A finales del siglo XX se detectó a nivel mundial una tendencia al aumento en las puntuaciones en tests de cociente intelectual (CI) al comparar generaciones sucesivas. Este fenómeno se conoce como efecto Flynn y es especialmente importante en las poblaciones de nivel socioeconómico bajo.
No obstante los aumentos en el CI debidos al efecto Flynn se han reducido recientemente en los países ricos, hasta el punto de que otros factores lo han superado, haciendo que la tendencia actual en estos lugares sea hacia el descenso de la inteligencia media.
En la década de los ochenta James R. Flynn, investigador de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, descubrió un fenómeno curioso que sucedía con el cálculo del CI de la población.
Flynn examinó los test de inteligencia de más de dos docenas de países (países para los cuales existían datos) y descubrió que las puntuaciones se incrementaban a razón de 0’3 puntos por decenio.
Este interesante fenómeno, hoy conocido como efecto Flynn, ha sido confirmado tras casi 30 años de seguimiento en numerosos países. Y las puntuaciones continúan en alza.
La investigación muestra que los países han sufrido aumentos generacionales de entre 5 y 25 puntos. Las mayores ganancias parecen ocurrir en las pruebas que miden la inteligencia fluida en lugar de la inteligencia cristalizada.
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¿En qué consiste el efecto Flynn?
El investigador James Robert Flynn (1934-) ha defendido durante su carrera profesional el hecho de que la inteligencia depende en buena medida de factores ambientales, que hacen innecesario recurrir a explicaciones intergrupales, como la superioridad genética de determinados grupos sociales.
El término “efecto Flynn” fue acuñado por Richard Hernstein y Charles Murray en el libro The Bell Curve (1994). Estos autores lo usaron para describir el aumento en el cociente intelectual que se produce con los cambios de generación, un fenómeno que se ha detectado en numerosas partes del mundo y que Flynn contribuyó a difundir.
El efecto Flynn se produce en la inteligencia fluida, en la cristalizada, en la espacial y en el CI global, pero es particularmente notable en las puntuaciones en el CI fluido. Frente a la inteligencia cristalizada, que depende de la experiencia, la fluida se define como la capacidad para resolver problemas nuevos y se atribuye principalmente a factores biológicos.
Según Flynn, la hipótesis que mejor se ajusta a los resultados es que las pruebas de cociente intelectual no miden la inteligencia real, sino una parte de ella, la más académica o que adquirimos con la práctica y el aprendizaje.
Basándose en la presencia del efecto en pruebas no verbales como las matrices de Raven(El Test de Raven consiste en encontrar la pieza faltante en una serie de figuras que se van mostrando). Flynn cree que el aumento es en realidad un aumento en la resolución de problemas abstractos en lugar de la inteligencia general. Flynn favorece las explicaciones ambientales sobre el aumento en las puntuaciones de las pruebas.
En muchos países, el nivel de educación general de las nuevas generaciones está aumentando significativamente. Las personas pasan una gran cantidad de su tiempo aprendiendo y siendo examinadas en entornos educativos formales. Es por esto que en muchos casos, las ganancias de CI están altamente correlacionadas con el incremento de los últimos años de la educación formal. Por contra, algunos estudiosos señalan el también aumento en las pruebas para medir el CI, libres de parámetros académicos, son una evidencia en contra de la hipótesis educativa.
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Hipótesis 2: Los cambios sociales
Otros estudiosos sugirieron que los cambios sociales, sobretodo en cuanto a control de ejecución de tareas dentro de un tiempo fijo, podrían ser una causa de las ganancias de CI. La idea detrás de esta hipótesis es que las personas en nuestra sociedad han aprendido a trabajar mejor dentro de un marco de tiempo limitado. Esta tendencia social permite a las generaciones posteriores obtener mejores puntajes en las pruebas programadas, porque hacen conjeturas inteligentes y no pierden el tiempo tratando de hacer que cada elemento de la prueba sea correcto. Aunque esta hipótesis parecía prometedora, ha habido investigaciones que contradicen sus suposiciones fundamentales.
También se ha formulado la hipótesis de que las ganancias de CI son el resultado de una mejor nutrición mundial. Esta hipótesis se basa en que los cerebros mejor nutridospermiten a los sujetos a tener un mejor rendimiento en las pruebas de cociente de inteligencia, así como en las actividades cotidianas. Los datos experimentales que intentan probar esta teoría también están mezclados, lo que lleva a pensar que la nutrición, aunque sea una posible causa contribuyente, no puede explicar por completo las ganancias masivas en CI medidas en todo el mundo.