Zusammenfassung der Ressource
Desarrollo cognoscitivo
(nacimiento - adolescencia)
- Del nacimiento
a los 2 años
- Las dendritas y las
sinapsis se
incrementan de manera
exponencial.
- El proceso de mielinización se
produce en una secuencia jerárquica
en la que las regiones sensoriales y
motoras primarias maduran antes
que las regiones asociativas.
- Los sentidos trabajan bastante bien
y mejoran con rapidez hasta niveles
parecidos a los de los adultos.
- Algunos
sentidos, como
el oído, están
activos desde la
etapa prenatal
- y otros se desarrollan desde el nacimiento, como el
tacto (responde a la estimulación táctil
especialmente alrededor de la boca, las palmas de
las manos y las plantas de los pies; tiene sensibilidad
a los cambios de temperatura, el dolor, las caricias)
- el gusto (es capaz de
diferenciar sabores
dulces y amargos) y el
olfato (identifica el olor
del cuerpo materno).
- La vista es el sentido menos desarrollado al
nacer. A las pocas semanas el bebé puede
percibir los bordes y la profundidad de los
objetos, y muestra preferencia por las figuras
con líneas curvas y por los rostros humanos.
- Entre los 2 y 3 meses, es
capaz de percibir los colores
y la estructura global de una
imagen, así como reconocer
el rostro de su madre.
- Atención y memoria: ambas capacidades,
aunque de forma breve y débil, se encuentran
presentes en los bebés desde que nacen.
- A partir del sexto
mes el bebé es
capaz de dirigir su
atención hacia
objetos
novedosos,
- pasa de una atención guiada por estímulo
(colores vivos, contrastes, objetos con
sonido y movimiento, etc.) a una conducida
por el interés y el aprendizaje, y es capaz
de mantener la atención sobre un
estímulo.
- La mayoría de los investigadores
consideran que los bebés no muestran
memoria explícita (memoria
consciente de eventos y experiencias)
hasta la segunda mitad del primer año.
- *Memoria
implícita: memoria
de habilidades y
acciones
automáticas.
- La ausencia de recuerdos de los primeros
tres años de vida (amnesia infantil) es un
fenómeno común y se da por la
inmadurez del lóbulo frontal, pues esta
estructura tiene un papel importante en el
recuerdo.
- El desarrollo del lenguaje
sigue una secuencia
universal, un patrón
predecible.
- El lenguaje oral inicia durante el tercer
trimestre de vida, dependiendo del niño
y de la estimulación recibida; es la etapa
del balbuceo (secuencias de sílabas sin
significado, «pa-pa-pa», «ma-ma-ma»).
- Casi al finalizar el primer año,
pronunciará de 1 a 3 palabras («papa»,
«mama», las que se hayan estimulado
desde el principio) y comprenderá las
frases habituales con las que le hablan.
- En los siguientes seis u ocho
meses, emitirá las primeras
palabras entendibles, construirá
oraciones de una sola palabra
(holofrases): «más», «pan».
- Alrededor de los 24 meses aparece el
lenguaje propiamente dicho. El niño dirá
frases en las que junta dos palabras sin nexos,
«mama-pan», «quiero-más» y manejará un
vocabulario de unas 50 palabras.
- Aquí se da la eclosión
del lenguaje, aunque
habrá que esperar
algún tiempo más para
conseguir dominarlo.
- Primera infancia:
2 a 6 años
- Los efectos del proceso de mielinización y la proliferación
de las conexiones nerviosas son observables por el
aumento de la velocidad del pensamiento y la acción.
- Comienza la conexión entre partes
específicas del encéfalo tales como la
corteza prefrontal, el sistema límbico y el
cuerpo calloso (estructura cerebral que
conecta ambos hemisferios cerebrales).
- La habilidad para
centrar la atención
se va modificando.
- Los niños más pequeños (impulsivos, con
dificultades para controlar la atención) a
medida que crecen y madura su corteza
prefrontal, adquieren más capacidad para
regular su atención y controlar los impulsos.
- A partir de los 4 años y medio la ejecución
de tareas atencionales mejora mucho
gracias al desarrollo de las funciones
ejecutivas. Esto facilita el aprendizaje y
posibilita el acceso a la educación formal.
- La memoria se vuelve más precisa con el crecimiento del niño, cada vez recuerdan
más información si se les dan ejemplos y ayudas apropiadas, pues de forma
natural o voluntaria aún no tienen las estrategias metacognitivas necesarias.
- Los recuerdos conscientes son más
precisos y su capacidad de memoria
aumenta con la edad, pasando de dos
dígitos a los 2-3 años a cinco dígitos a
los 7 años (Dempster, 1981).
