuperar la información se sirven de procedimientos de visualización. Son personas observadoras, que recuerdan bien los detalles, por lo que pueden reconocer visualmente las palabras, y así suelen tener buena ortografía.
Son personas muy sensibles a los estímulos auditivos, y suelen aprender con más facilidad a través de informaciones orales. Les gusta el diálogo y tienen facilidad para expresarse verbalmente; cuando leen en silencio suelen mover los labios, y les gusta especialmente leer en voz alta, repitiéndose los textos a sí mismos a la hora de estudiar. Suelen almacenar la información de manera secuencial y en un orden rígido, en forma de sonidos, melodías o voces. Les gusta escuchar a los otros y oír canciones. Recuerdan las palabras como "representaciones sonoras", lo cual es de gran utilidad en el aprendizaje de idiomas o en la música.
Estas personas responden con agrado a las muestras físicas de afecto, les gusta tocarlo todo, y gesticulan mucho al hablar. Procesan la información asociándola a movimientos o acciones, así como a representaciones táctiles u olorosas. Suelen aprender haciendo cosas, participando directamente en ellas, y recuerdan más fácilmente algo si lo han hecho. Prefieren aprender haciendo trabajos de campo, pintando o bailando, y les resultan muy útiles en este sentido las imágenes en movimiento, prefiriendo en particular las historias de acción. A menudo les gusta comer o beber algo mientras estudian, y disfrutan trabajando con sus propias manos.