Enunciado o conjunto de enunciados con que se expresa, de forma escrita u oral, un pensamiento, razonamiento, sentimiento o deseo.
e s.
T i p o s de d i s c u r s o.
Leído: El orador lee el discurso que previamente ha escrito, siguiéndolo al pie de la letra. Cuando el orador lee su discurso le resta fuerza, espontaneidad y dramatización, elementos esenciales en la comunicación oral.
Memorizado: Equivale a leer un discurso escrito en la mente, en vez de leerlo del papel. Fácilmente aparece como un discurso artificial, con una sintaxis compleja y con poco manejo de las cualidades de la voz.
Improvisado: la improvisación consiste en algo que hacemos todos los días sin darnos cuenta, cuando explicamos, exponemos o comentamos una idea o un hecho cualquiera que conocemos bien, utilizando nuestro léxico habitual.
Preparado: el orador prepara y escribe prácticamente todo su discurso o las ideas y argumentos claves a desarrollar, el inicio y el cierre, pero no lo lee, lo expresa como si fuese improvisado. Utiliza generalmente algún paratexto o ayuda visual que le permite seguir el orden establecido.
Introducción o Exordio: El objetivo primordial de la introducción es captar la atención del auditorio, para lograrlo el orador
P a r t e s del d i s c u r s o.
Se divide en 2 partes.
Las palabras alusivas: varían de acuerdo al tipo de alocución, público y momento.
La introducción propiamente dicha: cuando el público ya está preparado para escuchar, es necesario interesarlo en el tema y sostener su atención mediante una introducción clara y concisa.
La introducción debe responder, sintéticamente, a las siguientes preguntas: Qué Quién Por qué Cuándo Dónde
Cuerpo o Desarrollo Medio Aquí es donde debe anunciarse con total claridad y sencillez el asunto que se tratará, pudiéndose ilustrar con relatos y anécdotas, siempre dentro de la mayor brevedad posible. La parte esencial del cuerpo o desarrollo es la argumentación. El orador buscara persuadir al público y alcanzar sus objetivos mediante el desarrollo de uno o diversos enunciados argumentativos. El discurso debe exponerse en forma interesante y llamativa. El discurso que más atrae es el que más interesa.
Pueden seguirse 4 pasos fundamentales para elaborar el desarrollo de un discurso: Hacer una lista de los temas o puntos que se desean exponer. Ordenarlos en forma jerárquica o lógica. Desarrollar cada uno, escribir la información que se desea transmitir. Aderezar el contenido, es decir colocar aspectos que atraigan la atención e interés del público
Final, ó Epílogo Es el punto más estratégico del discurso. Lo último que el orador dice, las últimas palabras que pronuncia, quedan sonando en los oídos del auditorio y son las que, probablemente, serán recordadas por más tiempo. Por ello es aconsejable preparar cuidadosamente el final o epílogo.
Preparación del discurso.
Un buen final debe incluir: Un resumen del contenido principal que se ha expuesto en dos o tres frases. Una propuesta, resolución o consejo que surja del cuerpo del discurso o del propio orador. Un llamado a la acción o bien unas cálidas palabras de agradecimiento. Usar como broche final una frase vigorosa, una fórmula valiente, una cita elocuente, y hasta una pregunta o planteo de un problema si el orador no tiene la respuesta y quiere que el mismo auditorio piense en una solución.
Todo discurso debe seguir un proceso de preparación que comprende los siguientes pasos:
Conocimiento del lugar dónde se desarrollará la exposición: ¿al aire libre? ¿bajo techo? ¿tamaño del auditorio? ¿horario? ¿habrá que emplear micrófonos? ¿podrán utilizarse paratextos? etc.
Conocimiento del público: antes de preparar el discurso es importante que el orador conozca a su público. Que sepa: ¿cuántos son? ¿quiénes lo conforman? ¿hombres, mujeres, mixto? ¿qué edad promedio tienen?
Determinación de los objetivos: Siempre que nos expresamos lo hacemos con alguna intención y a la hora de preparar un discurso es importante establecer claramente el o los objetivos de la exposición. Estos nos permitirá poder realizar una posterior evaluación.
Elección del tema: La elección del tema debe estar determinada en función del orador y de la necesidad y demanda del público.
Acopio de materiales: para comunicar a otros una idea o conjunto de ellas hay que poseerlas y dominarlas en plenitud.
Construcción del guión: Cuando el orador ya tiene abundante información clasificada y ordenada, ideas precisas sobre el tema y su naturaleza puede proceder a la construcción del guion o plan-esquema, en el que estarán incluidas todas las ideas básicas del mensaje que se quiere transmitir
En primer lugar el orador deberá fijar una IDEA CENTRAL concreta, clara y precisa sobre la cual girará su discurso. Ésta puede elaborarse con un único enunciado central.
En segundo lugar debe resolver la manera de cómo esa idea se ira desarrollando y será presentada para que los oyentes la comprendan sin necesidad de hacer un esfuerzo especial
En tercer lugar, la idea central debe descansar en uno pocos puntos principales (argumentos), tres o cuatro es lo ideal, para que la misma pueda ser correctamente transmitida.
Por último, los puntos principales, esqueleto del guión, necesitan un mayor desarrollo, esa función corresponde a los puntos secundarios, que comprenden los ejemplos, estadísticas, citas, anécdotas, etc.