El pensamiento lógico del niño evoluciona en una secuencia de capacidades evidenciadas cuando el niño
manifiesta independencia al llevar a cabo varias funciones especiales como son las de clasificación,
simulación, explicación y relación. Sin embargo, estas funciones se van rehaciendo y complejizando
conforme a la adecuación de las estructuras lógicas del pensamiento, las cuales siguen un desarrollo
secuencial, hasta llegar al punto de lograr capacidades de orden superior como la abstracción.
Este desarrollo va
siguiendo un orden determinado, que incluye cuatro periodos o estadios de desarrollo, el sensorio-motriz, el
preoperacional, el concreto y el formal, cada uno de estos periodos está constituido por estructuras
originales, las cuales se irán construyendo a partir del paso de un estado a otro.
Estadio Sensorio-motriz. Abarca desde el nacimiento hasta los dos años de edad aproximadamente y se
caracteriza por ser un estadio prelingüístico. El niño aprende a través de experiencias sensoriales inmediatas
y de actividades motoras corporales.
Estadio de las operaciones concretas Se subdividen en: Subestadio del pensamiento preoperacional El
símbolo viene a jugar un papel importante además del lenguaje, esto ocurre entre los 2-4 años
aproximadamente. En el segundo nivel que abarca entre los 4-6 años aproximadamente el niño desarrolla la
capacidad de simbolizar la realidad, construyendo pensamientos e imágenes más complejas a través del
lenguaje y otros significantes. Sin embargo, se presentan ciertas limitaciones en el pensamiento del niño
como: egocentrismo, centración, realismo, animismo, artificialismo, precausalidad, irreversibilidad,
razonamiento transductivo.
Subestadio del pensamiento operacional concreto A partir de los 7-11 años aproximadamente. En este nivel
el niño logra la reversibilidad del pensamiento, además que puede resolver problemas si el objeto esta
presente. Se desarrolla la capacidad de seriar, clasificar, ordenar mentalmente conjuntos. Se van
produciendo avances en el proceso de socialización ya que las relaciones se hacen más complejas.
Estadio de las operaciones formales: Abarca de los 11 a los 15 años. En este periodo el adolescente ya se
desenvuelve con operaciones de segundo grado, o sea sobre resultados de operaciones. En este nivel el
desarrollo cualitativo alcanza su punto más alto, ya que se desarrollan sentimientos idealistas. El niño o
adolescente maneja además las dos reversibilidades en forma integrada simultanea y sincrónica.
Piaget concibe la inteligencia como la capacidad de adaptación al medio que nos rodea. Esta adaptación
consiste en un equilibrio entre dos mecanismos: la acomodación y la asimilación.