En general, la conducta pro social puede ser definida como
una conducta voluntaria de ayuda para con otros
Los factores que facilitan la
conducta pro social, son la
empatía, el juicio moral y las
emociones positivas.
La conducta pro social es posible
porque depende del grado de
empatía que tiene la persona. la
simpatía podría estar más asociada
a la pro socialidad que la empatía.
Empatía, reacción emocional
elicitada y congruente con el estado
emocional del otro y que es idéntica
o muy similar a lo que la otra
persona está sintiendo o podría
tener expectativas a sentir
La empatía incluye tanto respuestas
afectivas como experiencias
vicarias, vale decir, capacidad para
diferenciar entre los estados
afectivos de los demás y habilidad
para tomar perspectiva cognitiva y
afectiva respecto de lo que sienten.
La impulsividad, la hostilidad y la
inestabilidad emocional se
relacionan con la conducta
delictiva y antisocial, y entre
ésta y la empatía existe una
relación inversa.
La resiliencia, es la
capacidad para superar
la adversidad a través
de la adaptación exitosa
La conducta prosocial puede ser reactiva o
proactiva: En el primer caso, la conducta
prosocial ocurre cuando hay una situación real
que lo amerite, la conducta prosocial proactiva
se relaciona con estilos de vida saludables y de
manera más fuerte con las emociones positivas.
La programación de metas y objetivos es
vital, pues cuanto más detallados y mejor
organizados son los planes,la visión
positiva y saludable del futuro es más clara
Diversas teorías explican el
desarrollo de la pro socialidad, pero
son tres los enfoques que abarcan
los modelos teóricos más
representativos:
Teoría evolucionista: Se basa en los
mecanismos de parentesco, altruismo
recíproco y la selección grupal para
explicar la pro socialidad.
Enfoque cognitivo: señala que existe relación
entre el juicio moral y la conducta pro social,
de modo que a mayor madurez psicobiológica,
mayor será la conducta prosocial
Teorías del aprendizaje social: Consideran
que es através de la experiencia directa y el
modelamiento que se produce el aprendizaje
de conductas de ayuda hacia los demás
Las explicaciones genéticas se ubican después de
los modelos teóricos sociales, en cuanto a su
poder explicativo de la conducta prosocial, el 55%
de la conducta prosocial de niños entre 2 y 9
años está determinada por factores genéticos.
Factores que condicionan la
prosocialidad: la socialización
familiar, la educación y la
interacción entre iguales
Una vez que el proceso formativo
se consolida, la prosocialidad
forma parte de la identidad, más o
menos en la adolescencia o la
adultez temprana.
Los vínculos entre la conducta
prosocial y la psicología positiva
vienen dados por su orientación
hacia el establecimiento de
relaciones positivas, empáticas,
cooperativas y responsables con
el fin de beneficiar a otros
Es importante que la psicología positiva
esté empezando a insertarse en la
práctica terapéutica y la intervención en
contextos escolares y organizacionales.
Se está desarrollando un enfoque más
positivo para tratar a las personas,
centrándose en la salud más que en la
enfermedad, en la solución más que en
el problema, en las fortalezas más que
en las debilidades
Es conveniente que toda intervención
mediante programas considere cuatro
principios:
Antropológicos, que nos permiten actuar en
función de la visión de hombre que se maneja
De carácter preventivo, ya sea
primaria o secundariamente.
De su desarrollo, que atañen a la ejecución
y a las cuestiones prácticas del programa.
De intervención social, que se proyectan sobre el impacto
que tendrá el programa en la comunidad a la que se dirige.
La psicología positiva es una nueva corriente del
pensamiento psicológico que se distingue por su
objeto de estudio, sus métodos y su visión del hombre.
Su objeto de estudio, se
centra en las emociones
humanas, y de preferencia
las emociones positivas
como la felicidad, la
gratitud, el optimismo, la
esperanza, el perdón, el
altruismo, el amor, etc.
La psicología positiva utiliza el
método psicométrico, el método
descriptivo y el experimental para
establecer inferencias, relaciones y
causalidades entre las variables
La psicología positiva plantea que las
emociones positivas llevan a la
autorrealización de la persona,
relacionando el bienestar con la salud, y
generando espirales de optimismo que
perpetúan el ciclo de vivencias positivas
En general, una persona tiene
alto bienestar psicológico si
experimenta satisfacción con
su vida, de modo que el
componente cognitivo de la
satisfacción es el bienestar