En la comunicación existen a veces contradicciones entre lo que decimos verbalmente y la información que estamos entregando a través de nuestra postura y tono de voz. Eso es lo que se llama una comunicación incongruente, en que lo que se dice y cómo se dice apuntan a significados diferentes y contradictorios.
Los principales obstáculos que impiden una buena comunicación son:
Insinuar
No escuchar
Suponer
Lugares inadecuados
Faltar al respeto
Problemas
Enojo o tension
Precipitarnos
Orgullo
Falta de claridad
Insinuar quiere decir dialogar de manera poco clara, esperando que la otra persona se dé cuenta o interprete qué es lo que estamos hablando. Pero no es posible que eso siempre ocurra, ya que el interlocutor (u oyente) no tiene una bola de cristal o no nos conoce lo suficiente.
Analizar nuestras palabras es importante antes de opinar sobre algo al respecto. Hay que saber cuándo decir las cosas y de qué manera.
De no escuchar surgen grandes conflictos porque en lugar de una conversación lo que se mantienen son monólogos. Si escuchamos podremos detectar de una manera más adecuada lo que nos dice nuestro interlocutor y por lo tanto, podremos llegamos a comprenderlo.
Suponer es crear una historia con tus percepciones personales.
La mejor opción en una conversación es preguntar, preguntar y preguntar. No hay nada más.
Otro factor determinante para tener éxito en nuestras conversaciones es reconocer si es el momento y el lugar oportuno. Llamar a tu esposo cuando está en la oficina para discutir no es una buena idea, comenzar una pelea con tu novia en plena calle, tampoco.
Faltar el respeto y criticar, o incluso juzgar a la otra persona no te servirá para nada en mitad de una conversación o discusión. Criticar a la persona no mejora tu argumento, tan solo es prueba de que no tienes razones de fundamento, estás enojado o simplemente no sabes reaccionar ante algo que no es de tu agrado.
Recurrir a cuestiones pasadas enquistadas para recordar al otro que no es perfecto o el daño que nos hizo, también es un habitual en las discusiones y uno de los mayores obstáculos en la comunicación con los demás.
La ira, el estrés o la tensión pueden jugarnos malas pasadas y hacer que nos precipitemos y seamos impulsivos en nuestras conversaciones.
El orgullo genera consecuencias en nuestras relaciones personales. En ocasiones, tendremos que ceder o dar nosotros el primer paso, no podemos esperar a que el otro sea siempre el que comience. A nuestro ego le encanta que se dirigen hacia él para engrandecerse pero tenemos que saber hacerle sombra.
No saber qué nos ocurre, cómo nos sentimos o qué queremos decir, obstaculizará nuestra comunicación porque mandaremos un mensaje ambiguo. Antes de hablar revisa tus sentimientos y pensamientos y decide qué es lo que realmente quieres comunicar.
Consecuencias de una mala comunicacion:
Una mala gestión de la comunicación interna es la causa de la mayoría de los problemas que presentan las organizaciones. Cuando no se resuelven rápidamente pueden crear sentimientos negativos entre compañeros, relaciones débiles entre los líderes y el resto de los empleados, un mal clima laboral y una disminución de la productividad.
Importancia de una buena comunicacion:
Facilita la coordinación y fluidez en las relaciones humanas. Aumenta la productividad y eficiencia en las tareas. Genera un ambiente de trabajo agradable. Evita conflictos y malentendidos.