- La memoria implícita se
desarrolla más
precozmente, por lo que a
los 6 años ya no se aprecian
cambios significativos.
- El lenguaje progresa en todos los niveles
(semántico, sintáctico, fonológico,
pragmático y morfológico) rápidamente.
- A partir del tercer año los niños comienzan a
usar algunos artículos, plurales, adverbios de
lugar y terminaciones de verbos en pasado;
aunque se salten palabras, el lenguaje es cada
vez más comprensible y hablan con fluidez.
- Además, habrá adquirido un buen dominio
del lenguaje que irá mejorando a medida
que crezca. Alrededor de los 6 años el niño
promedio conoce unas 13.000 palabras y
demuestra un dominio gramatical amplio.
- Segunda infancia:
6 a 12 años
- El cerebro funciona más rápido y de forma más
automática, los niños manejan la información
de un modo cada vez más sofisticado.
- De los 6 a los 10 años se produce un incremento
de la actividad de las regiones frontales: el
desarrollo de la corteza prefrontal produce una
mejoría gradual en la capacidad de resolver
problemas y mejora las capacidades atencionales.
- El niño puede centrar la atención en la tarea que realiza y mantenerla
durante un tiempo pese a posibles distracciones, puede hacer una
pausa para pensar antes de actuar y esperar su turno.
- Está capacitado para dirigir
su mente hacia todo aquello
que lo motive a aprender y
a lo que los adultos estén
motivados a enseñarle.
- Durante los años escolares aumenta el control sobre los
procesos de la memoria (codificación, almacenamiento
y recuperación) y aumenta su amplitud (número
máximo de ítems que puede recordar sin cometer
errores): llega a manejar tareas con seis dígitos.
- La capacidad de la
memoria a largo
plazo es casi ilimitada
hacia el final de la
segunda infancia.
- A partir de los 7 años los niños comienzan a utilizar de manera espontánea
estrategias de memoria; el entrenamiento en este tipo de estrategias ha demostrado
su utilidad en la mejora del rendimiento escolar: el uso de imágenes mentales es útil
para niños de edad más avanzada, mientras que las estrategias de elaboración y
asociación son más beneficiosas para los más pequeños (Schneider, 2004).
- También se produce una mejora progresiva de las
capacidades de la memoria de trabajo, lo que permite
realizar cálculos mentales (sumar y restar con llevadas sin
necesidad de anotar en un papel cuántas hay que llevar).
- Este periodo se caracteriza
por el dominio de la
mecánica del lenguaje.
- El vocabulario
sigue en aumento y
alrededor de los 10
años manejan unas
40.000 palabras.
- La gramática
continúa mejorando
y se desarrollan las
habilidades para la
conversación.
- Adquieren competencias en el uso de la
pragmática (reglas que gobiernan el uso
del lenguaje) y aprenden a hablar de forma
distinta con sus amigos, con sus profesores
y sus padres (cambio de código).
- Adolescencia
- El desarrollo del cerebro prepara
el camino para un significativo
crecimiento cognitivo.
- En la adolescencia las capacidades
atencionales, mnésicas y de lenguaje, a falta
de un mayor control y perfeccionamiento, ya
están desarrolladas; pero aún se producen
importantes transformaciones en el encéfalo.
- Los procesos atencionales
mejoran y se perfeccionan
durante la adolescencia
hasta alcanzar niveles
similares a los del adulto.
- También continúan mejorando la velocidad de procesamiento y el control
inhibitorio. Las áreas que mayores cambios sufren desde la pubertad
hasta la juventud son los lóbulos frontales, encargados de la
autorregulación de la conducta y las emociones, el desarrollo de planes de
acción, la capacidad de razonamiento y la flexibilidad de pensamiento.
- Este periodo se caracteriza por la aparición de
profundos cambios cualitativos en la estructura del
pensamiento. El adolescente piensa en lo posible y en
lo real; ahora puede pensar hipotéticamente, razonar
de forma deductiva y combinar emociones y lógica.
- Según Piaget, la
adolescencia se
caracteriza por el
logro del
pensamiento formal.
- En la adolescencia se produce una mejora significativa
en el funcionamiento de la memoria de trabajo y se
perfecciona el uso de las estrategias de codificación,
almacenamiento y recuperación de la información, lo
que permite la adquisición de conocimientos.
- En cuanto al lenguaje, a partir de los 11 años se perfeccionan
la gramática, la semántica y la pragmática, el vocabulario
aumenta con el aprendizaje de palabras técnicas y se produce
un cambio en el estilo de escritura, dejando atrás el tipo más
infantil y pasando a un tipo de letra más personal.